045

11 1 0
                                    

Un día.

Un día más sin sus hijos.

Un día más sin verles el rostro.

Un día más sin poder abrazarlos, darles besos, y pasar una tarde juntos.

Un día más sin MinHyuk y Yulia.

Sentía sus ojos picar de tanto que ha estado llorando. No podía más. Quería estar con sus hijos ahora mismo, pero al parecer había sido demasiado tarde.

Al llegar a la ubicación que había marcado el mapa, no encontraron nada. Jimin se había paralizado al ver que era el edifico en donde residía su hermano. Con más razón entro junto con el menor y Tzuyu, pero al entrar no encontraron ni a su hermano ni a sus hijos. Solo encontraron la computadora de yulia.

Todo estaba yendo de mal en peor y pronto se fue a saber entre todos que Yulia y MinHyuk había sido secuestrados y por su hermano. Porque si él no estaba por ninguna parte se convertiría en el primer sospechoso y más porque no ha contestado sus llamadas desde entonces.

La culpa seguía corriendo por las venas de Jin. Seguía recriminándose, aunque no fuera su culpa para nada, pero él lo sentía así.

No tardó nada en llegar a los oídos de Taehyung esa noticia. Él, tanto como Jisoo, reaccionaron de manera preocupada. Desesperado también había llorado, pues tampoco sabía dónde estaba y no se le ocurría nada para poder ayudar a encontrarlos.

Esos últimos días le había estado mandando mensajes al celular de Yulia sin saber que ella no podría responderlos por el simple hecho de estar secuestrada. También le preocupaba Min. Se podría decir que al ser pequeño podría ser el más afectado.

Los carteles había sido imprimidos y pegados en muchos lugares en donde la gente habitaba mayormente y también fueron entregados a muchas personas, pero aún así ninguno sabía de su paradero. Habían recurrido también a la policía, pues Tzuyu había dicho que esto era lo mejor. Ellas no eran policías eran detectives privados o algo parecido y no podían hacer mucho y cuando las cosas se ponían así, tenían que recurrir a las manos de las autoridades.

Tz: es lo mejor. -dijo con una mano en su cadera. Miraba a ambos pelinegros un tanto preocupada. El estado de ambos no era el mejor de todos. Tenían ojeras y los ojos rojos. Se veían muy cansados.

Jk: si...lo es. -murmuró y sin más se montó en el auto en conjunto con Jimin quien le siguió después.

Ya estaban hartos de esperar, pero tenían que hacerlo pues las cosas no sucedían de inmediato, aunque así lo quisieran.

Habían llegado a su casa y, con un silencio sepulcral, se bajaron del auto y se adentraron a esta. No querían hablar. Nadie lo quería hacer. Todo esto estaba mal y ellos lo sabían, pero no podían hacer nada más que esperar. Simplemente esperar.

Jm: voy a dormir. Estoy cansado. -dijo sin ganas y de manera cortante.

Jk: sé que no es lo que quieres. Sé que los quieres tener ya aquí, con nosotros. Pero no puedo hacer magia y hacerlos aparecer de una vez frente a ti. -él también estaba cansado y sabía que él mayor estaba irritado, pero él estaba harto de esta situación.

Jm: no te estoy pidiendo eso, solo te dije que iré a dormir.

Jk: lo dijiste de una forma como si estuvieras enojado conmigo.

Jm: solo estoy cansado. Eso es todo. -su tono seguía bajo. Sus ojos miraban los de su esposo, pero lo único que demostraban era cansancio e irritación.

Jk: te comprendo. Yo también lo estoy, pero no puedes actuar de esa forma. -intento acercársele.

Jm: ¿y como quieres que actúe si mis hijos están secuestrados seguramente por mi hermano? Me duele no tenerlos conmigo. Me duele no verlos aquí corriendo y jugando con nieve. ¿No entiendes?

Un Nuevo regalo Inesperado (completa) ~•kookmin•~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora