Cubano de a pie.

Cubano de a pie: así somos llamadas las personas que vivimos en esta bella Isla pero que somos de clase media o baja.

Si, aquí también hay diferencias de clases. ¿Quien lo diría en este paraíso tropical?

El cubano de a pie, es aquella madre o padre que llegan a su casa a las 10 de la noche para traer un único muslo de pollo, dividirlo en 8 pedazos y el o ella quedarse sin comer porque ni el arroz alcanza para todos.

El cubano de a pie, es aquel abuelo o abuela que se quita $10 para dárselo a sus nietos para que se compren un polvoron, y solamente uno porque los precios están caros.

El cubano de a pie, son aquellos que hacen colas desde las 6 de la mañana para poder comprar tres panes para llevar de desayuno.

El cubano de a pie, son aquellos se acuestan en un portal a las 10 de la noche porque no tienen corriente hasta altas horas de la madrugada.

El cubano de a pie, es aquel niño y niña, que se sientan al lado del que tiene un tablet para ver como juegan porque en su casa tienen el televisor roto.

El cubano de a pie, son los que caminan kilómetros para llegar a su escuela, universidad o centro laboral, porque su bicicleta se poncho y no tiene $15 pesos para pagar un coche, o sencillamente la guagua (el bus) se le fue.

El cubano de a pie, son aquellos adolescentes y jóvenes, que se escapan de sus casas y emprenden una travesía a través del mar porque un título universitario en su país no vale nada, ya que, la persona que trabaja de mesero/a en un bar, gana más en una noche que lo que gana un médico prestigioso en un mes.

El cubano de a pie, son aquella familias que se quedan sin nada para poder cruzar fronteras hasta lograr el sueño americano. Donde muchos se pierden en la selva, mueren ahogados o desaparecen en el viaje, o sencillamente, son participe de como su cuerpo vive las más horrendas atrocidades que un humano le puede hacer a otro. Y tienen q callar por el futuro de sus hijos y de sus familiares que dejaron atrás.

El cubano de a pie, es aquel que despide diariamente a un amigo, a un familiar, a un vecino, con la esperanza de recibir una llamada o una noticia de que llegó bien.

La vida del cubano de a pie, es tantas cosas pero que todo se resume a un mismo sueño: emigrar de tu patria, sin importar el costo, porque de esa forma tu familia, tus descendientes, podrán tener un plato de comida cada noche, tendrán ropa y zapatos que vestir.

Duele ver esto en tu patria amada, en el país que naciste y que te ha dado los más bellos momentos que podrías tener alguna vez.

Dueles mi cubita, dueles para todos estos cubanos de a pie.