Jisung no tiene problema con las multitudes ni con los entornos nuevos, para nada, es un hombre de negocios que no se siente presionado ni nervioso con facilidad, no hay obra más difícil que sacar a flote su nerviosismo, sin embargo, verse rodeado de gente disfrazada de bichos extraños, envuelto en una marea de personas que no tienen nada que ver con su personalidad y sus gustos realmente le está dando ganas de salir corriendo y volver a su despacho.
Por no hablar de que debido a que ha venido directo desde la empresa su vestimenta compuesta por una impoluta camisa blanca doblada en sus brazos y remetida en un pantalón de traje parece ser más llamativa incluso que las personas con botargas enteras, cabezas de dinosaurios o orejitas peludas.
Está bien, él puede soportar eso, también los incontables empujones que ya ha recibido, y las miradas extrañadas y curiosas, por no hablar de las personas trabajadoras en el lugar que se le acercan para mostrarle contenido que no puede importarle menos sobre pokémon, exacto, él puede aguantar todo eso, porque le dijo a Chan que vendría, solo tiene que comprar lo que le pidió y podrá irse.
Da un cansado suspiro, sacando su teléfono de su bolsillo trasero, entrando a el chat de su mejor amigo y viendo la foto, dejándola en pantalla y alzando la cabeza, mirando alrededor.
Tan solo necesita unos minutos analizando los alrededores para encontrarlo, viendo a un grupo de chicos llevarse algunos en sus manos mientras charlan y sonríen y mira la mesa en la que estaban colocados, abriendo los ojos de más al darse cuenta de que tan solo queda uno y guarda su móvil, caminando hacia allí con prisa, dejando descansar su mano en su bolsillo.
En cuanto sus dedos tocan la tela del peluche internamente suspira con alivio, enfocando su mirada en la dependienta, que parpadea con la boca en una linea recta para confusión de Jisung, que procura no tomarle mucha importancia, asociando el gesto a su apariencia.
─Buenos días, quiero comprar esto.
─¡Yo lo agarré primero!
─¿Ah?
Al momento en el que la chillona y aniñada voz resuena en su cabeza Jisung baja la vista, mirando con una ceja alzada a la bajita niña a su lado, que tiene su nariz fruncida con molestia, mirándolo bastante enfadada y sujetando uno de los bracitos del oso.
─Bueno, pues yo lo vi primero. -dice desinteresado, tratando de zanjar el tema.-
Realmente el castaño cree que ha finalizado la discusión, dispuesto a tirar del peluche y dárselo a la mujer para que se lo cobre cuando la chiquilla, indispuesta a dejarlo ir así afianza el agarre, tironeando de este, acercándolo más en su propia dirección.
─¡Teddiursa es mi favorito! ¡Yo vine primero!
─¿Teddi qué...? -murmura confundido. ─Nena, no tengo tiempo, por favor, solo ve a buscar otra cosa.
─Quiero esto.
A Jisung le sorprende el decidido tono de voz que usa la pequeña, retándolo con una mirada de total determinación y rivalidad y él tan solo trata de respirar pacientemente.
Jisung no odia a los niños, al contrario, le parece interesante el funcionamiento de sus cerebros, siempre piensa que son ingeniosos y creativos, los ve como mini genios y opina que debe ser asombroso el ser participe y espectador al ver como van adquiriendo forma, manías y sus propias personalidades.
Sin embargo tampoco los ama, la mayoría de niños le irritan y agobian, sobre todo los efusivos, siente que le roban la energía, prefiere no tener que relacionarse de forma directa con ellos, al menos a él le parece más satisfactorio conversar diez minutos con un crío y después volver a encargárselo a su padre o madre, por muy frío que suene.
Y sin duda, él pondría la mano en el fuego al asegurar que esta criatura que tiene enfrente entra en ese grupo.
─Niña, corre, por ahí te llama tu mamá.
La baja risa de la dependienta no tarda en hacerse aparecer, observando la situación y Han Jisung, un hombre que jura ser una persona calmada, madura y responsable, no puede creer el involuntario movimiento de su brazo cuando al igual que la pequeña, tironea del oso hacia sí.
─¡Suéltelo!
─¡Suelta tú!
─¡No!
Para cualquier persona que este mirando desde alrededor, el escenario que pueden contemplar es un claro tira y afloja entre un hombre adulto vistiendo de traje costoso y una inocente niña de no más de cuatro o cinco años, los dos enfrentados por un mediano oso de felpa de color verde.
─¡Yo lo vi antes!
Por desgracia para la niña, Jisung es más astuto que ella, y no piensa irse sin el regalo para su amigo, así que detiene por un momento la disputa, soltando a el por lo visto llamado teddi y algo más y observando las vacías manos de la niña a excepción de el peluche, también analizando el hecho de que no tiene bolsillos ni mochila y él bufa, poniéndose en cuclillas a la altura de la muchachita.
─¿Tienes dinero?
─No... -contesta frunciendo el ceño. ─Mi papi me lo va a comprar...
─Se siente. El que paga antes se lo queda, así de dura es la vida, enana.
La menor abre la boca algo ofendida, bajando la cabeza con sus cejas apunto de tocarse y Jisung se encoge de hombros sin prestarle mucho caso al suponer que está mintiendo sobre lo de su padre, con unas inmensas ganas de irse de una vez y arrebatando por fin el peluche de su agarre, colocándolo sobre el mostrador y sacando su cartera.
Murmura un gracias a la trabajadora, agarrando las asas de la bolsa en la que le ofrecen su compra y se da la vuelta, dispuesto a seguir su camino, pero en cuanto da unos cuantos pasos escucha las pisadas correr hacia él y la chillona voz a su espalda, haciéndolo rodar los ojos.
─¡Pero eso no es justo!
─La vida no es justa, agradéceme la lección, me recordarás en el futuro. -murmura sin dejar de caminar.-
─Ese... ¡Ese es mi pokémon favorito! ¡Quería enseñárselo al tío Innie, por favor, devuélvemelo! -Jisung frena abruptamente, soltando una buena cantidad de aire. ─¡Me lo robaste!
─No te lo robé, eres molesta... Vuelve con tus padres, seguro te comprarán muchas más cosas.
Esa frase es como una alarma en la cabeza de la enfadada Suhyun, que parpadea varias veces y gira la cabeza hacia los lados rápidamente a modo de búsqueda, dándose la vuelta quedando de espaldas a el adulto frente a ella, dando unos cortos pasos a modo de deambular al darse cuenta que andó demasiado lejos, confundiendo en demasía a la otra persona a su lado.
─Oye... ¿Con quién estás aquí?
─Mi papá y mi hermanita...
─¿Y dónde están?
─Yo... Oh, oh...
─¿Oh, oh...? ¿Qué significa oh-...? Oh.
ESTÁS LEYENDO
Can i be your stepdad? | hanknow
RomanceLee Minho es un joven padre de dos niñas que corre de un trabajo a otro y hace todo lo que puede para salir adelante, Han Jisung, que es uno de los empresarios más importantes de la ciudad tiene dificultad para entender algunos sentimientos. ¿Qué p...