CAPITULO 16

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Otro azote resonó en las frías paredes de aquella vacía y enorme casa, uno mas acompañado de un ruidoso jadeo, tan necesitado y roto que cualquiera que escuchara aquello pensaría que lo estaban torturando.

Bueno, muy lejos de aquello no estaba. Ya que un excitado y asustado Jimin yacía con la cara sobre un par de mantas de lana gruesa frente al ardiente fuego de la sala de estar, con sogas color negras anudadas en sus manos que le permitían simplemente apoyar sus codos de forma inestable, ya que el otro lado de la soga estaba atado ambos de pies, girando de forma muy minuciosa sobre sus muslos dejando su redondo y lindo culo expuesto para aquellas enormes manos tatuadas que llevaban un largo rato azotándolo sin cesar.

- detente!! ¡Duele demasiado! - suplico en un mar de lagrimas un despeinado y arruinado Jimin-

-quieres que me detenga Ángel? -pregunto mientras ponía su enorme mano derecha sobre el delicado cuello del delgado chico- lo hago? - volvió a preguntar mientras tiraba de su cuello obligando al otro a sentarse sobre sus rodillas- responde ángel? - insistió mientras lamia todo el rostro rojo y mojado por las lágrimas del rubio, quien negó veloz con la cabeza-

-no daddy! ¡No quiero que te detengas! -Jeon sonrió complacido ante aquella respuesta-

-deberías de agradecer a Daddy por estar azotándote solo con sus manos porque olvide traer mis juguetes hoy! - volvió a ponerlo en la posición anterior y otro golpe sonó contra las enrojecidas, inflamadas y muy adoloridas nalgas de Jimin-

Quemaba, un dolor insoportable se hacia presente cada vez que sus enormes manos tocaban su piel, que en un momento a otro se detuvieron, para ser remplazada por subes y cálidos labios, lamidas y caricias con aquella gloriosa lengua. Jimin sentía desfallecer en aquel preciso momento. Jamás había experimentado una situación tan extraña y deliciosa como esa.

Pero sus ideas fueron interrumpidas cuando escucho una botella ser destapadas, ahora sus ojos fueron cubiertos con lo que parecía ser un pañuelo suave y después... liquido frio corriendo por sus caderas y bajando por sus nalgas, siendo atrapados perezosamente por la lengua ajena que degustaba aquel vino en su piel.

-eres tan delicioso ángel... hace mucho que quiero jugar este juego, pero nadie es tan valiente para llegar hasta aquí - Jimin sonrió triunfante, ese era un alago que no esperaba- tengo gustos particularmente peligrosos.

-me gusta el peligro mi señor! -respondió jadeante-

Eso fue lo que necesito Jeon para volver a dejar caer un poco más de aquel costoso vino sobre sus exquisitas nalgas, mientras intentaba beberlo, siendo iluminado por los primeros rayos de luz del sol que atravesaban los enormes ventanales del segundo piso.

*

La luna y el sol

Ángel y demonio

Una historia tan cliché, una historia tan conocida...

Una historia que no tenia buen presagio

Fuckboy  (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora