Starlight - Cinco Hargreeves

Estar contigo

—Entonces, ¿Cómo es que estás pasando tiempo conmigo y no con Cinco?— Klaus preguntó mientras Nicollet le pintaba las uñas de negro. Sus ojos lo miraron por un segundo antes de regresar a su mano. Trató de pensar en una respuesta adecuada que no la hiciera sonar sospechosa. Terminó burlándose y encogiéndose de hombros.

—No tengo que estar con Cinco todo el tiempo. Tengo a Allison... y a ti.

—Sí— el chico de trece años inclinó la cabeza hacia su hermana con una sonrisa amable.— Pero pasas la mayor parte de tu tiempo con él.

—¿Estás celoso?

—Para nada. De hecho, me alegro de que no me mires de la forma en que lo miras a él—  Él se rió levemente, evitando moverse demasiado para no estropear el esmaltado. Ella frunció el ceño, se concentró en el esmalte.

—¿Qué estás insinuando— Ella susurró mientras se movía hacia su otra mano. Klaus realmente se rió esta vez. — ¿Qué?

—Estás loca por Cinco. Y él lo está por ti. Es un poco raro, Nikki. Sabes que todos somos hermanos, ¿verdad?— Él levantó una ceja cuando ella se puso rígida, deteniendo sus acciones. 

Sus ojos se movieron hacia un lado mientras pensaba en una respuesta.

—Bueno... técnicamente, en realidad no somos hermanos.

—Si tienes que usar la palabra 'técnicamente', ya estás en problemas.

Ella suspiró antes de volver a su mano. Sabía que los sentimientos de Cinco y ella eran tan extraños como los de Allison y Luther. Es por eso que ella nunca se burlaba de ellos como todos los demás. Pero pensó que nadie más que Allison se había dado cuenta. 

—¿Todos saben?

—Es tan obvio, querida.— Klaus susurró, casi sintiendo pena por su hermana. Ella gimió y usó el dorso de su muñeca para frotarse el ojo.

—Es tan complicado... yo solo... no veo a Cinco como un hermano, ¿sabes? Sé que debería, todos estamos siendo criados por la misma persona, pero... todo se siente diferente con él— Ella hizo un puchero y se encorvó un poco. Klaus movió la cabeza para encontrar sus ojos. Nicollet se dio cuenta y miró hacia arriba, riéndose levemente de la sonrisa tonta que le estaba dando. Ella volvió a su mano una vez más mientras él suspiraba pesadamente.

—Bueno, tal vez una vez que estemos fuera de aquí, puedas encontrar a alguien que no sea 'técnicamente tu no hermano', ¿sí? Entonces las cosas pueden no ser tan complicadas.

—Suena como un plan— murmuró. Pasaron uno o dos minutos de silencio antes de que Nicollet cerrara el esmalte de uñas, soplando suavemente aire fresco sobre las uñas de su hermano. — ¡Todo listo!

—Gracias, hermana querida— Levantó sus uñas cuidadas con una cálida sonrisa.

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Nicollet no podía dejar de pensar en Klaus. Esas visiones no podían haber sido falsas, pero ¿Cómo las estaba viendo? No podía ver los recuerdos de sus clones a menos que estuvieran en su presencia. Lo habría descartado como uno de los muchos escenarios extraños que había imaginado a lo largo de su infancia si no hubiera sido por la repentina realización que se estrelló contra ella; Klaus era el único al que no había visto después del ataque a la Academia. Eso significa que los dos de anoche lo secuestraron no solo a él, sino también a su clon.