Adentro - Lando Norris (+18)
Lentamente te despertaste de tu sueño, abriste los ojos con cuidado encontrando la ventana abierta y las estrellas aún del otro lado.
A tu espalda, Lando se movía en la cama, soltando gruñidos casi inaudibles. Pensaste que dormía e intentaste volver a hacerlo tú también, pero él no se quedaba quieto ni un segundo.
Tiraste de la sábana para tu lado, que por temas de Lando se había ido solo para él.
— Lando, bebé — susurraste despacio — quédate quieto, quiero dormir — pediste.
Pero los movimientos siguieron, igual que los ruidos, y la idea de que una pesadilla o algo lo estuviera atormentando surgió en tu cabeza.
Te diste vuelta para ver si él estaba bien, y al verlo con su mano sobre su polla y los ojos tapados con su brazo te diste cuenta que estaba más que bien.
— Lando — llamaste un poco confundida y sorprendida por lo que él estaba haciendo.
Lentamente sacó su brazo de sus ojos y los abrió, se notaba que el sueño aún no se iba de él.
— Amor, te necesito — gimió.
Miraste el reloj colgado en la pared, el que indicaba que apenas eran las 05:17 de la mañana. Lo miraste un poco confundida.
— No quiero follarte, pero te necesito — intentó explicar.
— Lando no sé qué quieres, es de noche aún, deberías dormir — dijiste en medio de un bostezo.
— Quiero probar algo nuevo ¿Confías en mí?
— Claro que lo hago — respondiste con seguridad.
— Necesito que te des la vuelta, como estabas antes.
Lentamente te volviste a acostar, teniendo ideas vagas de que podría hacer, pero ninguna cien por ciento segura, porque con Lando nunca sabías realmente qué iba a pasar.
Lo sentiste pegar su pecho a tu espalda, con una mano mover un poco tu ropa interior de lugar y después comenzar a entrar lentamente en tí.
— Bebé — gemiste despacio.
— Ya casi estoy — dijo mientras buscaba entrar más en tí hasta que lo logró — volvamos a dormir ¿Sí? Solo voy a quedarme dentro tuyo.
Asentiste con la cabeza. Lando dejó un beso en tu hombro y enterró su cara allí para dormir. Volver al sueño fue difícil, lo sentías a cada suspiro dentro tuyo. Pero al final te quedaste dormida en sus brazos.
Despertaste un rato después por la alarma, intentaste apagar el teléfono, pero entre los brazos de tu novio en tu cintura y él dentro tuyo fue un desafío. Sin embargo, cuando te moviste, lo sentiste todavía dentro de ti, moviéndose de un lado al otro suavemente.
— Buenos días — susurró en tu oído antes de darte un beso.
— Hola, bebé — sonreíste en sus labios.
— Aún te necesito — dijo poniendo una de sus manos en tu vientre bajo.
— Yo también te necesito.
Ambos se mantuvieron en sus lugares, Lando comenzando un lento vaivén de sus caderas para generar fricción entre sus cuerpos. Daba empujones cortos, sin despegarse mucho de ti.
Una de tus manos agarró la sábana bajo tuyo, encantada con las sensaciones de tenerlo dentro tuyo, con sus labios rozando tu cuello y su polla dentro de tí.
Lando levantó uno de tus muslos y lo subió a su cintura, dándole más lugar libre para entrar en tí una y otra vez, para sentir más la humedad que comenzaba a empapar de a poco tus muslos.
Ambos estaban calientes, jadeando y gimiendo por el otro, aún un poco somnolientos por apenas despertar. Los sonidos de Lando pegaban en tu oído y nunca, incluyendo su aliento caliente.
Estabas de espaldas a él pero podías imaginar sus ojos cerrados, con sus cejas fruncidas y la boca medio abierta por la excitación.
Llevaste una de tus manos atrás, buscando la nunca de tu novio para pegarlo más a tí. Lando sintió tus anillos en su piel, como tus dedos se enredaban en su cabello para sujetarte. Su cara quedó sobre la tuya, lo que te permitió ver cada una de sus facciones mientras entraba y salía de adentro tuyo.
— Lando, bebé — gemiste.
— Lo sé, mi amor, lo sé. Se siente tan bien esto — dijo antes de besarte.
Tu mano, aquella que sujetaba la sábana, fue a tu clítoris para darte más placer, con movimientos circulares. Lando se despegó de tus labios para ver tu mano y gimió tirando su cabeza atrás.
— Mi amor, no pares de hacer eso — pidió.
— No lo haré — gemiste de placer.
Los movimientos de Lando fueron aumentando, cada vez más bruscos y rápidos. Sabías que él estaba cerca y que tú también después de varios minutos.
— No te prometo que dure mucho más — admitió.
— Está bien, bebé — susurraste mientras le dabas pequeño tirones a su cabello — ven dentro mío — pediste.
Asintió con su cabeza, dando estocadas más fuertes, un poco erráticas por el orgasmo que se estaba generando dentro de él.
En tu vientre se generó una especie de remolino, pequeños espasmo que avisaban que estabas a punto de llegar a la cúspide de tu placer.
— Voy a correrme — dijo rápido Lando antes de dar estocadas desordenadas y sentir como se venía dentro tuyo.
Sus caderas dando movientos irregulares, aquella respiración corta y entrecortada, sumado a sus manos en tu cuerpo, los jadeos de placer y tu mano en tu clítoris te hizo temblar y el orgasmo llegó como un tsunami arrasador.
Temblaste bajo Lando, sintiendo como en su última estocada el placer te dejaba destruida en la cama, sin palabras, sin sonidos.
La segunda alarma de la mañana, la del teléfono de tu novio sonó y sabías que ya era hora de levantarse o llegarían tarde a sus quehaceres.
— ¿Te duchas conmigo? — preguntaste.
— Dame unos segundos — pidió mientras recuperaba la respiración.
Te levantaste de la cama como pudiste, aún sintiendo tu cuerpo frágil y ligero. A duras penas llegaste a la puerta del baño y Lando estalló en carcajadas.
— ¡Caminas como Bambi! — se burló de tí.
Pero la risa terminó cuando sintió el almohadón del sofá en su cara y el portazo del baño.
— ¡Te amo! — gritó desde la cama, lo que te hizo sonreír del otro lado mientras te sujetaba a la manija de la puerta.
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Acá les dejo un poco de contenido de Lando Norris que había escrito hace mucho, pero que tardé en subir porque nunca me terminaba de convencer. Seguramente algún día de estos lo baje para corregirlo, pero por ahora disfrútenlo.
Les quería agradecer por lo bien que recibieron estás pequeñas historias y el apoyo que le están dando, tanto en las estrellas, los comentarios y siguiéndome. En serio, se los agradezco muchísimo.
xoxo
🌶️❤️