Prólogo

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Palabras Valyrias utilizadas frecuentemente:
Muña - mamá
Kepa - papá



Durante la hora del lobo, la reina dará a luz a otra reina.

La Madre


"Rhaenyra," las manos de él eran cálidas mientras tomaba su rostro, los pulgares limpiaban las lágrimas que corrían por sus mejillas. Daemon estaba dentro de ella y Rhaenyra sintió que el mundo se iba a acabar.

Ella cruzó sus pies detrás de la espalda de él, instándolo a moverse más rápido, a follarla más fuerte. Necesitaba el placer-dolor que sabía que Daemon podía darle, solo para olvidar las tragedias de la noche – El dolor de Laenor, la salud de su padre – y todo lo que seguiría ahora que ella estaba casada – el deber, los hijos, la muerte, muerte y más muerte-. Pero Daemon, maldito sea, no se lo daría.

Rhaenyra había pensado que sería fácil conducirlo a lo perverso. Después de todo, ¿no es por eso que el consejo lo llamaba la segunda venida de Maegor el Cruel? Quería empujarlo de la forma en que lo hizo en la sala del trono, rodeados de personas que no se daban cuenta o que estaban ciegas ante el tenso intercambio de tío y sobrina. Ese momento en que él la agarró por el cuello y la atrajo hacia sí para que su interacción ya no pudiera considerarse como familiar, esa agresividad era lo que Rhaenyra quería.

Cuando Daemon se reveló desde un rincón oscuro de su habitación y tiró de ella por la cintura, era lo que Rhaenyra esperaba, anticipaba incluso. Él prácticamente rasgó su vestido y mechones de su cabello se despeinaron cuando los dedos desesperados de él tiraron de sus elaboradas trenzas. Eso fue hasta que la miró a los ojos y encontró algo que hizo que sus cejas de fruncieran, haciéndolo desatar los cordones más despacio. Rhaenyra habría querido golpearlo entonces.

Daemon la abrazó con ternura, como si fuera algo delicado. Rhaenyra solo quería follar, pelear, pero los gestos de Daemon demostraban que querían cariño.

"¿Por qué lloras, sobrina?"

"Porque no te mueves, carajo" ella recalcó su punto con un giro de sus caderas, haciendo que Daemon gimiera en su cuello, "porque sé que esto no durará", pensó.

"Paciencia, pequeña dragona" Rhaenyra se lamentó cuando él comenzó a presionar dentro de ella; estocadas lentas y decididas que encendían fuego hasta la punta de sus pies cada que la pelvis de él se encontraba con su trasero. "Estoy aquí"


A la mañana siguiente Daemon se había ido. Todo lo que dejó para Rhanyera era una cama vacía y un té de la luna frío sobre la mesa.

En un ataque de ira, Rhaenyra arrojó el té a la pared y observó con satisfacción como el cristal se hacía añicos y el líquido ámbar que significaba su traición corría por el suelo.



El día que supo que estaba embarazada fue el mismo en el que Laenor le llevaba la noticia de que su querido tío y prima se casaban y se iban a la mierda a Essos. Rhaenyra pensó que era divertido que él pudiera volar con su novia a un lugar tan alejado, pero no pudo ir a Rocadragón con ella cuando se lo pidió. La hizo reír por un segundo, y luego, se enfureció.

The Things We Leave BehindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora