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– ¿Príncipe Gumball?—

– ¿Si? ¿Que sucede, príncipe tortuga?—

El chico color pantano me susurró al oído su petición y yo al instante dí luz verde, rápidamente el volvió a su lugar y Flama me miró alzando una ceja ¿Que pasa?, yo apoyé un dedo en mi oreja en señal de que escuchasé con atención.
Cuando finalmente se oyó el gentil golpeteó a una de las copas.

– Disculpen...príncipes de Ooo, no es mi intención interrumpir la cena ni arruinar la velada que el príncipe Gumball tan bondadosamente organizó, pero me gustaría darles la noticia e invitarlos...¡A mi boda!—

Tortuga sonrió ampliamente al decirlo y algunas lágrimas se escaparon de sus ojos. Los príncipes guardaron silencio por una milésima de segundo y luego todos comenzaron a gritar, felicitando al príncipe y haciéndole un trillón de preguntas.

– ¿¡Te casaras!?—

– ¡Santo Glob! ¿Con quién?—

– ¿Cuándo será? ¿¡Será formal!? ¡No sabré que usar!—

– ¡Te lo tenías bien guardado!—

El reptiliano felizmente respondía las preguntas, se notaba su emoción en cada una de las respuestas. Miré a Flama y esté estaba boquiabierto, realmente es inesperado, Jaja.

– ¿Sorprendido?—

– ¿Bromeas? No lo hubiese adivinado ¡Ni en un millón de años!

–¡Jajaja! ciertamente es impactante, los príncipes no suelen casarse por aquí—

– Además de eso, siempre ví a Tortuga como un solitario dedicado a su biblioteca, ¿Habrá conocido a esa persona ahí?—

– Seguramente. Me siento feliz por él, lo envidio de cierto modo..—

Flama me miró a los ojos. ¡No sé cerrar la boca!

– ¿Gumball Bubblegum envidia al príncipe Tortuga? Santo cielo ¿Que sigue? ¿Yo disfrutando la lluvia?—

– ¡Jajaja! ¡Si lo dices así suena extraño!—

– ¡Jaja lo siento! es solo que nunca creí que quisieras casarte, y muchos menos envidiar a alguien que lo hace—

– Bueno, realmente siempre creí que el matrimonio era una ridiculez con la que la sociedad te hacía ilusionarte, pero a veces, pienso que ese tipo de unión con alguien...en una ceremonia dónde juras amor eterno, prácticamente hasta la dulce agonía. Donde te entregas en cuerpo y alma a un ser porque realmente serías capaz de perderlo todo por él...y él sería capaz, solo por ti. Creo que es algo que me gustaría sentir en algún punto de mi vida, suena cursi ¿No?—

Me reí un poco. El sabor de la melancolía estaba en mi boca, pero seguía en mi propia reunión y no era la hora de lloriquear. Flama me miró fijamente y enseguida me sonrió de forma dulce cerrando sus ojos, para luego pararse e irse ¿Habré hablado mucho?

–No creo que sea infantil, Príncipe Gumball—

Reconocí independientemente ese tono de voz. Me dí la vuelta para ver a Fiona. Estaba sola; con un lindo vestido color marfil y sus rubios cabellos trenzados, obviamente sin la gorra.

– Oh..Fiona, buenas noches. Bienvenida—

– ¡Siento haber venido! Sé que es una reunión exclusiva para príncipes. Yo solo...no sabía
en que otro momento podría disculparme contigo, Gumball—

¿Disculparse conmigo? Okey. Ciertamente tengo sentimientos encontrados con ella aquí, pero no creo que deba disculparse ¿Por qué debería? ¿Por tener un novio y querer pasar todo el tiempo con él? es decir, si creo que pudo recordarle a Marshall que tiene una vida aparte del sexo y ella pudo venir a visitarme más seguido, pero no es tan grave como para venir a la noche, sola, únicamente para disculparse.

𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗺𝗲 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮𝘀 •𝗚𝘂𝗺𝗹𝗲𝗲•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora