XIX: EPÍLOGO III

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—Esta libreta fue la única y por supuesto falsa, prueba con la que inculparon a Kim HongJoong, diciendo que él había escrito dichas cosas hacia su familia lo cual es completamente falso. —Miró al juez—. En esta libreta HongJoong dibujaba sus diseños de ropa, esas hojas mágicamente fueron recortadas y ocultas. ¿Qué pasó días antes del juicio de HongJoong? El señor Park presentó sus nuevos diseños los cuales también fueron modelados.

—No puedes confirmar que esas hojas de diseños pertenecen a la libreta —mencionó el abogado.

—El día que yo recibí esta libreta, que por cierto, estaba entre las cosas de mi padre, venía dentro de ella las hojas, ¿por qué su cliente guardaría los dibujos de "sus" diseños en una libreta que, por cierto, no le pertenece? Si eso no le es suficiente, puedo asegurar que la letra es la misma que la del señor Park... Reconocería su letra en cualquier lugar.

—¿Y cómo puedes estar seguro de eso? —dijo el señor Choi.

—Es mi padre, lo conozco. ¿No era usted el que insistía tanto en esto de padre e hijo? —Ladeó un poco su rostro mientras lo miraba un tanto serio.

Al no recibir respuesta y al ver la aprobación del juez para que siguiera, lo hizo:

—Por último, para terminar con todo. —Soltó un suspiro cansado—. El último día que vi a mi padre tuvimos una discusión y él lo confesó. Por supuesto, gracias a la ayuda de una persona, pude obtener esta grabación.

Antes de que se reprodujera, el padre de Seonghwa se puso de pie y golpeó la mesa con las palmas de sus manos, captando la atención de todos los presentes:

—¡Ya detente Seonghwa!

—¡Tú no te detuviste! ¿Por qué lo debo de hacer yo? —contestó mirando al mayor.

—¡¿Qué ganas con todo esto?! ¡Seonghwa detente, soy tu padre!

—¡Y él era mi todo!

Soltó un suspiro para calmarse, no debía perder el control, no quería mostrarse desesperado, aunque realmente lo estaba. Sin decir nada más, inició la grabación en la cual se podía ver y oír perfectamente a Seonghwa en la oficina de su padre discutiendo con éste. Cuando finalizó, todos miraron al rubio.

—Si esa grabación no es suficiente, en su poder tiene la laptop que el señor Park usó para comunicarse con la persona que asesinó a la familia Kim. El señor Park HyunTae, quién afortunadamente murió hace dos años. —Se mostró una foto en la pantalla—. Por último, me queda agregar que el tiempo que él estuvo en prisión, en realidad sólo fue una cortina de humo para desviar la atención. Mi padre jamás haría fraude, pero sí asesinaría a una familia completa. —Acomodó el saco de su traje—. He terminado, su señoría. —dijo por último antes de sentarse.

El juez soltó un largo suspiro, en realidad había sido un juicio largo por la tensión que se sentía en el lugar. El casi anciano miró aquellos papeles donde estaban las pruebas antes mencionadas por Seonghwa al igual que las pruebas que se usaron en contra de HongJoong hace cuatro años. El lugar estuvo en silencio unos segundos hasta que aclaró su garganta para hablar.

—Creo que no hace falta tiempo para tomar una decisión. —comentó mirando tanto a Seonghwa como al abogado y al acusado—. En todos mis años de experiencia jamás he visto un caso como el de hoy donde un fiscal, —miró al rubio—, abriera de nuevo un caso de hace más de cuatro años, solamente para aclarar todo.

Suspiró y prosiguió:

—El señor Park Kwanmin queda sentenciado a cadena perpetua por el homicidio al CEO Kim junto a toda su familia. Y declaro a Kim HongJoong inocente. —Golpeó su martillo contra el escritorio.

Kim Hongjoong : seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora