Amor De Cine. (Jenlisa)

EPÍLOGO.

JENNIE KIM.

SEIS MESES DESPUÉS.

—Es mi primer concierto luego de ese descanso —dijo Lisa, nerviosa—. No sé como saldré ahí.

—Con las dos patas —contestó Bambam irónico.

—¿Es que por qué no lo callan? —chistó Lisa.

Este rio y bajó la revista que estaba leyendo, todo eso diez minutos antes del concierto.

Hago un resumen de todo lo que ha ocurrido este tiempo para que estén al tanto.

A Felix lo despidió Lisa. Sí, se cansó de tener que soportarlo y yo no estuve en contra, creo que luego de todas esas mentiras fue justo y necesario. No me despedí de él porque ya ni siquiera lo consideraba un amigo.

Solo sé que se mudó, sin interés de saber a donde lo dejé así.

Jisoo pues consiguió tener algo de apoyo por parte de sus padres, consiguiendo que pagaran su carrera, la que tanto ella deseaba estudiar y que Rosé, a pesar de no tener una relación oficial, y Rosé seguirle intentando con la fé por delante, pues la apoya ante todo. Y fue quien le dio las fuerzas para decirle a sus padres.

Jisoo me ha dicho que la quiere, pero que desea esperar un poco más de tiempo.

El padre de Lisa... pues de ese no hay muchas cosas buenas que decir, esta ingresado en un hospital, su salud cada día está peor, y Lisa ha decidido no ir a verlo ni una sola vez; dado que los malos recuerdos desea dejarlos atrás. Aunque si paga el hospital donde aquel está y sus medicamentos.

Sobre Clea; ella y Lisa están forjando una relación más fuerte sobre madre e hija, e iba de maravilla.

Bambam tenía sus citas, pero nada oficial. Sobre mi madre, ella sigue siendo una mujer alegre. Y de Sana no puedo decir nada, ya que no hemos vuelto a saber sobre ella.

Lisa ha estado con las terapias ya no tanto como antes, pero dice que quiere asegurarse de fortalecer sus piernas, así no tiene recaídas. Cristina ha sido de mucha ayuda, ahora mismo Lisa no puede sentirse mejor siguiendo todos los pasos. Y no me mudé, sino que seguí viviendo con ella, ya que Lisa ni siquiera me permitió sacar la maleta de su casa.

Aunque de vez en cuando dormía en mi casa, dado que no quería mucho invadir su espacio, la psicóloga decía que era lo mejor mientras Lisa seguía en su recuperación. Por el hecho de que en eso le estaba yendo de maravilla.

Y después de tantos meses estaba aquí, se presentaría antes todos y todas. Y no tenía miedo, al contrario, estaba siendo valiente y se encontraba relajada. Era otra Lisa. Miré hacia ella y capturé su cabellera ahora negra y eso resaltaba sus ojos.

—Lisa, deja de discutir, por favor —pedí yo.

Volvamos a hablar de los demás. De Irene se sabe que viajó a Los Ángeles y ahí consiguió a una chica, se llama Seulgi, y nos la ha presentado por fotos. Está feliz con ella y eso es lo importante.

—Amor, se supone que tienes que estar de mi lado —se puso de pie—. No del lado de ese cavernícola.

—Cavernícola, tu madre —se defendió Bambam.

—Te acusaré con mamá.

—Ni conoces a mi mamá. Soy adoptado.

Todos en la habitación nos reímos.

—Debes salir ya —apresuró Jisoo—. Deja de estar aquí perdiendo el tiempo.

Rosé le hizo unas señas a Lisa, esas dos andaban raras de hace rato, en realidad no eran solo ellas, sino también Bambam y Jisoo.