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Estar con Kyle se siente calido, como si a mi alma le dieran un lindo abrazo que curase heridas que yo no puedo, era real pero se siente como un sueño, del que desearia jamas despertar

No tengo mucho amor para mi, ni para dar aun que fuese prestado, pero eso parece no importar cuando estoy con él 

—No

—Por favor, Kyle 

—He dicho que no, ¿Habra algun día que no cuestiones mis decisiones? 

—Sabes que no— me hace una mueca—Esta bien que quieras acompañarme hasta mi casa, pero deja que Adam te deje en la tuya después 

—Me ire caminando después de dejarte en TU casa, no es mucho de todos modos 

—Son como 25 minutos caminando, no seas ridiculo 

—Esa es mi condición, cuando vamos en mi carroza tu pones la tuya, como no dejarte hasta tu casa

Me llevo las manos a la cara mostrando indigancion, pues es demasiado terco, lo dejo ganar, pero no quedo conforme 

.

La culpa de mis actos y emociones parecen cadenas que cuelgan de mis pies, pesa tanto que no me deja caminar en paz, duele tanto que me hace lagrimear, y ocupa tanto espacio que parece que me deja sin respirar

La culpa muchas veces me parecio solo un obstaculo, ese remordimiento que no deja que haga las cosas que deseo, pero esta vez, no le tengo despreció pues se que es por mis acciones que esta aqui, comiendose mi cerebro, paralizandome 

Merezco esta culpa que me sigue

.

Es la hora de la cena, me siento como de costumbre, pero sin decir mucho, pues no me siento con animo

Canelita jala un poco de mi vestido, le sonrio y me levanto— La voy a llevar afuera— aviso 

Así las dos salimos, ella con entisiasmo moviendo su cola, pero al estar afuera noto una ligera discusión, entre Adam y el señor Ethan 

Me acerco, pero no notan mi presencia, noto que tienen entre sus manos una carta, lo que llama mi atención

—¿Que pasa aquí? — con mi llamado ambos se paralizan, con un poco de temor—¿Señor Playfair?

—Es el señor Wilding, quiere darle esa carta a lord Wytte pero es para usted

—Si me permite defenderme, lady Wytte, usted nos pidio que le dieramos solo las cartas que son para usted, que digan Yaiza Wytte, pero esta dice Owen Wytte

—Mi lady, la manda su escuela

Yo abro los ojos sorprendida, ¿Como no lo pensé? Seguramente es la razón por la cual hoy no tuve clases

Me acerco a ellos y estiro la mano pidiendo la carta, el señor Wilding me la da, tiene razón, es para mi padre, pero si se la doy estaré en problemas 

—El señor Playfair tiene razón, es para mi esta carta, es de mi escuela, y si no me piensa hacer ese favor que le pedí, señor Wilding, digamelo 

—N- no es eso mi lady, disculpe, pero pensé que era lo más sensato dársela a su padre 

—Lo entiendo, pero a la proxima hagale caso al señor Playfair, el lleva más tiempo aquí 

Asiente un poco enojado, pero me estira otra carta— Esta también es para usted y disculpeme de nuevo 

—Solo... no se lo mencione a mi padre, ¿Podría hacer eso? 

—Claro que si— hace una ligera reverencia y se aleja 

No en esta vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora