Can i be your stepdad? | hanknow

Capítulo 8

─¿Qué necesitas? -Es lo primero que dice el castaño de forma amigable al estar frente a su compañera.-

─Tu móvil está sonando.

Inconscientemente el ceño de Minho se frunce, agradeciendo en voz baja por dejárselo saber y camina rápidamente hacia las taquillas, sintiendo como sus nervios empiezan a hacerse presentes a medida que avanza y abre la puerta con prisas, notando su garganta casi secarse al ver el nombre de Jeongin en pantalla.

─¿Qué pasa? -pregunta de forma inmediata al descolgar. ─¿Hay algo mal?

─Hola, Min, verás... Parece que Yuki le pegó el resfriado a Suh, se levantó llorando de la siesta porque se encuentra mal. 

─Debería haberlo imaginado cuando se quedó dormida a esas horas... ¿Está bien?

─Si, pero, ¿dónde está ese jarabe que le dabas a Yu?

─Ugh... -se queja, llevando una mano a sus ojos. ─En casa de Bin.  

─Oh.  ¿Entonces cómo hacemos? ¿No hay nada que pueda darle?

─Hoy no hay mucha gente, haré lo posible por salir al menos media hora antes y pasar por alguna farmacia, si realmente se encuentra muy mal hay ibuprofeno en el mueble a un lado de la nevera, el de la caja naranja, el de la caja blanca no, pero no se lo des si no es necesario, ah, y si vas a hacerla tomarlo machácalo y no le digas qué es o no lo tomará.

─Entendido, caja naranja. ¿Te la paso?

─Si... -murmurando, llevando su dedo a su labios y jugueteando un poco.

─¡Papi!

─Mi amor... ¿Qué pasó?

─Papi, me duele la lengua...

─¿La lengua...?

─¡Si, en el fondo fondo!

─Te duele la garganta, Suh.  -ríe, mordiendo su labio inferior.-

─Ummm, puede ser... Es culpa de Yuki.

─Pero Yu no lo hizo aposta, bebé.

─Lo sé, lo sé... La perdono. -refunfuña, sacándole una sonrisa a su padre .-

─Escúchame, ponte a ver los dibujos tranquila en el sofá, en un rato voy a ir y te voy a llevar el jarabe, ¿vale?

─... ¿Ese que sabe a Coca-cola?

─Si cielo, ese que sabe a Coca-cola. Tengo que colgar, te amo, te amo mucho mucho. 

─Y yo papi... Adiós.

Cuando la llamada es colgada se permite unos segundos con los ojos cerrados, tomando una bocanada de aire y expulsándola despacio, guardando su teléfono y volviendo a caminar hacia la barra.

Una vez ahí pasea su mirada por todo el antro, sintiendo algo de alivio debido a que realmente no hay apenas clientes y detiene su observación cuando se topa con la mirada inexpresiva del chico sentado en el taburete, dando unos cuantos pasos en su dirección.

─¿Está todo bien?

─¿Mmmm? Si... -contesta confundido, mirando de reojo la copa que el más moreno tiene frente a él desde que Minho llegó, totalmente intacta.-

─¿Y por qué no lo parece?

Realmente Minho no entiende las ganas de llorar como un niño que le inundan al escuchar esa pregunta, tampoco entiende porqué el casi desconocido que lo mira fijamente le transmite esa confianza de que va a escuchar pacientemente sin juzgarlo le diga lo que le diga.