CAPÍTULO I

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Los pasos de Seonghwa eran tranquilos, su rostro quería disfrutar del clima, de la lluvia.

Inhaló profundamente, llevándose consigo una sonrisa por el aire fresco, le encantaban los días lluviosos, sobre todo si era lunes, eso hacía el día tranquilo para él y le fascinaba.

Abrió la puerta, adentrándose hasta la recepción, donde estaba una señora de aproximadamente sesenta años, quizás cincuenta, pensó Seonghwa.

Día 1, estaba nervioso.

—Buenas tardes, vengo a hacer una visita —dijo cuando estuvo lo suficientemente cerca de la anciana—. Mi nombre es Park Seonghwa.

—¿A quién viene a visitar? —cuestionó después de escribir el nombre del castaño.

—Kim HongJoong.

—¿Relación?

Se quedó callado unos segundos, sonriendo después—. Soy su novio.

¿Cómo reaccionaría aquel chico de cabello negro al ver que alguien a quien no conoce visitándolo? Sólo esperó que bien, dijo el subconsciente de Seonghwa.

El ya mencionado se sentó en la cabina que se le había asignado, esperando a ver a aquel muchacho. ¿Por qué tan de repente? Ni siquiera el rubio lo entendía.

—¡Kim HongJoong, cabina dos!

Esas sencillas palabras hicieron que una sonrisa se dibujara sobre los labios de Seonghwa, ¿por qué escuchar eso se había sentido como beber chocolate caliente con malvaviscos en pleno invierno? Se sentía tan bien.

Pocos segundos después, visualizó a Kim HongJoong, su ceño estaba fruncido pero su expresión era de confusión. Créeme, yo estaría igual si fuera tú, pensó Seonghwa sonriendo.

El pelinegro se sentó frente al chico, y así él mismo pudo apreciar el hermoso rostro que aquel preso poseía, facciones sublimes; ojos brillosos que parecían ser más almendrados que alargados y rasgados, labios pomposos y atractivos, nariz respingada y perfecta, ¿por qué era tan bonito?

—¿Quién eres? —se animó a preguntar.

Para el rubio, escuchar la voz de HongJoong claramente sonar en su oído había sido maravilloso, le había encantado tanto que podría definirlo como "música para mis oídos."

—Soy Park Seonghwa —respondió con una pequeña sonrisa, mirando a detalle cada facción del rostro adverso.

—No te conozco. —murmuró confundido y un poco atemorizado.

—Lo sé.

Otra sonrisa fue a los labios de Seonghwa, haciendo que el chico frunciera aún más su ceño, ¿qué estaba pasando?

Hubo unos segundos de silencio, el castaño sólo estaba admirando al pelinegro, ¿cómo podía ser tan bonito?

—¿Cómo estás? —preguntó después de rato, deslizando por cuarta vez su mirada por cada facción del rostro adverso.

—Disculpa, estoy confundido, ¿qué quieres? ¿Estás aquí para hacerme confesar? —murmuró mirando a su alrededor.

—No, no vengo por eso.

—¿Nos conocemos? —volvió a preguntar HongJoong al pensar que era alguien a quien no recordaba.

—¿Es pregunta o es propuesta? —Apoyó su mentón en la palma de su mano, sonriendo.

Extrañamente una sonrisa se formó en los labios de HongJoong, esto le avergonzó así que descendió su rostro para que el rubio no lo notará.

—Oye, déjame ver tu sonrisa. —dijo el rubio poniendo su mano en el cristal que los dividía— Por favor.

¿Por qué eso se sentía extrañamente bien?

HongJoong alzó su rostro, dejando a la vista su sonrisa, una adorable sonrisa que contagió a Seonghwa, y así, se habían sonreído el uno para el otro por primera vez.

—¿Cómo estás? —volvió a preguntar, pero al ver aún que el pelinegro no estaba convencido, suspiró tranquilo, mostrándole una suave sonrisa—. Quiero conocerte, Kim HongJoong.

Tardó unos segundos en ¿confiar?, no entendía nada, pero de cualquier manera, era mejor seguir el juego, o eso suponía—. Estoy bien, hace un poco de frío de este lado pero... Me estoy acostumbrando. —Suspiró encogiéndose de hombros y dándole una leve mirada—. ¿Cómo estás tú?

—Bien —respondió con una sonrisa—. El clima es fresco, me gusta mucho.

Primera cosa en la que coincidían.

A HongJoong también le gustaba el clima fresco.

—¿Puedes hablarme de ti? Honestamente eso de que alguien a quien no conoces venga y te visite en prisión no se ve todos los días. —Soltó una pequeña risa.

Maldita sea HongJoong, tu risa es hermosa, pensó Seonghwa deleitándose.

—Soy Park Seonghwa, tengo 19 años, nací el 3 de abril de 1999, actualmente estoy estudiando fotografía, me gusta mucho captar cosas hermosas para guardarlas siempre en mi memoria y así no olvidar lo bello que hay en la vida. —Sonrió—. Quizá algún día podría tomarte algunas fotos, HongJoong.

Un pequeño escalofrío recorrió el interior de HongJoong, poniéndole como se dice "la piel de gallina". Aquel extraño (porque eso era) le hacía sentir miedo, pero al mismo, tiempo le hacía querer sonreír y hablar por todo un día, se sentía en confianza al igual que en desconfianza.

—Qué dices... —murmuró, avergonzándose por lo último dicho.

—Ahora es tu turno, háblame de ti. —ladeó su rostro un poco para prestar toda su atención en el pelinegro.

— Soy Kim HongJoong, nací el 7 de noviembre del 98, así que soy mayor. —Ambos sonrieron.

—¿Debería llamarte "hyung" entonces? —comenzó a reír y HongJoong negó rápidamente con su mano libre—. Entiendo, continua.

—Antes de ingresar aquí, estudiaba danza... Realmente amo bailar, creo que por medio del baile puedo expresarme mejor. —Se encogió de hombros.

—La danza... Conozco a alguien a quien también le gusta y es un buen bailarín, algún día deberían conocerse. —HongJoong lo miró y tras unos segundos, sonrió leve.— ¿Tienes familia?

El mayor permaneció en silencio mientras miraba el cristal (no a Seonghwa), se encogió de hombros y después suspiró. Los guardias se acercaron al pelinegro, tomándolo de los brazos para alzarlo, pero aún así, HongJoong no soltó el teléfono.

—Por eso estoy aquí.

Murmuró antes de que esos guardias lo sacarán de ahí, llevándolo de vuelta a su celda.

╰─➛✎﹏ | El autor tiene algo que decir ! .°• ੈ♡₊˚•.

                      ➛ hihi-! Esta es la primera adaptación que hago, y quisiera agradecer a su autora original, CB97ONEB, por dejarme hacerla.

     

Kim Hongjoong : seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora