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¿A donde corro cuando todo parece ser precipicio?  

El aviso de mi padre me toma por sorpresa, frunzo el ceño pues creo haber escuchado mal, pero su expresión sería me confirma que no fue así 

—¿Yo por que?— pregunto mientras hago a un lado mi comida, mi hermana hace lo mismo 

—Bueno, sabemos que le caes muy bien a Jacob y aquí pone— toma la carta— "Nos encantaría que tu familia más cercana viniese, sobre todo Yaiza, le tengo una sorpresa, por favor asegúrate de que asista" — termina de citar

—Bueno, que le de el estúpido regalo a Royce, que ahora a su hijo le gusta ella— no desaprovecho la oportunidad de ver mal a mi hermana, quien me pone en blanco los ojos—¿Y los reyes? 

Mi padre de mala gana lee la otra carta— "Esperamos lo más pronto posible su respuesta, postdata; La presencia de su hija mayor es obligatoria" 

Me quedo pensante, ¿Por que los reyes me querrían a mi? Viene a mi mente el recuerdo de aquella charla que tuve con la reina, ¿Sera por eso? Lo más probable es que si, lo que pensé que había sido una platica sin importancia posiblemente  es la razón por la que soy solicitada 

Mi hermana se levanta diciendo que ya acabo, pero no es así, su plato esta prácticamente lleno 

Rápidamente dejan de hablar de mi— ¿Royce ha comido bien? No quiero que se vuelva a desmayar

—Si, si ha comido bien— miente mi madre 

Mi papá al estar dudoso me mira, esperando una respuesta, no quería mentir, no quería que me siguieran involucrando en esto—No me he fijado— digo mientras sigo comiendo 

—Entonces deja de comer por unos minutos y ponle atención, que eres su hermana mayor, debes cuidarla 

Lo soy, pero no soy su cuidadora, al fin de cuentas no entendía porque me regañaban a mi por no vigilarla pero a ella no le dicen nada 

Están tan inmersas en ella, que no notan que yo tengo mis propios problemas 

Dejo la cuchara en  mi plato, lo que ha dicho me hizo sentir jodida 

Me pongo cabizbaja, ni siquiera tengo la fuerza para defenderme, no de esto 

Mi padre se levanta enojado, no lo culpo, solo se preocupa por su hija, lo malo es que se olvida de la otra 

—No le hagas caso, hija, no quiso decir eso — madre también se levanta y se va 

Me trago mis ganas de preguntarle porque es que él no me quiere

En cambio, cuando ya nadie esta a mi vista, me acabo con desesperación mi comida, con ganas de más, voy a la cocina, donde tomo una cuchara y como de todo, un pastelillo, un pedazo de pan, un pedazo de pastel, otro plato de comida 

Me sentía llena, ya no podía comer más, pero no podía evitar seguir comiendo, seguí comiendo hasta que siento nauseas

Luego de eso voy a mi habitación y me miro en mi nuevo espejo, me quito el corset, el vestido, deshago mi peinado y restriego mi cara, un poco frustrada, luego retiro mi ropa interior 

Madre Lilith me había enseñado a amar mi cuerpo y a ignorar los comentarios de mi familia, pero no siempre es fácil 

No es fácil verme en medio de todo 

Aun no me agradaba el no poder subir más de peso, o el no poder bajar, aun así todas las noches me recordaba que no debía importarte 

Que debía amarme 

No en esta vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora