Capítulo 14

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El agradable y monótono sonido de las teclas siendo pulsadas, las hojas al ser pasadas y los pitidos de las varias impresoras son el único sonido, al cual ya está acostumbrado, que puede percibir, siendo interrumpido por el bajo estruendo de sus pasos al caminar, deteniéndose en un punto concreto, más precisamente frente a alguien.

─Tú no puedes beber esto. -dice con firmeza, arrebatando el vaso de plástico que acercaba a sus labios.-

─Devuélveme eso ahora mismo.

─No.

─¡Es dulce, puedo beberlo, venga ya, es solo uno!

Primero la mira con desconfianza, observando seguidamente el interior y meneándolo un poco, llevándolo a su boca y una vez que el azucarado café moja su lengua frunce su rostro asqueado, acercándose al bote de basura más cercano y depositándolo dentro.

─Está asqueroso.

─Eres desagradable, Jisung.

─Y tú estás embarazada, Serin.

Ve como su secretaria pone una mueca de molestia tal cual como si fuera una niña y opta por suspirar, pasándole de largo en dirección al elevador, no preocupándose en girar la cabeza cuando escucha los pasos que le siguen.

─¿Dónde vas? Es pronto, ¿ya te vas a casa?

─Tengo que pasar por un lugar antes.

─¿Ah, si? ¿Por dónde?

Ni siquiera se molesta en contestar, entrando al ascensor y pulsando la planta más baja, sonriendo con ironía a la chica a medida que las puertas se cierran, bufando en una baja risa después y cuando finalmente está solo colando su mano en el bolsillo de su pantalón de traje, sujetando entre sus dedos el papel que ahí descansa y sin soltarlo hasta que está sentado en su coche, colocándose su cinturón y dando un ligero saludo con su cabeza hacia su chófer.

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─¡Minho! ¡Esto es para los caballeros de la sala dos!

El mencionado asiente con su cabeza, sujetando con sus dedos la bandeja con bebidas realmente agobiado, soplando hacia arriba para apartar su pelo por el calor, colocando una falsa y apenas notoria sonrisa en su rostro al ingresar en la zona, dejando las cosas en la mesa.

Por almenos dos horas eso es todo lo que no ha parado de hacer, corriendo de un lado a otro sin descanso, preparando bebidas y sirviéndolas en cada una de las ocupadas y ruidosas habitaciones, sin siquiera tener un segundo para respirar debido a lo muy lleno que esta el lugar.

─Iugh, si un solo hombre más vistiendo traje entra por esa puerta voy a colapsar... -murmura una de sus compañeras al pasar por su lado, y aunque no le da tiempo a responder asiente con su cabeza, totalmente de acuerdo.-

Entra a la barra, bufando por lo bajo y murmurando para sí mismo la comanda de bebidas que tiene que preparar a la vez que se pone a ello, levantando la cabeza por inercia al ver el movimiento justo en el taburete frente a él, abriendo los ojos con sorpresa cuando ve al castaño, que dobla las mangas de su blanca camisa, mirando con su ceño fruncido a una de las chicas que lleva apresurada la bandeja entrando a la zona de las salas.

─¿Por qué tanto alboroto?

─Parece que varias empresas se pusieron de acuerdo para que sus contratos salgan bien y venir a celebrar... Estamos hasta arriba, todas las salas están llenas.

─Um... Entiendo. Esperaré a que te desocupes un po-

─¡Minho, dónde carajos está-

El nombrado da un bote del susto por el grito, haciendo a Jisung alzar una ceja y girar su cuerpo, captando instantáneamente la palidez instalarse en el rostro del hombre una vez lo ve, carraspeando y acercándose a él.

─¡Director Han, qué sorpresa verle por aquí! ¿Pudo pedir? ¡Minho, sírvele el licor más caro que tenemos! ¡Invita la-

─No. -dice firme, frenando al chico, quien ya se disponía a buscar la botella y lo mira confundido cuando gira de nuevo en su dirección, apoyando sus brazos en la barra. ─Sírveme lo que tú quieras.

Minho sonríe disimuladamente, asintiendo antes de ponerse a ello y observa a su gerente frotar sus manos, nervioso.

─¿Puedo ayudarlo con algo más, director? Si vino aquí para reunirse con alguien puedo facilitarle la sala en la que se encuentra.

─Oh, no, no en realidad. Estaba por los alrededores y... Me dio sed, no pensaba quedarme por mucho, aunque alfinal me puse a conversar con él. -dice señalando a Minho con su cabeza. —Pero veo que estáis muy ocupados. Una disculpa por entretenerlo. Debería ir-

—¡Para nada, para nada! -interrumpe, entrando a la barra y Jisung tiene que relamer sus labios para disimular la sonrisa al ver al castaño mirando a su encargado como si un cuerno de colorines hubiera aparecido en el medio de su frente. —¿Esto es lo de la sala cinco, cierto? -pregunta a Minho, agarrando la bandeja. —¡Esta bien, ya lo llevo yo! Tú quédate aquí, tomate un pequeño descanso. -guiñando su ojo.-

—... Tsk, tan servicial en cuanto vio a quien tenía delante... -murmura, y Jisung puede ver el rostro en conflicto del chico.-

—Como sea. Te dio el permiso, ¿no? Toma un respiro.

Asiente, suspirando y entreteniéndose en remangar bien las mangas de su camisa, apoyando los codos en la barra al terminar y dalea la cabeza, mirando confundido al mayor, que simplemente lo mira fijamente, en silencio.

─Eh... Y bueno... ¿Has-, -se frena, carraspeando tenue, ─¿Ha venido para decirme algo?

─Oh, si. ¿Qué es esto?

Una vez formulada la pregunta el menor frunce su ceño, viendo curioso el papel que saca de su bolsillo del pantalón, parpadeando varias veces al caer en cuenta cuando lee 'Por favor, coma esto.' escrito de su puño y letra en la pequeña nota.

─¡Ah, si! Es lo que deje en la nevera. ¿Lo comió? ¿Estaba bueno? Espero que si...

─... Lo estaba. Hacía tiempo que no comía algo así. -dice confundido. ─Pero, ¿por qué? No tienes que cocinarme, no es parte de tu trabajo, asi que, ¿por qué?

─No, losé, no tuve que cocinarlo, era lo que sobró de lo que hice para el almuerzo y planeaba cenarlo, no era nada especial... Simplemente quise dárselo, me alegra que le gustara mi comida.

Jisung admira la tierna sonrisa que le muestra el contrario, entrecerrando un poco los ojos y quitándole peso al asunto encogiéndose de hombros y él solo opta por suspirar conforme, descruzando sus brazos simplemente para señalar con su dedo una pequeña parte del post-it.

—¿Y eso?

En el momento en que el muchacho vuelve a enfocar su atención en el papel su rostro se ruboriza por completo, haciendo a Jisung removerse en su sitio internamente maravillado por lo desprevenido que le pilla eso y algo agradecido por haber desbloqueado una nueva faceta del chico, que carraspea nervioso.

—Ugh... La costumbre, siempre dibujo gatitos en todo lo que pillo... A Suhyun le gustan.

Que vergüenza. ¿Cómo pude dibujar eso? Este hombre trajeado no es tu hija de cinco años, Minho. Piensa.

—Ahora a mi también.

Esa sencilla frase es suficiente para que Minho se relaje instantáneamente, riendo por lo bajo viendo la casi imperceptible sonrisa amigable que el moreno le dedica antes de que su teléfono empiece a sonar en el bolsillo de su pantalón.

—Ah, debo irme, no te entretengo más. También vine para comentarte, estaré en casa el martes para cuando vengas, espero no ser de mucha molestia.

—Para nada, como ya dije no hay ningún problema. Será agradable. -comenta de forma algo cordial, viendo al hombre levantarse de su asiento, dejando un billete en la barra. —Amm... Hasta el martes, entonces.

—Claro, cuídate.

Asiente, susurrando un 'igualmente' y dedicándole una sonrisa sincera antes de que salga por la puerta, colocando después sus brazos en jarra y preparándose mentalmente para volver a su trabajo, observando antes la intacta copa en la barra que de nuevo, tendrá que tirar.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2024 ⏰

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