Favorite Crime ♥︎ lumity

ᝰ 00.

                —Te haremos esta pregunta por última vez, Blight —el oficial de policía miro fijamente los ojos enrojecidos de la peliverde que movía impacientemente su pie—. ¿Tú lo hiciste?

La susodicha se mordió con fuerza el labio, soportando en lo más profundo su interior las gigantes y aterradoras ganas de llorar. Negaba con su cabeza, pero no era una respuesta al oficial de policía frente a ella, tampoco una confirmación a sus preguntas que desde hace una hora intentaba buscarle respuestas.

Era negación a su misma, a lo que estaba pasando, a la situación que vivía y que marcaría su cabeza y conciencia por siempre.

El oficial suspiro, cruzo sus brazos sobre su pecho y observo a la joven ansiosa y culpable.

—Necesitamos que nos digas todo lo que sucedió, Amity. De lo contrario, serás llevada a prisión y no tendrás la oportunidad de llamar a un abogado, y mucho menos a tu novia. 

Esas palabras hicieron que la mencionada levantara su rostro, mirando al policía con terror.

—No quiero ir a prisión —musito—. Diré todo, pero por favor, no me lleven a prisión.

—Si no quieres ir a prisión, entonces dinos, ¿Tú fuiste la culpable del estado de Luz Noceda?

Amity trago saliva, bajo su cabeza, pensando, procesando, negándose internamente a la realidad.

Su realidad.

—Sí —acepto al fin—. Yo lo hice.

El policía miro de reojo a la detective que estaba cruzada de brazos contra la puerta, se aclaró su garganta y volvió su mirada a la peliverde.

—¿Puedes decirnos con detalles lo que sucedió? —la joven asintió, la detective saco una grabadora y la coloco en la mesa para obtener la confesión de la chica. Amity se sentía sofocada, a la vez intentaba no perder la cabeza.

—Y-Yo... —balbuceo un poco al inicio—... Estaba esperándola en la entrada de su departamento, ella recién llegaba de clases, espere para ingresar a su casa y le pregunte porque había llegado tan tarde a casa, normalmente sus clases acababan a las siete y media, y para tomar el bus le toma veinte minutos. —trago saliva nerviosa, sus manos se encontraban demasiado heladas— Ella me dijo que había salido con sus amigas a tomar algo, pero entre ellas había alguien que no me agrada en lo absoluto, me enoje y le grite, ella me pidió que me calmara, pero no lo hice, empezamos a discutir, luego intento sacarme de la casa y yo la tome de los brazos para impedirlo, y... No medí mi fuerza y la empuje contra la pared, ella se resbalo contra el mesón, cayéndose al suelo y golpeando su cabeza.

La detective entrecerró sus ojos, mirando a Amity con un rostro serio, definitivamente disgustada y enojada. El oficial unió sus manos contra la mesa. Amity tenía la mirada perdida en sus manos, llenas de sangre y con sus anillos manchados.

—¿Fue tu intención golpearla? —su pregunta tomo por sorpresa a Amity, la joven negó rápidamente—. Bueno, para no ser tu intención, tienes un curioso historial de agresión física contra la paciente Luz Noceda, una denuncia de su mejor amiga, dos denuncias de sus padres. Y tengo entendido que iniciaste tu relación con ella cuando tan solo tenía quince años y tu diecinueve, ¿No es así? —la peliverde no respondió, bajo su mirada—. Los testigos afirman que maltratabas a Luz Noceda constantemente, tienes un registro medico de hace seis meses por una sobredosis de drogas.

Amity cerro sus ojos queriendo no oír mas al oficial de policía, su cabeza dolía y sus ojos picaban. La detective soltó un suspiro para acercarse a la peliverde, coloco su mano en su ancha espalda y hablo con una voz profunda y sincera.