044

8 0 0
                                    

El carro se movía rápido mientras intentaban no chocar por todas las piedras y ramitas que habían en el camino, el cual era muy peligroso, ya que era el bosque y solo tenían la luz del auto para alumbrarse el camino.

Sojin no decía nada mientras estaba a su lado. Solo se quedaba mirando a sus pies y mordiéndose las uñas mientras temblaba por la calefacción del auto. No tenían ni un poquito de decencia para ponerle, aunque sea, un abrigo a la pobre castaña.

MinHyuk seguía durmiendo en sus brazos. Por lo menos seguía respirando. No quería saber la cantidad de pastillas que le había dado su pa- Jung-Soo para que se durmiera. ¿Ese hombre, ese monstruo, era su padre biológico? ¿Por qué? El miedo recorría sus venas mientras seguía esperando a que su hermano abriera sus ojos, pero aún así no pasaba. No habría los ojos.

Pero seguía respirando.

Eso era lo importante.

Yl: ¿a-a dónde vamos? -preguntó nerviosa, pues tenía mucho miedo.

Sp: a un lugar en el cual tus papás no nos puedan encontrar. -respondió Sara. Como odiaba a esa tipa. Se mantenía tan serena mientras los trasladaban a un lugar desconocidos para ellos. ¿No le importaba? Pero calor que no. No conocía a esa tipa y ya sabía que era un chica con un corazón negro como el carbón.

Yl: ¿por qué hacen esto? -sin embargo, Yulia siguió preguntando. No era de ocultarse las cosas. A pesar de haber desobedecido lo que sus padres le dijeron.
Metete a tu cuarto y hasta que nosotros no volvamos no salgas de allí. Fue lo que le había dicho su padre antes de irse.

Js: por razones que no entenderías. -la miró por el espejo retrovisor y vio sus ojos, los cuales reflejaban miedo. El obviamente ignoró esto.

Yl: soy tu hija. Como mi papá deberías de cuidarme, no secuestrarme. -siguió hablando.

Js: nunca fui un padre para ti. -murmuró enojado.

Yl: porque nunca intentaste serlo. -contestó en otro murmuró.

Todo quedó en silencio después.

Lo decía en verdad. Él nunca intento ser un padre para ella. Nunca la busco. Nunca se preocupó por ella. Siempre estuvo ausente, ni si quiera se apareció el día de su presentación con las porristas. Era un mal padre.

Rogaba en su interior que los encontraran y los salvaran.

Yl: ayuda. -susurró casi inaudible que creyó que nadie la escucharía.

Bueno, una castaña si la escuchó y pronto se sintió mal, pues no pudo hacer nada para poder ayudarla.

<<días atrás<<

Se quedo ahí, frisada, mirando como Sara venía caminando hacia ella con una sonrisa en labios. Pronto sintió todo su cuerpo temblar. No de la buena manera en la que ella recordaba o quisiera, sino en la manera de miedo y terror. Se acercaba cada vez más y más h ella no podía más que quedarse quieta.

Todo fue tan rápido que casi se cae cuando Sara la agarra del brazo y la empuja contra la pared y le mira con ojos bañados en furia.

Sp: ¿Que mierda haces aquí afuera? -preguntó enojada. Se notaba en su voz. Más gruesa que de costumbre.

Sj: Sa-Sara yo...yo no qu-quise... -su voz tembló.

Sp: eres una jodida idiota. -gruñó empujándola más hacia la pared- ¿como saliste? ¿Quien te ayudo? -seguía preguntando. ¿Enserio la gente que pasaba por allí no se preguntaba a qué carajos pasaba con esas dos chicas o es que era tan normal que nadie se inmutaba?. Por sobre el hombro de Sara pudo ver a la persona que le ayudó. Quiso responder, pero Sara no le respondería- ¡responde! -grito exasperada.

Un Nuevo regalo Inesperado (completa) ~•kookmin•~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora