Mientras Harry terminaba de limpiarse a sí mismo y a Lucius Malfoy, repasaba la última hora en su cabeza. Algo acababa de cambiar y cuanto más pensaba en ello, más convencido estaba. Esto no es lo que él quería.
Harry se sentó de nuevo sobre sus ancas, inclinó la cabeza y suspiró suavemente. El alto rubio percibió el cambio de comportamiento del chico. Ladeó la cabeza, mirándolo con curiosidad.
-¿Harry? ¿Estás bien?-.
El joven negó lentamente con la cabeza y luego se puso en pie. Antes de que Lucius pudiera preguntar, Harry se llevó la mano a la nuca y desató el collar de cuero. Lo miró fijamente mientras lo sostenía en sus manos.
-Me dijiste al principio que no harías absolutamente nada sin mi consentimiento-.
-Sí-, dijo Lucius con cautela.
-También dijiste que era mi elección y que las cosas que ibas a hacer las harías por mí-.
-Sí-.
Harry rodeó una espiga metálica con el pulgar. -Cuando ibas a enviarme lejos, sabías que iba a protestar-.
-Sí, supongo que sí-, admitió Lucius con un pequeño movimiento de cabeza.
-Esto...- Harry le tendió el collar para probar su punto -...es lo que realmente quieres. Quieres entrenarme para ser tu esclavo-.
Harry miró los ojos plateados que no traicionaban nada. Dio un paso adelante y dejó caer el collar a los pies del rubio.
-Búscate a otro-, dijo Harry con rotundidad.
Lucius permaneció en silencio.
-Adiós, señor Malfoy-.
Harry se dio la vuelta, invocó su ropa y volvió a su casa por floo. Lucius se quedó mirando la chimenea vacía durante una buena media hora antes de registrar lo que acababa de suceder.
[♡♡♡♡♡♡]
La semana siguiente pasó lentamente para Harry. Se volcó en sus tareas en el trabajo con la esperanza de olvidarse de cierto rubio. Pero fue inútil. Aunque su jefe, Arthur Weasley, apreciaba la dedicación de Harry, el carácter hosco del chico le preocupaba. Llamó al mejor amigo de Harry, su hijo Ron, con la esperanza de aligerar el ánimo de Harry. También fracasó. El viernes, Harry estaba absolutamente furioso. No sólo con Lucius Malfoy, sino también con él mismo, incapaz de dejarle marchar.
Harry se apresuró a llegar a casa después del trabajo, planeando ahogar sus problemas en el aire humeante de algún club olvidado. Abrió la puerta de su piso y encendió la luz. Harry se quedó helado. Un pergamino doblado estaba suspendido en el aire a no más de un metro delante de él. Harry cruzó el umbral y cerró la puerta, sin dejar de mirarlo. Las palabras aparecieron en cuanto se acercó a un metro.
"Tócame con tu varita".
Con los ojos todavía fijos en el papel, sacó su varita y la tocó ligeramente. En un instante, el pergamino se abrió y Harry contuvo la respiración mientras leía lentamente la familiar escritura.
Queridísimo Harry,
Gracias por abrir esta carta, espero que la leas con el corazón abierto. Quería aprovechar esta oportunidad para pedirte disculpas por mi inexcusable comportamiento del pasado fin de semana. Te ofrezco una explicación honesta sin intención de ganar tu perdón porque sé que no está justificado. Pero aquí está, sin embargo.
Tras la muerte de mi amada esposa juré que nunca más sucumbiría al amor. Me distancié de todo tipo de relaciones excepto de una. Los encuentros sexuales sin sentido. Mis gustos siempre han estado divididos por igual entre ambos sexos, pero con la pérdida de mi esposa, ya no podía mirar a otra mujer. Pensé que de alguna manera estaba borrando su memoria. Así que, debido a esto, elegí a los hombres.
ESTÁS LEYENDO
THE KINKINESS OF HARRY
FanfictionRon le propone matrimonio a Hermione, y Harry sigue buscando hombres. ¿Por qué? ¿Será que no le están dando lo que realmente quiere? ¿Y cómo juega un papel un ex Mortífago en esto?. ---------------------------------------- Autor Original: roedhunt P...