PARTE 6

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Estaba en clara desventaja, si usaba las ramas, su oponente las volvería a quemar, su única ventaja era su defensa, sin embargo, su oponente era tan rápido que su defensa no podría seguirle el ritmo.

«No tengo más opción, que aprovechar al máximo mi magia»

¡Es hora de acabar con esto! Dijo el sujeto, lanzando una bola de fuego. Sorprendido al ver que Rion, pudo esquivar su ataque tan fácilmente, dijo mientras recogió su espada del suelo.

—¡No eres un oponente fácil, no recuerdo la última vez que alguien me ha satisfecho en combate!—Dejo soltar una sonrisa sanguinaria.

—¡Trata de seguirme el ritmo! Por favor.—Su rostro pretencioso daba a saber su superioridad sobre Rion.

—¡Odio preguntar más de una vez! Pero, haré una excepción. ¿Quién eres? ¿Por qué nos vigilabas?

El silencio de Rion, solo enfureció a su oponente, este pensó diez maneras en las que podía quitarle su máscara y torturarlo hasta que dijera la verdad.

—¡No tengo tiempo para esto! Soy una persona ocupada. Contesta mi pregunta o muere.—Expreso mientras atacaba ferozmente a Rion.

Viéndose completamente acorralado, removió sus mangas, dejando la mayor parte de su brazo al descubierto. Un aura brillante de color verde lo envolvió, la tierra a su alrededor empezó agrietarse. Pedazos grandes de tierra fueron despegados del sueño y lanzadas a su oponente.

La ropa suprimía la amplitud de sus hechizos. Los maestros de tierra y agua usan el control del flujo. Normalmente, dejan sus manos y piernas descubiertas para un mejor control. Una sonrisa sarcástica se dibujó en el fino rostro de su oponente, movió su cuerpo, sus pies y sus brazos posicionando su defensa.

¿Hay una alta diferencia de habilidades entre ellos dos? La respuesta es no, la brecha que los separa en habilidad es casi nula, había dos razones por la cual Rion perdería el combate si este se alargaba más.

Mientras que Rion, peleaba desesperadamente por escapar, con la intención y preocupación de que algo malo le haya sucedido a Valían, su oponente batallaba por matarlo mientras disfrutaba el combate.

La preocupación le hacía imposible concentrarse en el combate, cansado y exhausto, Rion llevaba un agotamiento ya resentido, mientras su oponente estaba descansado y con todas las energías a tope. Es un combate que en otra ocasión sería divertida para ambos, sin embargo, en este momento lo primordial era escapar.

Usando sus últimas gotas de maná, alzó tres muros de tierra, lo suficientemente altas y gruesas para poder darle el tiempo de escapar. ¿Quién sabe? Tal vez fue flojera reventar el muro o simple disgusto por rodear el muro, pero su oponente no lo siguió, dejándolo escapar sin más.

¿Qué se supone que fue eso? Se fue sin responder mis preguntas, dijo irritado, viendo el inmenso muro de tierra.

—¡Lo subestimé! Su hechizo cubrió más alcance de lo esperado. No es algo que cualquier persona pueda crear, sería un fastidio esforzarse en rodear el muro y me da flojera subir el muro. ¿Qué debería hacer?

—¿Lo dejarás escapar?—Pregunto una voz por detrás de él.—¡Si me hubieras dejado descansar lo suficiente! Tal vez tendría energía para seguirlo.—Respondió con tranquilidad.

—¡No es momento para quejas! Debemos llegar cuanto antes al palacio.—Contesto el hombre.

—¡Eh! ¿Espera dejaras a la chica aquí?

Una pregunta claramente sin respuesta, pasado más de la hora, los sujetos parecían hacerse marchado, por más que se cuestionó ¿Quién eran esos sujetos? No pudo encontrar una respuesta.

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