Amor De Cine. (Jenlisa)

30. Nothing is what it seems.

LALISA MANOBAL.

¿Qué le decía ahora?, ¿lo siento?, ¿por qué no te cuidaste?, ¿cuándo pasó?

No se sabe como reaccionar a eso, no se sabe como responder a ese tipo de cosas, cuando de la nada tu ex de hace casi más de dos años, viene aquí y te suelta que está enferma, que tiene una enfermedad la cual en pocos meses no dejará nada de ella. Y es que a pesar de no llevarme bien con Sana, de no querer ni verla, era tan complicado todo esto.

Era como volver a donde lo dejamos, no tenía miedo porque era más que obvio que entre ella y yo no ha habido nada desde hace dos años, pero ¿qué tengo yo que ver aquí para que me diga esto?, me tomó de sorpresa, como cachetada a medio masticar. Suspiré y me llevé las manos a la cabeza.

Procesando aquella horrible información que me dio Sana. No se reacciona, es que no hay reacción específica al que te digan ese tipo de noticia. Levanté un poco la mirada y vi sus ojos llenos de lágrimas, más no se derramaban.

—Yo...

—No digas nada. Sé que no tienes nada que ver en esto —me mantuve en silencio, no tenía palabras—. Pero solo quería informarte, después de todo fuimos pareja, Lisa. Tenías derecho a saberlo.

Miré a un punto fijo, buscando respuesta o pregunta.

—¿Fue con Maicol?, ¿él es el culpable? —dije con algo de brusquedad.

No iba a echarme pelea con él por algo que cometieron dos adultos, eso no iba a pasar jamás. Agregando que Sana no era relevante y mucho menos importante para mí, pero era necesario saber toda la verdad. Sana dudó si decirme o no, como si estuviera pensándose toda la verdad.

—Sí —dijo sin más—. Fue Maicol.

—No puedo creerlo. Debiste cuidarte —dije—. En serio, eso es muy malo, lo siento mucho.

No tenía palabras. Pero, sin duda, las que me dijo Sana, eran demasiado fuerte para procesar en estos momentos. A este paso creo necesitar terapia.

—No tienes palabras...

Negué, —No, Sana. Tanto jodiste para irte con alguien que te enfermó, es una mierda —me mofé—. Pero no puedo sentirme más agradecida contigo, por enseñarme que no eras la persona correcta para mí. Si no que esa persona estaba a unos pasos más.

Bajó la cabeza en leves asentimientos, —Jodí todo, Lisa. Lo sé.

—Y no hay marcha atrás. Pero agradezco que me hayas dicho la verdad, y lo siento mucho por Maicol.

—Sí, yo también. Y te veo muy feliz —hizo el intento de sonreír, pero no resultó—. Es linda.

—La más linda. No solo de cuerpo y cara, sino también de corazón, Sana. Y no la quiero perder, te pediré que respetes mi espacio, y con esto finalices todo lo que un día tú y yo tuvimos. Amo a Jennie y quiero pasar el resto de mis días con Jennie.

—Nunca imaginé que lo dirías... o sí, pero conmigo —comentó.

—Lo tuyo y lo mío fue eso que pasó por algo, para darme un aprendizaje, pero nada más. Si necesitas dinero yo puedo darte, por mí no hay problema... —trate de sonar amable, pero Sana no se lo tomó así.

Se puso de pie y bufó, —No me trates como si estuviera mendigando, Lalisa. No vine a eso, y tú lo sabes.

—Pero si no es lo que creo, solo quiero ofrecerte mi ayuda, Sana, ahora más que nunca la necesitas.

—¿Por qué?, ¿por qué no me queda nada de vida?

Eso me golpeó aún más fuerte. Solté el aire que estaba conteniendo.