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Una semana de suspension para Amber y dos para Sam. Se lo veían venir. El consejo estudiantil no estaba nada contento con esa pelea. Habían sancionado a todos, pero sin duda alguna Sam era la que tenía la suspensión más larga.

De igual forma, Amber había decidido faltar a la escuela durante la semana que Sam seguía suspendida. Por fin volverían a la escuela ese día.

─ ¿Como te sientes?─ Amber apareció en la habitación de su hermana. Sam se habia quitado la venda de su brazo y se dio la vuelta para para mostrarle su cicatriz. Una muy grande, que era bastante notoria en su brazo.

─ Cada vez que veo esto la culpa me carcome. Es todo mi culpa y no hay nada que haga para que piense lo contrario. Incluso tu tienes esa marca en tu ceja.─ se puso una chaqueta para cubrir su brazo. Amber se toco su cicatriz en la ceja. Había bromeado con que la hacía ver más ruda, pero en el espejo no gustaba para nada aquella marca.

─ Y no me la puedo cubrir ni con maquillaje. ─ Amber se fijo en su aspecto en el espejo. Su ceja seguía teniendo las marcas de los punto y si te fijabas la de su nariz también tenia un corte que se estaba tardando en cicatrizar. En esas dos semanas que no habia salido, habia decidio cortarse y teñirse el cabello. Ahora lo tenia negro, lo que acentuaba sus marcas en la cara. Y la hacía ver muy pálida. Daniel no se podía acostumbrar a ese color de cabello.

Para su sorpresa la escuela estaba mucho más asegurada. En cada puerta revisabn las mochilas y habían guardias de seguridad. Sin duda alguna, el consejo estudiantil había tomado medidas en el asunto. Sam le dijo a su hermana que entrara primero, ella necesitaba fuerzas y no quería retrasarla.

Amber fue recibida por Moon y Yasmine, quienes la esperaban dentro.

─ Dulzura─ Yasmine la abrazo─ Mira lo linda que te ves. Te queda genial el negro. Muy ruda.

─ ¿Segura que estas bien?─ Moon le pregunto. Ella habia notado sus dos cicatrices en la cara. Pero sobre todo veía la tristeza en los ojos de su amiga.

─ Si. Sam esta más afectada que yo. No quiere que a cada rato le pregunte como esta, ni que la siga. Dice que la pena no le gusta. Así que no la inunden de preguntas.

Demetri se acerco al grupo de chicas. Estaba feliz de ver a Amber, le había dado su espacio y solo le había mandado las tareas de las clases en las que estaban juntos para que se complete y no pierda el ritmo.

─ Hola─ sonrio hacia Amber─ Se que no quieres que te diga lo siento. Pero lo seguiré repitiendo hasta que me harte. No tendrías esas marcas si yo no hubiera dicho todo eso por el micrófono.

─ No te culpo de todo esto. Mi doctor dijo que el de la nariz desaparecerá eventualmente . Es el de la ceja el que me preocupa. Me veo horrible, podría hacerme un piercing para taparlo. ¿Me quedaría bien?

Moon rio y Yasmine esbozo una sonrisa, pero le prohibió a Amber hacer tal cosa.

─ Sam se fue─ aviso Demetri. La había estado mirando desde el grupo apartado. Había visto como no había aguantado estar ahí.─ No pudo ni subir las escaleras. ¿Deberíamos ir por ella-?

─ No. Sam estará bien. Pero es demasiado para ella. Yo ya no puedo faltar a clases o me suspenderán por faltas. Le dire a papá. ¿Te cruzaste con...?

Demetri sabía a quien se refería. A Eli. Últimamente Amber le había preguntado mucho por él. Seguramente quería asegurarse que no le molestara, pero en realidad Hawk no lo había hostigado hasta el momento. Quizás se había aburrido.

─ Si y no te preocupes. No paso nada.

Moon guio a Amber hacia su clase. Ambas notaban las miradas de todos encima de ellas. Sobre todo en Amber. Era la hermana de quien habia ocasionado la pelea. Samantha LaRusso era la mala. Eso creían todos. Tory habia gritado a los cuatro vientos que Sam se habia besado con Miguel y ese fue el detonante de todo. Todos lo sabían.

─ Ya se les olvidara.─ le calmo Moon, acariciando su hombro a modo de tranquilizarla.

─ No me importa que se me queden mirando. El anterior año sucedió lo mismo por Kyler. Esta gente se preocupa del chisme y nada más. Estoy segura que se olvidaron que Miguel esta en terapia intensiva peleando por su vida.

Amber habia tratado de ir todos los días al hospital, pero cruzarse con la madre de Miguel era algo que no queria hacer. Miguel no despertaba aun. Pero ella sabia que lo haría. No podia irse asi sin más.

(...)

Solo había una clase a la que le daba terror ir. Y era español. No solo porque no la compartía con alguno de sus conocidos. Sino porque se cruzaba con Halcón.

Al entrar al aula todos se quedaron callados para darle miradas. Habían varios asientos vacíos pero de repente no quedó ninguno. Todos pusieron sus cosas encima para que no se sentara cerca de ellos. Genial. Estaba quedando como una ridícula parada en frente de todos sin tener donde sentarse.

Pero Amber no bajo la cabeza, su padre le había enseñado a no hacerlo, y camino hacia la última fila. Al lado de la última persona de la que quería estar.

— Genial— murmuró Halcon, dándole un vistazo rápido y alejándose un poco. Amber pensó que se estaba alejando de ella, pero en realidad le estaba dando espacio para que pudiera sentarse.

— Yo tampoco estoy muy contenta— le recriminó Amber, golpeando el asiento con su mochila y sentándose.— Soy persona no grata y me parece que a ti no te dicen nada. No es justo.

Halcón la miró detenidamente y vio su ceja. Noto el cambio en su cabello y también que Amber no lo miraba. Ni siquiera siguió hablándole. Había sacado sus cosas y lo ignoro. Su orgullo le dolió.

¿Como sus sentimientos podían estar intactos? Era imposible. Quería odiar a Amber, quería sacarla de su cabeza y dejar de pensar en ella todo el tiempo. Pero no podía. Estaba perdidamente enamorado de ella. Tenía que alejarla lo más posible. Sus sentimientos lo hacían débil. Él no podía ser débil. Los débiles tienen piedad y él era Cobra Kai. No tenía piedad.

— Mira, princesita— ese apodo despectivo a Amber le enfureció, tanto que puso los ojos en blanco.— A mi no me dicen nada porque no hice nada. En cambio tu hermana besó a alguien que tenía una relación estando ella en una relación. Todo lo sucedió es su culpa.

— Miguel también la beso. Que yo sepa no la alejo. ¿Porque la culpa es solo de ella? ¿Porque no puede ser también tu culpa? Que yo sepa  no paraste la pelea. Y mira, pajarraco. No me vuelvas a decir princesita. Porque me limpiare las manos con mi carta de compromiso que firme para volver a la escuela y te meteré una buena golpiza en el pasillo delante de todos.

— Quisiera verte intentándolo. Soy intocable. Toda la escuela sabe que Sam es violenta. No sería lindo comprobar que su hermana igual lo es.

Halcon le dio una sonrisilla malévola. Guardo sus cosas de manera minuciosa. Lentamente, sintiendo como Amber se quedaba petrificada. Se levantó bajo la mirada de Amber y se fue a sentar al lado de otra muchacha, que parecía encantada de compartir asiento con él.

Amber se quedó sola mientras los miraba a ambos. Definitivamente odiaría esa clase. Era la primera vez que se sentía tan sola y tenía una sensación en el estómago, una que jamás había sentido y que no le gustaba para nada

The last punch  || Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora