Capitulo 19

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No sabría decir qué me llevó a tomar aquella decisión en la enfermería.
Había guardado demasiados secretos durante demasiado tiempo en la creencia de que era el mejor modo de proteger a Tae, pero ocultar esos cortes no lo protegía lo más mínimo. Yo no había sido capaz de detenerlo, y me preguntaba en realidad si no sería culpa mía que hubiera empezado.

Nada de esto sucedió hasta que me curó tras el accidente. ¿Qué habría
ocurrido de haberme dejado allí herida? quizá me habría recobrado y tal vez ella estaría perfectamente a día de hoy.
Me quedé en la clínica mientras Jungkookie iba en busca de Alberta. Él no vaciló ni un segundo en cuanto le revelé el paradero de Tae. Salió disparado nada más saber que el príncipe estaba en peligro.

Después de aquello, todo se movió como una pesadilla a cámara lenta. Los minutos se desgranaron despacio mientras yo esperaba. Se levantó un alboroto cuando Jungkook regresó con mi amigo en brazos, inconsciente.
Todos quisieron sacarme de allí. Había perdido demasiada sangre e
hicieron todo lo posible por acometer la difícil tarea de hacerle recuperar el conocimiento mientras conseguían a un proveedor a fin de que pudiera alimentarse en cuanto lo trajeran. No fue hasta bien entrada la medianoche de la Academia cuando alguien decidió que se hallaba lo bastante estable
como para permitirme una visita.

—¿Es cierto? —me preguntó cuando entré en la habitación. Él yacía tendido en el lecho con las muñecas fuertemente vendadas. Sabía que había bebido mucha sangre, pero a mi juicio todavía estaba demasiado pálido. —Me han
dicho que fuiste tú quien los avisó.

—Tuve que hacerlo —respondí, temeroso de acercarme demasiado. —Tae... esos cortes tuyos son cada vez peores, y después de haberme curado y haber tenido una discusión con Seokjin... No podías manejar eso tú sola, necesitabas ayuda.
Él cerró los ojos.

—Seokjin, de modo que lo sabes... Estás al tanto de eso, por descontado cierto. Lo sabes todo.

—Perdona, sólo quería ayudar.

—La señora Karp insistió en mantener el secreto, ¿lo has olvidado?

—Ella se refería a las otras cosas. Dudo que ella quisiera que te
autolesionaras.

— ¿Les has hablado de las otras cosas? Negué con la cabeza.

—Todavía no.
Ladeó la cabeza para dirigirme una mirada gélida. —Todavía. Pero vas a
hacerlo.

—Es mi obligación. Puedes curar a otras personas, pero eso te mata.

—Te sané a ti.

—Al final me habría puesto bien de todos modos. Un tobillo se recupera. No merecía la pena que te pusieras tan mal para sanarlo, y creo que fue así cómo comenzó, cuando me curaste por primera vez.

Le detallé mi revelación sobre el accidente y cómo tanto los poderes como la depresión habían comenzado a partir de ese momento. También observé que nuestro vínculo se había establecido a partir del percance, aunque todavía no era capaz de comprender del todo la razón.

—No sé qué va a suceder, pero esto nos supera. Necesitamos ayuda.

—Se que me llevarán —respondió Tae de forma tajante, —como a la señora Karp.

—Van a intentar ayudarte, o eso creo. De hecho, ya están preocupados.

Voy a hacer esto por ti, sólo deseo tu bien.
Él me dio la espalda. —Vete.
Y eso hice.

Le dieron el alta a la mañana siguiente con la condición de que debía regresar todos los días para hablar con un orientador. Jungkook me informó de que también habían planeado administrarle alguna medicación para ayudada con la depresión. Las pastillas nunca me habían hecho mucha gracia, la verdad, pero iba a recibir con agrado cualquier ayuda para él.
Por desgracia, algún estudiante de segundo año se hallaba en la enfermería para ser asistido de un ataque de asma y había visto a Tae con Jungkook y Alberta.

Academia de Vampiros (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora