Los tres primeros días que Harry volvió al trabajo fueron los más duros. No podía dejar de pensar en un aristócrata alto y rubio y de nuevo se notaba en su rendimiento, o más bien en la falta de rendimiento, en el trabajo. Tenía que centrarse y concentrarse únicamente en sus proyectos e informes porque toda esta espera y anhelo no estaba haciendo que el tiempo volara más rápido. Así que el viernes por la mañana, por fin se puso al día y ahora podía relajarse un poco. No demasiado, por supuesto, porque empezaría a pensar de nuevo.
Harry empezó a organizar sus carpetas para ponerlas en orden, pero no encontró ninguna pestaña ni etiqueta. Fue en busca de su ayudante (nombre que se dio a sí misma), pero no la encontró por ningún lado. Suspirando, el joven mago sabía que le quedaban pocas horas antes de irse a casa y odiaba dejar un proyecto sin hacer. El almacén estaba en el sótano y Harry temía bajar allí porque le daba tiempo para soñar despierto. Tenía que pensar en otra cosa. En cualquier cosa. Pero no podía.
A medida que pasaban los minutos, Harry finalmente se rindió a sus visiones lujuriosas. Se limpió distraídamente las palmas sudorosas de las manos en los pantalones y luego se limpió la frente con el dorso de la mano. Pasó por un baño de hombres y pensó que lo mejor era pasar por allí antes de avergonzarse delante de las mujeres que dirigían el almacén. Mientras se paraba frente al lavabo, debatió si debía o no "ocuparse de sus asuntos" ahora mismo.
No. Esperaría. El hombre de pelo negro giró el pomo y se echó agua fría en la cara. Se inclinó por tercera vez cuando sintió una fuerte presencia detrás de él. Harry trató de levantarse como un rayo, pero una mano firme lo mantuvo agachado.
-Te he echado de menos-, le susurró al oído una voz baja y suave.
Harry no pudo evitar suspirar. Por fin. Y además en el momento perfecto. Pero de repente se le ocurrió que ese hombre que tenía detrás no era Lucius. Era su postura, su presencia y su olor lo que le decía. Sabía quién estaba detrás de él.
-Stephan-, dijo, sin poder ocultar la pequeña decepción en su voz.
-Hola, Harry-, ronroneó.
Harry se levantó rápidamente y giró para encarar a su ex novio.
-¿Qué te hace pensar que me llamo Harry?-, preguntó con voz nerviosa. -¿Y cómo has averiguado dónde trabajo?-.
-Por favor, Harry. Dame un poco más de crédito que eso-.
Pero Harry arqueó una ceja y se cruzó de brazos esperando una respuesta.
Stephan se burló y luego puso los ojos en blanco. -Muy bien entonces. Te he seguido esta mañana y yo...-
-¿Tú qué?-.
-Oh, por favor, Harry. No te hagas el sorprendido. ¿De verdad creías que podías ocultarme un secreto?-, dijo el otro hombre de forma juguetona.
Harry apretó los dientes y lo fulminó con la mirada.
Stephan dio un paso más hacia él. -Vamos. ¿No te alegras de verme?-, dijo mientras estiraba la mano para tocar el interior de la pierna de Harry.
-Basta, Stephan-, dijo él mientras apartaba la mano del joven.
-Vaya, vaya, señor Potter. ¿Por qué está tan malhumorado?-, dijo con una voz aguda de niña. Se acercó un paso más. -¿Es porque está molesto porque no le he llamado?-.
Harry dio un paso atrás. -¿Qué quieres, Stephan?-, dijo rotundamente.
Stephan le guiñó un ojo y se lamió los labios sensualmente. -Ya sabes qué-.
-Tengo trabajo que hacer-, dijo Harry, caminando enérgicamente junto a él.
El moreno agarró el brazo de Harry y lo hizo girar, pero Harry lo apartó de un tirón.
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THE KINKINESS OF HARRY
FanfictionRon le propone matrimonio a Hermione, y Harry sigue buscando hombres. ¿Por qué? ¿Será que no le están dando lo que realmente quiere? ¿Y cómo juega un papel un ex Mortífago en esto?. ---------------------------------------- Autor Original: roedhunt P...