No en esta vida

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Al final las almas gemelas se encuentran, porque tienen el mismo escondite - Robert Brault 

Después de un cumpleaños de mierda, me esperaban cosas peores

Me arreglo, me pongo el vestido que padre me indico y salgo a la sala, el pintor ya esta en casa, preparando sus materiales y lienzo; Nos preparamos para un nuevo retrato, este es el más importante

Me coloco en mi lugar, padre me detiene— Tu iras en medio esta vez, en la silla— me dice, yo nerviosa, tomo el lugar, esto del titulo se hace cada vez más real, miento si digo que no me siento aterrorizada por eso— Pinta primero al perro— pide mi padre

Sonrió ante el detalle, ellos saben lo importante que es Canelita para mi, todos nos mantenemos quietos por horas, me siento entumida y cansada

Tocan la puerta y el mayordomo se apresura a abrir

¿Por que podía sentirlo? ¿Por que puedo percibir de una manera tan fuerte su energía?

Cierro los ojos, despejo la mente y lo escucho, lucho contra las ganas que tengo de voltear a verlo con entusiasmo

Saluda a mis tías, lo siento tan cercas, pero tan lejos a la vez, aun así me sigo poniendo nerviosa, Canelita no resiste y corre con él

—No se preocupe, ya acabe con la mascota— comenta el pintor

Me mantengo seria—¿Donde esta tu dueña?— pregunta curioso, lo suficientemente fuerte como para escucharlo

¿Por que pregunta por mi? Solo logra confundirme más

—¿Como va?— cuestiona mi padre

—Increíble, tiene una familia hermosa, mi Lord

¿Eso somos o eso dejamos ver? Seguía convenciéndome día a día que el resto de familias son así, que tienen problemas o que no son perfectas

¿Pero entonces porque me resultaba tan extrañamente raro la forma en la que se comporta la familia de Val?, ¿Por que me sorprendo o incluso me incomodo al no escuchar gritos o regaños?

Siento como él entra a la habitación, siguiendo a mi mascota, se disculpa con padre por la interrupción, no lo miro por nada, me mantengo concentrada

—No se preocupe, Sr. Coote, ya sabe como es esto, tardado, tengo entendido que mi sobrina lo ha invitado

—Si, así es, por su cumpleaños, ya sabe, pero no se si soy el único invitado— ríe nervioso

—Oh no, de igual manera invito a Daniel, el amigo de Yaiza— dice mi madre

Puedo sentir su enojo

—Bueno, aun que no lo invite ese joven vive en esta casa prácticamente

—¿Tu como lo sabrías si nunca estas?— digo sin intención a mi padre, me arrepiento de pensar en voz alta, pero no me gustaba que hablaran de esa manera de mi amigo

Padre suspira, ¿Que podría decirme?, ¿Podría negarlo? Si él siempre sería un adicto al trabajo y un desconocido para sus hijas

—¿Les parece si tomamos un descanso?— interviene mi madre, el pintor acepta, me sirve para verlo

Me devuelve la mirada y me sonríe, siento el rubor y los nervios, desvió la vista, como quisiera poder enojarme con él

Me levanto y Canelita me sigue, ambas vamos a la biblioteca, quiero tomar un libro, que para mi suerte, esta demasiado arriba

Voy por la escalera, esta pesada pero logro colocarla, con nervios la subo, me sudan las manos, no me considero una mujer de baja estatura, pero ese libro aun parece a metros de mi, me estiro lo más que puedo, estoy a centímetros de tomarlo, se balancea la escalera, pero aprovecho eso y tomo el libro