Siempre me han encantado los terrenos desconocidos.
Llega la noche, mi madre, hermana y yo nos alistamos, una gran canasta para sus cosas y las capas para taparnos bien la cara. Emprendemos el camino en el bosque, con tan solo la luz de la luna iluminando nuestros caminos—Entonces...
—No mamá, no sé quién es el chico
—¿Cómo sabes que preguntaría eso? La vidente soy yo, ¿Entonces que decía la carta?
No podía mentirle a mi madre, ella se daría cuenta, pero tampoco le podía decir la verdad, más bien, no quería
—Decía que me merezco las flores solo por existir, y que le gustaría que nos escribieramos, solo eso
—Uhhh, ¿Y lo harás?
—Si mamá, pero por favor, ya no quiero hablar de eso, ni que intentes verlo, por favor
—Ya, ya, entiendo, pero siempre con respeto
Yo solo asiento, queriendo dejar por la paz este tema, llegamos al lugar, pasamos por la cortina, es una tienda iluminada por velas, hay muchas cosas, plantas, más velas, libretas, instructivos sencillos, frascos, sogas, saumerios, más capas, caracolas, frascos llenos de insectos, moras como las que llevo mi amiga el otro día, materiales para coser, para curar, cómo los que mi abuela tiene en la cocina, muñecos, gnomos, relojes, sales, contenedores, huesos de aves, entre muchas y muchas cosas más
Nos quitamos la capa, saludamos a la gitana anciana que vende, no sé su nombre, ni ella los nuestros, así es mejor
Mi madre y Royce empiezan a tomar sus cosas, mientras yo empiezo a mendigar, me detengo en las velas
—Mhhh, una hija de la luna sin camino— se acerca a mi la gitana, me huele, toma mi brazo con fuerza—Escuchame bien linda, si empiezas a controlar todo el caos que está en tu interior no habrá quien te detenga, no le tengas miedo que no tiene nada de malo, solo tienes que concentrarte
Yo le sonrió—Me llevaré unas las velas rojas y negras que tenga, por favor
Pienso que ella tiene razón, ¿Por qué tendría que tenerle miedo a algo que está dentro de mi?, El caos que pasa por mis venas, el poder que recorre hasta el último de mis poros. Toda mi vida me sentí mal por eso, cuando no tiene porqué ser así, por alguna razón las palabras de la anciana me hacen entrar en confianza, de saber que eso me habria pasado hubiese venido desde hace años
Aún así recuerdo esas veces dónde mi familia insinuaba que dañaba a la gente solo a mi beneficio y en eso, tienen razón
.
He salido a la oficina de correo para dejar mi carta junto a Canelita, a ella le gusta salir de la casa tanto como a mi, aparte así me ahorro las miradas y cuchicheos de mi familia, camino hasta los límites del pueblo, tan solo para conseguir la maravilla que es el café, tengo que venir hasta acá porque es el único lugar que lo vende y sabe exquisito, aún que a mí familia solo le guste el estupido té.
Camino a casa, hasta que paso por afuera de una sastrería de vestidos, al ver los modelos mostrados, me fijo en el vestido rojo más lindo que he visto, decidida entro, pido el vestido y procedo a probarmelo, la señora Himelda, la costurera, le hace los arreglos para que me quede a la perfección, no son muchos, queda listo y me deja mirarme en el espejo
Es largo, con encaje negro hasta abajo y en la parte superior, el corset incluído, el listón enfrente y negro igual, unas mangas caídas, es simplemente perfecto, me lo quito y luego Himelda me lo pone en una caja para llevármelo
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No en esta vida
RomanceLa vida en la época de 1800, en un pueblo en Inglaterra llamado "Chastity", Yaiza entenderá que en ocasiones no hay que morir para estar en el mismo infierno y la vida la obligara a convertirse en la villana de un cuento de hadas que no le dio su "F...