—¡Kim HongJoong, cabina seis!
El rubio alzó la vista así como las otras cuatro veces anteriores en las que el guardia había llamado a algún prisionero. Fijó su vista en la puerta por donde el llamado saldría, no esperaba mucho, sinceramente.
Pasaron dos minutos y nadie salía, ¿acaso no escuchó?, pensó, sin embargo, tras otros segundos, un chico salió.
Cabello negro, relativamente bajito, ojos de apariencia almendrada, atractivo.
¿Desde cuándo un preso era tan bonito?
Ese prisionero era un niño bonito.
Su mirada fue hasta ese chico que estaba sentado en la cabina de su lado izquierdo, a los pocos segundos, logró oír su voz, hablaba inglés, acento estadounidense... un tono ligero a mofa, ¿cómo esa cara tan bonita puede usar ese tono? Volvió a decir su subconsciente.
A los pocos minutos, escuchó el nombre de su padre ser llamado, así que dejó de mirar a ese chico de cabello negro, a Kim HongJoong.
—¿Todo bien? —cuestionó su padre al ver la distracción de su hijo, el cual asintió cuando lo escuchó.
—Sí —respondió suspirando—. Sólo estoy un poco cansado, el estudio es un poco difícil. Ser el mejor cuesta. —Soltó una risa, mirando unos momentos al chico de la cabina seis.
—¿Cómo van las cosas con tu novio? —Esa pregunta captó por completo la atención de Seonghwa. — ¿San era que se llamaba?
Rió —. Terminamos. —contestó con una sonrisa, no era algo de lo que estaba orgulloso, pero tampoco era algo que le dolía, simplemente le había dejado de importar —. Dijo que no le ponía demasiada atención, así que se fue con otro chico.
Su padre hizo una mueca.
Seonghwa no era un chico que se podría caracterizar por su suerte en el amor, ningún chico lograba quedarse en su corazón, ningún chico le hacía sentir lleno, y no era porque se consideraba mucho o alguien que merecía demasiado, simplemente no había alguien que le hacía sentir tan especial.
Era alegre, sonriente y quizá bromista, pero también era alguien callado y maduro. Se declaró homosexual a los quince años, cuando se enamoró por primera vez de un chico mayor que él llamado Taemin; no obstante, el rubio no tuvo mucha suerte con él, y tampoco con los chicos que venían por delante, Seonghwa comenzaba a creer que el amor no se le daba y que debía dejar de preocuparse por eso, cosa que hizo después de terminar con San.
—¿Vendrás la próxima semana? —preguntó su padre al ver que el guardia le había hecho una señal, indicando que podrían hablar por únicamente un minuto.
—Sí, sabes que sí —respondió sonriendo—. Te veré después, padre.
—Cuídate. —Sonrieron antes de que dos guardias se llevarán al mayor de nueva cuenta a su celda.
Seonghwa suspiró profundamente, no le gustaba ver a su padre así, aún tenía mucho que vivir, mucho que disfrutar, pero por la injusticia del país no lo podría lograr.
Dirigió su mirada a la cabina seis, encontrándose con el muchacho de ojos almendrados con la vista baja, mientras escuchaba atentamente lo que quien parecía ser su familiar o amigo le decía, no pudo adivinar, pero ambos hablaban inglés, eso le hizo creer al rubio que eran familia, a lo que sonrió leve. Luego analizó un poco al chico bonito, la piel de ese pelinegro parecía suave.
Escuchó el nombre del chico dicho por un oficial, segundos antes de que dos guardias lo tomarán de los hombros para llevárselo de ahí, dejando a su familiar con tristeza notoria sobre su rostro.
Pero Seonghwa no estaba satisfecho, quería apreciar más de aquel chico.
—No será la última vez que te vea, Kim HongJoong —musitó con una sonrisa en sus labios.
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Kim Hongjoong : seongjoong
Fanfiction⋆ 𝐒𝐄𝐎𝐍𝐆𝐉𝐎𝐎𝐍𝐆╎ ─ ¿Quién eres tú? ─ Soy Park Seonghwa. ─ No te conozco. ─ Lo sé. Donde Seonghwa comienza a visitar a HongJoong en prisión, sin siquiera conocerse. ⚠️ | Historia triste. Esta es solo una adaptación, todos los créditos son...