Cuando Mattias se acerca, ella se aparta.
—¡No! ¿Sabéis, qué? He cambiado de opinión. Mattias, tú y yo iremos a la habitación, y Lileth, tú hablarás con Adriel ahora mismo.
—¿Podemos hablar, por favor?
—¿Vas a decirme que esto no es verdad?
—Quiero contarte todo.
—Mattias tiene razón, debí quedarme con ella y no contigo, al menos ella no me mintió en esos meses.
—No digas eso, estás dolido, lo entiendo, pero…
—Me voy.
—No te vayas, Adriel. Vamos a la habitación y déjame explicarte todo, si no te convence, podrás irte a tu casa y tomarte unos días para pensar.
—No me toques. Tú no eres mi amiga ni mi novia, ella jamás me hubiese hecho daño. A partir de ahora lo único que me une a ti, es Adrián.
—Vamos a hablar —insistió, acercándome despacio—. No pretendo manipularte con lo que voy a preguntar —digo—. ¿Vas a hacerte responsable? ¿Seguirás en la vida de Adrián? Voy a entender si no quieres y respetarte.
—Hasta ahora no has sido capaz de respetarme, Lileth. Yo… No sé qué voy a hacer, mi madre va a matarme.
—No lo creo, ella está encantada con Adrián.
Sus ojos se abren.
—¿Lo sabe? ¿Sabe que es mi hijo?
—Claro que no, eres su hijo.
—Mírame a los ojos.
—No quiero —me cruzó de brazos —acabo de decirte que ella no sabía nada de quién era el padre de Adrián.
¿Por qué cuando necesito que mi hijo llore no lo hace?
—¿Ahora resulta que todo el mundo lo sabía? —veo, como abre el cajón y saca la poca ropa que tiene aquí—. Volveré a Barcelona. A la mierda todo, joder.
Lo miro sorprendida.
—Cuando salga por esa puerta, no quiero que me escribas. Si alguien te pregunta, solo hemos sido vecinos sin ningún tipo de relación. Acabo de perder todo el puto cariño que te tenía, Lileth.
Miente.
—Estás enfadado y no eres consciente de lo que haces —miró a mi hijo cuando se mueve—. Adrián está dormido, así que será mejor que hablemos fuera.
Adriel me aparta, acercándose a la cuna. Tomo una respiración profunda cuando lo coge.
—Prometo volver lo antes posible, Adrián —susurra, aunque logro escucharlo—. Siento todo esto.
Lo vuelve a dejar en la cama y me aparta, saliendo de la habitación. Lo sigo.
—No te vayas, te lo suplico, no otra vez. Me pondré de rodillas si quieres.
A la mierda.
—Necesito irme y pensar.
—Te amo, Adriel. Promete que volverás pronto.
—Soy padre —parpadea—. Ahora entiendo por qué les dijiste a los enfermeros que era su padre. Del porqué, cada vez, que veía a Adrián, sacaba algún parecido conmigo.
—Querías irte a Barcelona, así que te mentí, y luego, tenía miedo de que me rechazaras.
—Te rechazo ahora, Lileth, quizás si solo hubieses hablado conmigo… Estaría enfadado, pero no me sentiría tan traicionado porque me hubiese enterado por ti.
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Embarazada de mi mejor amigo(Finalizada)
RandomNo parece tan mala idea perder la virginidad con tu amigo de la infancia,¿verdad?....hasta que descubres que estas embarazada Esta es la historia de Lileth y Adriel