Starlight - Cinco Hargreeves

Diferencia de quince años

Sé que no te interesa lo que  yo quería que hicieras con tu vida. Pero esto fue idea de Nicollet y sé que ninguno de nosotros podría olvidar la mirada en su rostro cuando se le ocurrió esto. Era una de las cosas más hermosas que hemos visto, no podíamos decir que no.

Entonces, ¿cómo es el futuro? ¿Finalmente estás lejos del viejo, pasando tus días con la chica de nuestros sueños? ¿Estamos en uno de esos estudios de mierda de los que ella sigue hablando? Siempre se queja de lo abrumadora que es la mansión para ella, sería bueno saber que terminamos juntos en un lugar en el que se sienta más cómoda.

¿Cómo es nuestra relación, por cierto? ¿Discutimos como una vieja pareja casada? ¿Somos siquiera una pareja casada? ¿Me crecieron las pelotas para finalmente decirle cómo me siento? Si es así, ¿ella sintió lo mismo? Sé que siempre hemos pensado que ella podría hacerlo mejor, pero sé que seríamos el hombre más afortunado del mundo si nos eligiera.

Si no lo hizo, ¿cómo te va? ¿Pasamos a la universidad? ¿Nos convertimos en algo de lo que al menos estaría orgullosa? ¿Profesor? ¿Matemático? ¿Todavía usamos nuestros poderes? Papá ha estado diciendo que "No estoy listo para viajar en el tiempo", pero sé que todo es una mierda. Si podemos saltar perfectamente en el espacio, podemos saltar en el tiempo. Solo sé que si no hubiera sido yo quien lo hiciera, lo harías tú. Tenemos que tener alguna forma de felicidad después de esta mierda. Algo en lo que tengamos éxito.

Oye, Starlight. Si estás leyendo esto, entonces sabes que soy muy afortunado o muy desafortunado. Si es lo primero, solo debes saber que en cualquier situación en la que nos encontremos actualmente, llenas mi vida de mucha alegría. Siempre lo has hecho, y estoy seguro de que siempre lo harás. Te amo más allá de estas palabras cursi. Espero sinceramente tratarte como el regalo del cielo absoluto que eres. Te amo con todo mi corazón, Nicollet.

Si te encuentras en las desafortunadas circunstancias de mi muerte y de tener que leer esta nota, solo quiero decir que lo siento. Si morí antes de poder confesarme, entonces soy realmente un idiota. Aunque, Algo me ha dicho que siempre has sabido cómo me siento. ¿Sientes lo mismo? Si no, mis palabras anteriores siguen siendo ciertas. Fuiste lo mejor que me pasó y tuve la suerte de conocerte. Cualquiera tiene suerte de conocerte. Y con quienquiera que termines, es el más afortunado. Solo quería que lo supieras. Cuídate por mí, Starlight. Te adoro.

Con mucho amor

Tú Cinco

Nicollet no se dio cuenta de que sus dedos agarraban el papel con tanta fuerza que se arrugó. Ella no notó la forma en que sus lágrimas saladas comenzaron a manchar la escritura de su mano. Su dormitorio, que una vez estuvo en silencio, ahora estaba lleno de fuertes y fuertes sollozos. Su cuerpo se desplomó contra el costado de la cama mientras dejaba salir sus emociones. Por supuesto, sabía que Cinco la amaba. No había duda sobre eso. Tampoco se podía negar sus sentimientos hacia él, pero los había estado evitando durante años. Se sentía desleal con su esposo por estar innegablemente loca por un chico que había perdido seis años antes de que ella y Ewan se conocieran, pero le juró su vida a Cinco sin que ninguno de ellos lo supiera. No importa cuánto intentara negarlo, él siempre sería el que tendría su corazón. Ella se lo dio hace tantos años y no hay manera de que ella alguna vez pensara en pedirlo de vuelta. Era suyo y con razón. Al darse cuenta de esto, el agarre de Nicollet sobre la nota se aligeró mientras la acunaba contra su pecho.

—Yo también te amo... Amo tu precioso corazón... Siempre y para siempre...—  Ella sonrió entre lágrimas, besando las palabras "Tu Cinco" con la mayor delicadeza. Subiendo lentamente a la cama, comenzó a caer de nuevo en esa oscuridad una vez más. Se la iba a tragar entera, destrozar su mente, destrozarla. Y ella no sabría cuánto tiempo estaría allí esta vez. Al menos iría con una sonrisa en la cara.

Antes de que pudiera darse cuenta, fue empujada hacia atrás, el tiempo retrocedió  deshaciendo todo lo que había aprendido y realizado. Nunca llegó a un acuerdo con sus sentimientos, nunca leyó la nota, nunca volvió de cabeza a su adicción al cigarrillo y nunca se rindió con el mundo. Una vez más, eran las ocho y cuarto de la mañana y la familia, una vez más, estaba reunida sobre el final de todo.

—Espera— Klaus detuvo la conversación de Luther.— Todos morimos luchando contra esta cosa la primera vez. ¿Recuerdas?

—Klaus, sorprendentemente, tiene un punto— dijo Diego, girando su cuchillo con la mano que no estaba en un cabestrillo— ¿Qué nos da una victoria esta vez?

Antes de que Nicollet tuviera la oportunidad de responder, lo que solo pudo describir como electricidad crepitante sonó sobre ellos mientras una luz azul se arremolinaba junto con ella. De esa luz salió una figura, ahora al otro lado de la barra, encorvada sobre un maletín.

—¡Jesús!— Allison exclamó mientras todos se alejaban rápidamente de la barra.

Tras una inspección más cercana, Nicollet vio que era Cinco. Este gimió cuando trató de levantarse.

—Chicos— comenzó Klaus mientras se levantaba de donde acababa de caer—  ¿Todavía estoy drogado, o lo ven a él también?

—Cinco, ¿dónde has estado?— Luther cuestionó mientras el chico rodaba fuera de la barra, agarrándose antes de que pudiera caer al suelo. Todos se juntaron a su alrededor, Nicollet se puso justo al frente, ayudándolo a ponerse de pie.

—¿Estás bien? ¿Estás herido?

—¿Quien hizo esto?— Luther habló de nuevo.

Cinco levantó la vista del suelo y sus ojos verdes se posaron en la taza de café de Allison. Él se lo arrebató y se alejó cojeando del pequeño grupo.

—Irrelevante— fue todo lo que les dijo al principio. Se tambaleó mientras sorbía el café, probablemente el mejor que había tomado en mucho tiempo. Todos los hermanos lo miraron preocupados, Nicollet estaba retorciéndose las manos y mordiéndose el labio inferior. Cuando terminó, dejó escapar un suspiro y lentamente se volvió hacia todos, con el agotamiento cubriendo su rostro.— Entonces, el apocalipsis es en tres días— dijo con voz áspera— La única oportunidad que tenemos para salvar nuestro mundo es, bueno, nosotros.

—La Academia Umbrella — Luther asintió.

—Sí, pero conmigo, obviamente. Entonces, si no dejan de lado sus diferencias y aires de superioridad, estamos jodidos. ¿A quién le importa si papá nos arruinó? ¿Vamos a dejar que eso nos defina?

—Por supuesto que no— Nicollet susurró mientras Klaus negaba con la cabeza. Cinco la miró a los ojos, y su mirada le dijo lo suficiente sobre cómo estaba actualmente.

—Bien. Y para darnos una oportunidad de pelear para ver la próxima semana, he regresado con una pista— sostuvo un papel doblado— Sé quién es el responsable del apocalipsis. Es a quien tenemos que detener— Le entregó el papel cuando Nicollet lo alcanzó. Mientras sus hermanos se reunían a su alrededor, desdobló el papel.

REASIGNACIÓN: PROTEGER A HAROLD JENKINS.