Esa misma noche Elizabeth tuvo un sueño. Estaba sola en su aula de la preparatoria y poco a poco llegaban sus compañeros de clase, a medida que pasaba el tiempo todos la veían y entre ellos susurraban; ¿Quien es ella?
Al darse cuenta de cómo la miraban por pena decidió acostar su cabeza en la butaca. Al poco tiempo una voz conocida le hablo por detrás, era una de sus amigas.—¡Hola Elizabeth! ¿Como estas?
—«Yo conozco esa voz... ¿Jennifer?»
Reconoció la voz casi instantáneamente, pero antes de responderle despertó de golpe. Recordar a sus amigos y pensar que ya no podría verlos le ponía triste. Tomo su celular para ver si tenía mensajes y así fue, tenía 257 mensajes de parte de todos ellos.
—¿Cómo pude ser tan descuidada?, nunca me acordé de ellos... y tampoco tuve tantos mensajes—. ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Cuando regresas? Eran algunos de los mensajes que tenía.
Cuándo terminó de contestar algunos mensajes dejó su teléfono y salió de la cama para desayunar. Diana se encontraba desayunando y al momento de verla le dio los buenos días.Elizabeth también se sentó y empezaron a platicar junto con Karen qué también ya se encontraba allí. La plática se amplió a 2 horas sobre consejos y preguntas que tenía Elizabeth sobre las mujeres.
—«Esto no va a ser difícil...» pensaba Elizabeth muy confiada.
El día pasó sin ningún nuevo cambio. Al día siguiente Elizabeth se encontraba en su habitación cuando recordó su sueño anterior. Salió de su cuarto para mencionarle a su madre sobre la escuela pues después de 32 días de haberse convertido en mujer y en no ir a la escuela tenía que seguir estudiando, y como ya no era Erik habría un problema, pero Diana ya llevaba la delantera.
—No te preocupes, ya tenía contemplado eso. Si todo sale bien para la próxima semana estás de regreso, aparte no creo que te afecte mucho un mes de ausencia, puedes preguntarle a tus amigos que han visto y qué te pasen los apuntes.— Decía segura ya que ella conocía gente y formas de arreglar las cosas más fáciles.
—¿Pero qué vas a hacer?
—Primero necesitamos arreglar asuntos legales... principalmente tu acta de nacimiento y otras cosas. Vístete, vamos a ir de una vez.
Las dos se arreglaron y salieron al registro civil. Al llegar les atendieron rápido, pidieron los datos de Elizabeth y al cabo de una hora ya estaba arreglado.
—Listo, mañana tenemos que regresar.
— Qué rápido ¿Qué fue lo que hiciste?
—No mucho realmente. Ahora vamos necesitar fotos, y tal vez lo más problemático será lo que piden para inscribirte.
Después de varias horas Elizabeth ya tenía fotos y en trámite los papeles suficientes para ser reconocida como una ciudadana.
—Mañana que nos entreguen el acta de nacimiento nos pasamos a la escuela. Así que ya quedo por hoy.
Al día siguiente salieron temprano al registro civil. Estando ahí recibieron el acta de nacimiento y en seguida se dirigieron a la misma preparatoria donde Erik solía ir, pero antes de entrar Elizabeth empezó a sentir nervios.
—Oye... ¿y qué tal si alguien me ve?
—¿Qué tiene de malo? Eres una chica muy linda, obvio que los hombres te van a ver.
—No... me refiero a eso... digo que si alguno de mis amigos o compañeros me reconocen.
—Estoy segura que nadie te reconocerá, solo si les dices quien eres claro... bueno, voy a entrar a inscribirte, espera aquí.
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✨ Elizabeth ✨
General FictionErik Ferran es un joven común de 20 años, vivió un suceso extraordinario a los 17 años que marcó un antes y un después en su vida. De la noche a la mañana, Erik se convierte en mujer, un fenómeno inexplicable que inicialmente él niega con todas sus...