Capítulo 1

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─Yu, deja eso, basta cielo. -rogó estresado, andando hacia la cocina, recogiendo cada prenda, juguete y cualquier cosa que hubiera de por medio.-

El estridente sonido de una llamada entrante en su teléfono en alguna habitación, el cual ni siquiera puede recordar dónde lo dejó la noche anterior, acompañado de el volumen de la televisión y los golpes de su pequeña hija proporcionados con la cuchara en su mano al ser golpeada con dureza contra la mesa estaban al borde de volverlo loco.

Lee Minho es un joven de veintitrés años, viviendo en un pequeño estudio de tan solo una habitación, con su carrera sin terminar y trabajando en una desastrosa y estresante hamburguesería por las mañanas y un indeseado bar de copas algunas noches.

Su situación económica no es la mejor, tampoco su situación amorosa, por no hablar de el poco tiempo libre que tiene en su día a día y el no menos importante hecho de ser padre soltero de dos preciosas niñas.

Minho ama a sus hijas, la adorable y problemática Lee Suhyun, una niña sociable, alegre y rebelde de cinco años y a su otra razón de ser, Lee Yuki, una tranquila y risueña bebé de tan solo nueve meses.

─Voy a llegar tarde, Suh, vamos, termínate el desayuno. ─pidió con algo de molestia, sin dejar ese ligero tono amoroso en su voz.-

─¿Nos vas a dejar con el tío Bin hoy?

─Si.

Murmuró terminando de abrochar sus cordones, levantándose del sofá y yendo hacia la sillita de bebé donde su hija menor hace prácticamente un desastre con su desayuno, haciendo tonterías y muecas con su cara a medida que se acerca para provocar esa desordenada y tierna risa que tanto ama escuchar.

─Bien, la que no haya comido tiempo ha tenido... - sujetando a su bebé en brazos. ─Suh, ponte tus zapatos. ─ordenó, viendo a su niña correr en dirección a la puerta y cogiendo todo lo necesario antes de salir.-

Para Minho ya era rutina de todos los días ir apurado al trabajo por quedarse esos conocidos cinco minutos más durmiendo bajo las mantas con sus hijas, al igual que lo es cuadrar las cosas con alguno de sus amigos para que alguien pueda quedarse con ellas durante su turno en el trabajo, porque por desgracia para él, no puede permitirse una niñera.

Y claro, Minho está realmente agradecido con los amigos que le han tocado, ellos fueron y son su único apoyo, tanto en la crianza de Suhyun cómo cuando se entero de el para nada deseado embarazo de Yuki, embarazo que hubiera pasado totalmente solo de no ser por Changbin y Jeongin, y aunque está gratamente agradecido con ellos, sabe que no podrán seguir haciéndole este tipo de favor por siempre.

─Papi.

─¿Qué cielo? ─dándole un ligero apretón a la pequeña mano sujetada por la suya, esquivando a la gente que se cruza en su camino y andando con rapidez.-

─¿El tio Bin nos llevará a verte hoy?

─No lose...

Minho desvió la vista tan solo un momento, viéndola asistir y suspira, reafirmando el agarre en su otra niña, mordisqueando como costumbre la sobrante y fina capa de piel de su labio inferior.

El camino no es para nada en silencio, pues su hija mayor realmente puede hablar sin parar, haciéndole preguntas que Minho no puede responder, compartiendo con él datos sobre sus dibujos animados favoritos o sobre cualquier cosa insignificante que venga a su cabeza, y aunque en el interior de Minho su estrés está a flor de piel por el deseo de mirar la hora y echar a correr para evitar el regaño de su jefe, no puede evitar contestar con paciencia a todas y cada una de las ocurriencias de su princesa.

En cuanto están en la puerta de su amigo, Minho solo espera, a sabiendas de la ilusión que a su hija le hace el aporrear la puerta de Changbin para después ir a esconderse rápidamente tras las piernas de su padre, dándole un toquecito con su dedo para pedir de forma silenciosa que acceda a su juego.

Can i be your stepdad? | hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora