✨ Elizabeth ✨

15. Viernes 5/8: Cosas de Chicas

—Buenos días, Jenni.

—¡Ah, Zaira! ¿Qué te pasó ayer? ¿Por qué no viniste?

—Es que... «tengo que cuidar mis palabras. Nadie puede saber lo de Erik. Se lo prometí»... m~me quedé dormida.

—¿Dormida? Tú... eso si que es raro.

—Bueno, siempre hay una primera vez para todo, ¿no?

El patio estaba lleno de estudiantes caminando de un lado a otro, algunos riendo y otros discutiendo sobre tareas o exámenes. Los bancos de concreto dispersos por el lugar servían para aquellos que intentaban terminar algún trabajo rápido o simplemente descansar antes de entrar a clase. El sonido de las conversaciones se mezclaba con el cantar de los pájaros. Zaira y Jenni caminaban hacia su salón mientras platicaban, cuando de repente Elizabeth apareció al fondo del patio. Con pasos firmes, su largo cabello castaño ondeando al ritmo de su caminar, se acercaba con una pequeña sonrisa en el rostro. Al verla, Zaira sintió un leve escalofrío recorrerle la espalda. Elizabeth al notar a sus amigas sin pensarlo se acercó.

—¡Hola, chicas! ¿Cómo están? —saludó, dándoles un abrazo rápido.

El leve perfume de Elizabeth, con toques dulces y cítricos, bastó para poner a Zaira completamente nerviosa. Su corazón parecía latir más rápido de lo normal, y por un momento sintió que se le iba a salir del pecho.

—H~hola, Eli —murmuró, intentando no tartamudear, aunque el color rojo en sus mejillas la delataba.

Jenni, siempre observadora, notó el rubor de su amiga y arqueó una ceja.

—Zaira y yo íbamos al baño —dijo rápidamente, agarrándola por los hombros.

—¿Al baño? —preguntó Zaira, desconcertada.

—¡Sí, vamos ya! —respondió Jenni, empujándola con disimulo.

—Bueno, no tarden. Ya casi llega el profe —dijo Elizabeth antes de entrar al salón.

Una vez en el baño, Jenni soltó a Zaira y cruzó los brazos, mirándola como si hubiera descubierto un gran secreto.

—Muy bien, Zaira, ¿qué fue eso?

—¿Qué fue qué?

—Esa reacción tuya con Eli. Te pusiste rojísima. No me mientas.

—¡N~no fue nada!

—Zaira, por favor, ¿olvidas con quién estás hablando? Esa mirada tuya es la misma que tenías cada vez que Erik te sonreía. Vamos, dime la verdad.

Zaira bajó la mirada, atrapada. Sabía que Jenni no se rendiría hasta sacarle la verdad.

—Está bien, está bien... es que... Eli me llama la atención un poco. Y... me recuerda a Erik —confesó, jugando nerviosamente con sus manos.

Jenni parpadeó sorprendida, pero rápidamente su rostro se iluminó con una sonrisa traviesa.

—¿Elizabeth te gusta? ¡Vaya sorpresa! —exclamó, divertida—. Esta decidido: te voy a ayudar.

—¿Qué? ¿Ayudarme? ¿Con que?

—Vamos a hacer que le gustes. Hoy mismo la invitamos a la plaza. No te preocupes, no le diré nada a Alison ni a Alicia «de todos modos se van a dar cuenta».

—Jenni, no... no sé si sea buena idea. Además, yo...

Jenni no la dejó terminar.

—Nada de excusas, amiga. Esto lo hacemos hoy. Ahora, regresemos al salón.