037 (back home)

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Yeji le dio un último beso a Jisoo y después se retiró de su casa. Se suponía que ahora estaba bien y que no tenía porqué seguir allí bajo sus cuidados. Estaba bien. Se encontraba bien, así que decidió irse.

Rs: recuerda que vamos a estar aquí siempre que lo necesites. -sonrío Rosé amablemente.

Yj: lo sé. Gracias. -le devolvió el gesto.

Las tres se abrazaron y al separarse Yeji se fue de allí. Le dijo adiós a esa casa y a las personas que vivían ahí y simplemente empezó a caminar de regreso a su casa con su mochila colgada en su hombro.

Sus pies iban en calma y ella también. Se podía decir que estaba tranquila y en paz al saber que, quizás, por mucho tiempo pueda vivir en paz con su familia y después de todo pueda seguir viviendo feliz con ella. Ya quería verlas, a sus madres y a su hermanita. Aunque no haya nacido, pero pronto va a nacer.

Sonrío por lo lindo que se veía ser hermana mayor. Le recordaba mucho a Yulia y a MinHyuk, pues ambos era muy buenos hermanos y se notaba que ella lo quería demasiado, a pesar de la realidad, pero después de todo seguían siendo hermanos. Ella quería algo así, deseaba algo así y así lo tendría pues no podía esperar por poder tenerlo al fin.

El camino era un poco lejos, así que se sentó en una parada del bus a esperar. Habían más personas allí, pero eso no le importó, ya se estaba recuperando y estaba aprendiendo que no tenía porqué tener miedo, pues tenía a personas a su lado que le demostraban día y noche que la querían con todo y sus defectos, con todo y sus errores. No tenía que temer, solo miraba al frente y sonreía porque sabía que ella estaría ahí a su lado y que jamás la dejaría.

El bus se estacionó frente y todo empezaron a subir. Ella les siguió y pronto se sentó al lado de una ventana y se colocó sus audífonos para poder disfrutar del viaje con atención y paciencia.

Volvería a casa.

Estaría en casa.

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El timbre fue tocado y una pelirroja fue a abrir la puerta. Llevaba un bowl en manos, pero eso no la detuvo. Pensó que sería una visita cualquiera, pero al abrir la puerta se topó con la persona que más extrañó en su vida. Con la persona que le hacía mucha falta día y noche. Se topó con su hija. Su hija querida.

Ch: ¡Yeji! -sonrío y la abrazó olvidándose del bowl que anteriormente se había caído de la emoción que le recorrió al ver a su hija en frente- mi amor. -murmuró en su cuello. La apretaba en brazos penando que en cualquier momento se desvanecería h que en cualquier momento desaparecería de su vista de nuevo- te extrañe mucho.

Yj: yo también ma. Yo...también. -respondió el abrazo como siempre supo hacer. También con miedo pensando que se iría de su lado si la soltaba.

Ch: no sabes cuánta falta nos hiciste. -ya había empezado a llorar. No supo cuándo, pero ya lo estaba haciendo.

Yeji no dijo nada y simplemente se dejó abrazar por su madre. Se dejó querer. Se dejó hacer por primera vez con ella.

Después de ese reconfortante abrazo, se sentaron en la mesa y empezaron a hablar. Empezaron a compartir entre ella y a saber que había pasado en sus vidas mientras estaban lejos. Se habían extrañado por mucho tiempo, lo bueno era que aún había lugar para ella en esa casa y que nadie la había reemplazado. Se sentía en casa otra vez. Se sentía en su hogar. Solo faltaba ver a su otra mamá y estarían por completo en familia.

Yj: ¿y mamá? -cuestionó con una sonrisa.

Ch: está durmiendo. Se levantará más tarde, así que ¿por que no me ayudas a preparar la comida? Así cuando se despierte se lleve una gran sorpresa. -le sonrío tomando su mano por encima de la mesa.

Un Nuevo regalo Inesperado (completa) ~•kookmin•~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora