Nunca ha tenido menos ganas de trabajar que ese día. Es uno de septiembre y tiene que estar en Hogwarts a la hora de la cena para el discurso inagural y no quiere que llegue nunca la hora porque Él va a estar allí.
Así que se encierra en su despacho del Ministerio y trabaja sin parar hasta que, cuando se quiere dar cuenta, llega definitivamente tarde a la cena y ni siquiera ha parado para comer. Debería tener hambre, pero tiene el estómago tan cerrado que no es capaz de pensar en comer nada. Y sabe que debería hacerlo porque no puede estar tanto tiempo sin comer. También sabe que si prueba algún bocado va a acabar vomitando.
Tiene que conjurar un traslador de emergencia hasta Hogsmeade a última hora para poder llegar al final de la cena. Lo ha calculado bien para llegar justo cuando estén recogiendo los platos de la cena y antes de que Dumbledore empiece su discurso. Con eso no pasará mucho tiempo en el Gran Comedor.
Cuando llega hasta las puertas del colegio estira la mano para llamar a la campana y que Filch vaya a buscarla, pero las verjas se abren ante ella. Debe de ser un mecanismo para que los profesores puedan entrar y salir cuando quieran del colegio. No está nada mal, así no necesitan llaves para abrir las pesadas puertas.
Ni siquiera lleva una maleta porque no piensa pasar en el castillo más que el tiempo justo, ha enviado con antelación un par de conjuntos para que estén en su habitación y eso es todo. Ha cogido varios documentos que tiene que revisar para el día siguiente y ya ha visto su horario, tiene clase una hora sí y otra no, ¿a quién se le ocurre? ¿Cómo quieren que haga las cosas? Tiene que hablar con Bree con urgencia para que la saque de allí un par de veces a la semana. Lo siente mucho por los alumnos, pero ella tiene una serie de prioridades.
Sus tacones resuenan en el suelo de piedra de Hogwarts y está tentada de silenciarlos porque ya hace bastante ruido y no quiere que la miren nada más entrar. Pero las puertas del Gran Comedor están abiertas y puede verle perfectamente, sentado en la mesa del profesorado, hablando tranquilamente con una profesora que Dawn no conoce, pero por la posición debe de ser la de Criaturas Mágicas. Menos mal que su silla, la única que está vacía, está al otro lado de la mesa del profesorado.
Coge aire y entra al Gran Comedor, sin apartar la mirada de la mesa del profesorado, concretamente de Dumbledore. Parece estar satisfecho con que sea ella la que esté entrando en el Gran Comedor, su maravilloso plan debe de estar saliendo a la perfección porque tiene al Ministerio de Magia en el colegio, pero no como ellos querían. Le ha salido todo a pedir de boca y se nota.
-Perdón por las horas, director, ¿llego al menos al postre? -finge que está todo bien y sonríe al anciano, aunque ya empieza a oír los murmullos.
-Estás de suerte, Dawn, queda algo de pudin de chocolate -le contesta el director y ella vuelve a sonreírle.
Que se piense que está de su lado, es lo más fácil para que le deje hacer lo que quiera. Sabe que Él la ha mirado porque las conversaciones en la mesa del profesorado también han parado y más cuando ella se sienta en su sitio. Si las miradas matasen está segura de que el profesor Snape ya lo habría hecho y también Ginny desde su sitio.
Por Morgana, que le tiene que dar clase a los hermanos de su exnovio.
Ron y Ginny son algo más sencillos, la diferencia de edad ayuda, pero Fred y George... no quiere pensar en como va a hacer para que esos dos no la líen en clase porque no tiene buena pinta por como la pequeña de los Weasley se levanta de su sitio y va al lado de los gemelos. Tiene que ver la forma de hacerles ver que lo mejor es que estén tranquilos y... y lo mejor sería hablar con Él sobre ello.
Les hubiera gustado ver las caras que han puesto al llegar al Gran Comedor y ver allí a su hermano mayor, al que nunca ven porque está en Rumanía. Quizá debería haber llegado a tiempo solo por ver eso, quizá así no estaría recibiendo esas miradas que podían matar.
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Efecto Coriolis [Charlie Weasley]
FanfictionDawn Lewis tiene claras algunas cosas sobre su vida. La primera es va a hacer todo lo posible por convertirse en Delegada de Gran Bretaña para la Confederación Internacional de Magos. La segunda es que quiere con locura a Charlie Weasley. Por eso...