The Things We Leave Behind

Drabble - Mira Donde ha Llegado Pt. 1

Drabble ambientado después del nacimiento de Visenya (narrado en el Prólogo).

Rhaenyra escribe algunos hitos de Visenya en cartas que nunca envió. Primera parte de ocho.

Lo que está subrayado son cosas que Rhaenyra se arrepintió de escribir y las tachó, pero no puedo colocar la línea sobre las letras, solo debajo. Espero que se entienda.

Sutil mención de Harwin Strong/Rhaenyra Targaryen.

*

*

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Daemon,

Los ojos de ella

Te extraño

Tú, maldito hijo de puta

–

Tío,

Nunca leerás esta carta, preferiría que me quemaran viva antes de dejarte hacerlo, pero escribo esto de todos modos. Te has ido hace ya varias lunas, dejaste mi cama sin ninguna palabra de despedida, igual que un cobarde (¿esperaste a qué siquiera saliera el sol?), y durante muchas lunas he estado enfurecida contigo. Todavía lo estoy, pero mi ira ya no tiene la misma intensidad del fuego de dragón. ¿Cómo podría ser así cuando la miro?

La he amado desde que supe que existía, cuando era simplemente una idea, una posibilidad creciendo en mi útero. Hubo momentos inciertos en que temí lo peor, que ella no sobreviviría, o que yo no lo haría, pero los Dioses han sido extraordinariamente amables. Por lo general no lo son, ciertamente no lo fueron con mi madre. Pero nueve lunas después, aquí está ella. No podría importarme menos si hubiese nacido mitad dragón mientras estuviese saludable. Sentí que finalmente podía respirar cuando la escuché llorar por primera vez. En el momento en que las parteras la pusieron en mis brazos, supe que la amaría y la protegería por el resto de mi vida.

Me pregunto si te resultaría gracioso, como a mí, como he cambiado. La última vez, compartiste tu vino conmigo, y yo compartí mis miedos contigo. Creí que yo no quería hijos, ¿cómo podría? Mi madre sufrió por cada uno de sus bebés enfermos y Alicent se ve muy miserable con sus bebés sanos. No son ejemplos realmente inspiradores, debo admitir. Pero me gusta encontrar mi propio camino en lugar de seguir el de otros. Ella lo hará también... mi hija, mi heredera, otra Reina después de mí. Mi suegra parece encantada con la idea de la era de las Reinas y yo también. Será mejor que Westeros se acostumbre.

Aunque admito que fue difícil. No estaba tratando de tener un bebé y, por lo tanto, no estaba preparada para ver cómo cambiaría mi cuerpo, o cómo me sentiría, pero Laenor ha sido muy bueno conmigo, mejor que eso incluso. Me pregunto cómo hubieses sido tú en su lugar.  Él ha sido muy paciente y cariñoso y ha atendido todas mis necesidades, la mayoría de ellas. Harwin Strong ha sido un buen reemplazo para ti en la Guardia de la Ciudad y en mi cama. Algunos días, sentía que él estaba más emocionado que yo por la llegada de nuestra hija. Su pequeña Princesa, le canta él. Zaldrītsos, la llamo yo.

Fue con su apoyo que decidí abandonar Desembarco del Rey y venir a Rocadragón. En un principio, no quería dejar a mi padre o mi lugar en la Corte vacío por el tiempo suficiente para que las serpientes se aprovecharan, pero quedarme allí me estaba pasando factura. El fantasma de mi madre todavía acecha en los pasillos y aumentó mi miedo de perder a mi bebé. Apenas pude calmar mis nervios durante mis visitas con el Gran Maestre Mellos, ¿cómo me iría si hubiese dado a luz a mi bebé bajo su cuidado? Tenía un presentimiento, una señal tal vez, que preferí no ignorar.

Rocadragón es lo más cerca que he podido estar de ti, y a veces miro el horizonte esperando ver las alas de Caraxes volando hacia aquí

Además, es apropiado, ¿no es así? ¿qué mi hija naciera donde solía residir su tocaya?

Visenya Velaryon, aunque Laenor y yo sabemos que es el bebé más Targaryen de todo Poniente. Ella es hermosa, tío, de la única forma en que los Targaryen podemos ser hermosos. Hermosa de una manera que nunca pensé de mí cuando me llamaban la Delicia del Reino. Mi niña más preciosa.

Todo el mundo me ha dicho cuánto se parece ella a mí, una excusa conveniente y es lo que queremos que la gente vea, pero en verdad yo veo rastros tuyos en ella. Demasiados, a veces, que se sienten como una maldición. Está en la forma en que su cabello es más plateado que rubio, en la forma en que sus mejillas forman hoyuelos como los tuyos y los míos cuando sonríe, en la forma en que sus ojos son del mismo color que los tuyos cuando me mira. Como dije, es difícil mantener mi enojo contigo cuando me di cuenta de que me has dado mi mayor amor.

Esto no es una vindicación de lo que siento, para apartarla de ti, sino lástima por el hecho de que, si te hubieses quedado, la habrías conocido. A tu hija.

Espero que encuentres tu felicidad en Essos.

Tu sobrina,

Rhaenyra.