Capítulo IV "Nostalgia" +18

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El rey Eliseo subió las escaleras hasta su alcoba, entró en la habitación siguiente y ahí estaba Kandee con la niña en brazos, cantándole una antigua canción de cuna africana, por un momento su majestad se quedó completamente maravillado ante esta escena, sintió una especie de sentimiento de felicidad y ternura, se imaginó por un momento que así hubiera sido su esposa, sin su mal genio y terrible vanidad. Por un momento la mujer miró a la puerta y de inmediato hizo un saludo al soberano. No hablaron, solo se miraron en silencio, mientras ella seguía cantándole a la niña, dio a la pequeña a su padre. Al rey le conmovió tanto el momento que se le salieron las lágrimas mientras veía a su preciosa niña. 

La mujer africana se hundía en lágrimas, pues sabía que hasta ese momento había terminado su trabajo, no volvería a ver a la princesa nunca más, ni la cuidaría como ella deseaba, entonces camino hacia la puerta limpiando su llanto, mientras pedía en su mente, que Orunmila mi dios de la sabiduría, te la otorgue siempre, y sobre todo que te llene de magia y chamanismo, para enfrentar todas tus adversidades. Cuando estaba a punto de salir, el rey le pidió que se detuviera. 

-Mujer!-Gritó el rey 

-Diga su majestad-. contestó Kandee sollozando

-Quedate, mi pequeña necesita una madre quien la cuida, yo no puedo hacerlo, pues sabes que mi cargo me lo impide, pero tu, tienes el don de bendecir y cuidar de los más indefensos. Viviras aqui por siempre, hasta que yo muera.-

Kandee se sentía la mujer más afortunada del mundo, pues sus deidades habían escuchado su oración.  Dio las gracias al soberano y se quedó en silencio.

-Cuida de mi hija unas horas, más tarde tendremos un gran festejo por el nacimiento de la princesa, vendrán muchos invitados de otros reinos. No quiero que piensen que la va a criar una esclava, así que esta noche te vestiras como mi consorte, mis sirvientas te ayudarán a arreglarte para esta noche.- El rey le dio un beso a la niña y la entrego nuevamente a la mujer, después este salió del cuarto. 

-¿Lo ves mi niña?, vamos a estar juntas toda la vida, prometo todos los dias amarte y cuidarte como si fueras mía, no va a faltarte nada por que siempre voy a ver por ti, velar tus sueños y protegerte. 

En ese momento tan tierno, se escuchó que llamaban a la puerta y después una jovencita muy hermosa abrió la puerta. 

-Permiso mi señora, el rey me ordenó que la prepare para la celebración de esta, traje algunos vestidos que podrían agradarle, pero antes preparo su baño-. la chica se dirigio rapidamente a una bañera hecha de mármol que estaba en la recamara. 

Kandee se sentía tan feliz que no podía creer lo que estaba viendo, recostó a la niña por un momento en su cama. Se desvistió completamente y se dirigió  a la tina. La chica se ruborizo al ver a la mujer desnuda y comento. 

-Tiene un hermoso cuerpo, señora-. de forma tímida. 

La mujer africana miro a la chica y le pidió que entrara en la bañera, pero ella se negó pues sabia que el rey podía echarla si se enteraba de algo. 

-Anda que no va a enterarse, quítate todo-. ordenó la mujer a la chica. Entonces ella entró a la bañera con Kandee, al principio había mucha tensión entre ellas, solo se miraban fijamente y jugaban con el agua. la joven miró a través del agua el cuerpo de la mujer, se ruborizó más sintiendo a la vez  un gran calor entre sus piernas. La mujer africana se acercó y la beso, por un momento se detuvieron y después comenzaron a besarse de manera desenfrenada, mientras se tocaban debajo del agua, podían escucharse en la habitación pequeños jadeos. Al final las dos se entrelazaron y el agua comenzó a moverse, se escucharon gemidos. al final las dos gritaron extasiadas. 

Kandee salió del agua y se puso una bata de seda.

-Esto nunca paso, ¿me oiste?, solamente me ayudaste a vestirme y quedar como una consorte. 

La joven se limitó a decir una palabra, ella se levanto tambien, tomo una bata y empezó a arreglar a Kandee. 

En los Brazos de ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora