The last punch || Cobra Kai

22

Amber estaba dudando de esa terrible decisión. Pero no había vuelta atrás. O quizás si, pero se negaba a tomarla. Estaba en la puerta de Cobra Kai apoyada en la pared, esperando a una sola persona.

— Hawk— gritó cuando lo vio llegar en su motocicleta, a unos escasos metros de ella.

— ¿Que paso, princesita? Otra vez te ignoraron y decidiste venir acá.— se sacó el casco y rio sarcástico.

Amber se acercó con zancadas. Hawk titubeo. Se veía imponente y furiosa. Jamás la había visto así. Era una faceta desconocida que, no negaría que, le gustaba.

— Robaste el dinero, maldito pajarraco. Devuélvelo, es para Miguel.

— Usaron la imagen de Miguel para su propio beneficio. Ese dinero se usará en él pero no de parte de ustedes.

— Le diste una paliza a Nathaniel.

— Era lo mínimo que podía hacer. Le arregle un poco la cara.

¿Acababa...? Amber movió la cabeza impresionada. ¿Que acababa de decir? No podía creerlo. Una pizca de desilusión se hizo presente. Y que feo era ese sentimiento.

— ¿Quien eres? No te reconozco. No te conviertas en esto, Hawk. Sabes que eres mejor.

— No sabes de lo que hablas. No sabes quien soy.

— Claro que si. Yo te conozco. Nos conocemos. Este no eres tú. Quiero que vuelva el Hawk antiguo. Al que yo quería. Al que yo conocí.

Hawk titubeó un poco. Había dicho "al que yo quería". ¿Lo quería como él a ella Seguramente que no. Era estúpido si quiera pensarlo.

— Este soy yo, Amber.

— Claro que no. No lo eres. Tarde o temprano te darás cuenta. Solo espero que no sea demasiado tarde. Porque estarás solo.

— Púdrete, Larusso.— lo dijo a modo de protección. Pero se arrepintió de inmediato cuando noto el impacto de sus palabras en ella, que le miró dolida.

— Muy bien.

Amber se dio la vuelta y camino de vuelta a su auto. Estaba temblando. No debería haber ido. Sus impulsos siempre le ganaban. Pero no había podido pegar un ojo pensando en Eli, en lo que había hecho. Era difícil de creer en lo que se estaba convirtiendo. No podía sacárselo de la cabeza. Y le resultaba doloroso ver cómo ambos se alejaban el uno del otro.

Miró hacia atrás, Hawk la seguía mirando. Pero le desafío con la mirada. Ella levantó el mentón y se metió a su auto. Decidió volver a mirar hacia el chico, pero él ya no le tomaba atencion, ni siquiera seguía ahí.

Sam la esperaba en la puerta de Miyagi Do. Sabía que su hermana había ido a ver a Halcón. Pero no se lo dijo. No tenía sentido. Amber sentía lo que sentía y ella no era quien para impedírselo.

— Todos están acá. ¿Que te parece su lidéranos el entrenamiento juntas?

—Me encantaría.— Amber trató de sonreír, pero aún estaba un poco dolida. ¿Porque se sentía de esa manera? Era claro que no iba a conseguir nada.

Al menos, la relación con Sam había mejorado. Eso a Amber le satisfacía. Amaba poder apoyarse en su hermana y que ella también se apoyase sin dudarlo. Juntas realmente hacían un buen equipo.

— Creo que esto no funcionara— Demetri se acercó al dúo. Después de una larga discusión para intentar entrenar— Todos estamos muy impacientes y con miedo. Necesitamos a Daniel.

— Haremos que funcione. Podemos hacerlo nosotros solos.

— Diría que si— respondió Demtri rascándose la cabeza— Pero no somos exactamente los mejores peleadores. En otras palabras apestamos.