𝑂𝑛𝑐𝑒

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Dawn no tiene claro si es ella quien le está cortando la circulación a Bree o es Bree quien se la está cortando a ella. También puede ser que lo estén haciendo mutuamente, pero no es para menos, las dragonas son aún más impresionantes ahora que tienen que defender los huevos y están mucho más alteradas por la cantidad de gente que hay a su alrededor y no deja de gritar.

Primero el hocicorto sueco y el primer campeón de Hogwarts. Dawn no tiene muy claro porqué se pone tan nerviosa cuando está viendo que el chico Warrington lo está haciendo perfectamente. Primero se esconde detrás una roca y convoca un montón de pájaros que distraen al dragón hasta que está casi encima de los huevos. Tanto Dawn como Bree gritan, mientras que Damiano cierra los ojos con fuerza y tiene que bajar la cabeza antes de ponerse a vomitar ante la vista de la espalda y cabeza quemadas del campeón.

Su mirada se desvía directamente a Charlie en cuanto el chico termina la prueba y ve como ayuda perfectamente a organizar a todos para poder sacar al hocicorto de la prueba cuanto antes. A la pobre dragona se la ve alterada, pero al menos ya solo le queda el viaje de vuelta al Santuario.

La segunda dragona es la galés verde común y cuando Dawn ve que es la chica francesa la que se enfrenta a ella empieza a preocuparse. El colacuerno queda o para Durmstrang o para un chico de catorce años. Y está claro que el colacuerno debía haber sido para la francesa ya que lo único que sufre algún problema es su falda. Dawn no puede evitar quedarse con la boca abierta cuando entiende que lo que ha hecho es dormir al dragón y que, con la respiración, ha soltado una pequeña llamarada que ha dañado la ropa de la chica.

—¿Un cinco? ¿Cómo que un cinco? —empieza a gritar Damiano y las dos tienen que tirar de él para que no vaya a pegar a Karkarov—. ¡Se merece al menos un ocho, pedazo cerdo!

—¡Damiano! —le grita Dawn, pero él ya ha empezado a insultarle en italiano.

Definitivamente todos los insultos de Damiano tienen sentido cuando ven el resultado de la prueba de Krum. Consigue el huevo, sí, pero también aplasta cerca de la mitad de los huevos del bola de fuego chino y Dawn grita, tan indignada como lo había estado Damiano antes.

—¿Ves como tenía razón? —le dice y la chica le saca la lengua.

Sabe lo que significa que haya salido el bola de fuego chino, así que Dawn decide que prefiere cerrar los ojos antes que ver lo que sea que vaya a pasar. No quiere ver la muerte del chico, tampoco como tienen que intervenir para evitar que lo maten. No es que no confíe en él es solo que... ella también ha tenido catorce años y sabe perfectamente que el curriculum de Hogwarts no está pensado para esto. La verdad es que admira a Warrington porque él está en sexto y ha conseguido superar con éxito la prueba. Dawn está convencida de que ella no lo hubiera hecho.

Aunque, para empezar, ella no se habría presentado, no está tan loca.

—¡Dawn, mira!

Bree la agita el brazo con tanta fuerza que Dawn acaba abriendo los ojos y ve como Potter está volando. Ha convocado la escoba desde el castillo por lo que grita Bree —¿por qué no se la ha dado a sus amigos y la convocaba desde las gradas?— y ahora volaba sobre el dragón, mareándolo de un lado para otro. Sí, le hiere en el hombro, pero al menos Potter consigue el huevo y Dawn respira aliviada.

No ha participado en el asesinato de un chico de catorce años.

De momento.

—No pienso intentar organizar algo así —dice Bree, viendo como vuelven a entrar los magos del Santuario para intentar calmar a Ramona.

—Mejor, creo que los dragones no aguantarían un viaje hasta Estados Unidos —dice Dawn y Bree empieza a sonreír.

—Los dragones no, una pena porque tu chico misterioso no podría venir entonces —dice y Damiano parece atraído por el tema de forma inmediata.

Efecto Coriolis [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora