Hey, Tomás♡ [Rodritom]

Prólogo

'Cause I can't help it
if you look like an angel
Can't help it
if I wanna kiss you in the rain, so
Come feel this magic
I've been feeling since I met you
Can't help it if there's no one else
I can't help myself.
Hey, Stephen, Taylor Swift

Estaba acostado en mi cama, boca arriba, mirando el techo e intentando pensar en una puta idea para conquistar a Tomás.

Ah, Tomás Arbillaga, el chico más hermoso que probablemente haya pisado la secundaria. Tiene unos hermosos ojos marrones, un cabello oscuro y lacio brillante y una sonrisa de ensueño. Cada vez que lo veo paseando por la escuela, me quedo embobado viendolo. Si bien estamos juntos en unas pocas clases, nunca he hablado con él. De hecho, estoy seguro de que Tomás ignora por completo mi existencia, porque nunca he intercambiado siquiera un saludo con él.

Me es imposible no mirarlo a los ojos y decir algo estúpido.

La verdad es un chico bastante dulce, siempre evitando causar malestares o meterse en problemas. Sin embargo, a pesar de su amabilidad lo molestan constantemente porque es el único chico abiertamente gay de la escuela y eso, prácticamente, en esta maldita secundaria, es como ser el mismísimo Hitler. Aunque siendo honesto, creo que la comparación no le hace justicia.

Esos malnacidos tratarían mejor a un genocida.

Suspiré y me levanté de la cama para sentarme en el alféizar de mi ventana, con la vista fija en la oscuridad de la noche.

¿Y si me siento a su lado mañana? No, no podría, siempre se sienta con Pedro, y el rubio lo cuida bastante así que no cambiaría asientos conmigo.

¿Y si fingo chocar con él de camino a mi casillero? Pero, ¿Qué diría después? ¿"Ay, perdón, no te vi, ¿Querés salir conmigo? Me gustas un montón"?

"¿Y si simplemente lo invitas a salir como una persona normal? "

Aunque mi conciencia tenía un buen punto, fallaba en lo más importante: no soy una persona normal.

¿Y si me unía al club de música? Sé que está dentro porque Nicolás y Mauro me lo comentaron cuando se unieron... No, eso sería demasiado.

¿Y entonces qué?

─Me cago en todo, ¿Por qué tiene que ser tan difícil? ─saqué mi celular de mi bolsillo trasero y decidí buscar un poco de ayuda en Google. Era patético pero no tenía otra opción.

No tengo planeado contarles mis sentimientos hacia Tomás a mis amigos. No porque no sepan que soy bisexual (salí del closet a los catorce) sino porque sé que querrían ayudarme pero sus ideas siempre son horribles. Además, quiero mantener esto en secreto, o de lo contrario se la pasarán molestándome cada vez que Tomás y yo estemos en la misma habitación.

Luego de deslizarme por unas cuantas páginas, encontré una idea que me gustó: Notas. Aquello podía funcionar. Podía escribirle lo que sentía en un papel, ponerlo dentro de una cartita y dejarla en su casillero. Seguramente aquello le encantaría, borraría un mal recuerdo y además, poco a poco podríamos conocernos más.

Sonreí y me baje del alféizar de la ventana, dirigiendome a mi escritorio, saqué una hoja de mi carpeta, tome mi lapicera, unos cuantos marcadores de colores y...

Me quedé en blanco, ¿Y ahora qué mierda escribía?

─Ah, soy tremendo pelotudo ─me quejé.

¿Por qué conquistar a otro chico tenía que ser tan complicado?