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No se sabía la hora exacta, no tenía un reloj manual que le indicara el tiempo mucho menos habría alguno en la celda, pero de algo estaba seguro que era bien tarde en la madrugada cuando comenzó a escuchar jadeos provenientes de la otra cama, su sueño pesado se desvaneció cuando los gemidos se hicieron más fuertes, y si mencionamos al golpeteo de los cuerpos fue fuerte, Xiao Zhan abrió los ojos, aquella escena que presenciaba en la oscuridad lo sacó de honda.

Y es que solo una leve luz proveniente del pasillo se reflejaba justo en aquella parte de la celda, en donde se encontraba Wang Yibo manteniendo relaciones sexuales, no supo tan siquiera cuando aquel chico había entrado, pero lo más asombroso fue ver a Wang Yibo entre las piernas de un chico pelinegro que aruñaba su pecho con violencia.

— J-joder W-Wang Yibo m-e vengo.

Murmuró el chico mordiendo su lengua para evitar gritar cuando el placer estuvo a punto de recorrer por fin su cuerpo, una fuerte electricidad bombardeó su pelvis hasta llegar a la punta de su miembro liberando aquella corrida. Wang Yibo gruñó corriendose también dentro del pelinegro.

— Eso fue asombroso, Dylan.

Wang Yibo se tumbó a su lado cubriéndo sus cuerpos desnudos con la pequeña manta que le asignaban a cada preso. Dylan sonrió aún agitado, juntó sus manos con las de Wang Yibo y las besó, ese chico realmente adoraba estar con el castaño, se sentía genial ante cada encuentro y es que esa relación era más profunda de lo que muchos creían, ellos eran mejores amigos que se daban placer cada vez que deseaban, sexo sin amor, sin compromiso, Dylan olvidaba a la verdadera persona que amaba con Wang Yibo, y eso era más que suficiente para él, en ocasiones así se sentía, libre, que podía dejar todo atrás.

— ¿Crees que nos haya escuchado?

Preguntó Dylan con cierta vergüenza en sus mejillas.

— Seguramente, en estas dos paredes todo se escucha.

Habló Wang Yibo burlándose de la pequeña celda que compartían con Xiao Zhan, una igual compartía Dylan con otro preso de nombre Aaron que jamás hablaba más de dos palabras con él, mientras que el pelinegro se moría de ganas de que el mayor le dedicase palabras; gestos o caricias, este era nulo, cosa que a Dylan le enojaba muchísimo, porque le encantaba ese hombre que dormía sobre él en la misma litera, llevaban siendo compañeros por casi 2 años y no había nada.

— Mañana es el cumpleaños de Aaron.

— Lo sé, ¿Qué quieres hacerle esta vez?

— Nada, no me hace ni el más mínimo caso.

— Dylan, debes dejar esto ya. Tal vez Aaron no sea homosexual.

— Hace dos semanas los vi. — Wang Yibo entrecerró los ojos desconociendo el tema.— Él y ese chico nuevo, Kai... ese chico estaba apoyado en la pared de una de las duchas mientras Aaron se agarraba de sus caderas...se lo estaba follando, y lo peor de todo es que no me dio celos, salí de ahí con una erección enorme. — Wang Yibo soltó una estruendosa carcajada, se inclinó un poco para asegurarse de que Xiao Zhan estuviese dormido, y supuestamente lo estaba, ya que tenía los ojos cerrados. — Aaron me gusta mucho, Wang Yibo, y verle con ese chico...me gustó bastante. — Zhan se quedó en silencio, un guardia que hacía sus rondas nocturnas vio a Dylan a su lado pero no dijo nada, solamente siguió su camino.

— ¿No puedo creer que ese hombre aún te tema?

Comentó Dylan llevando una de sus manos a su miembro por inercia.

— Lo dejé ciego de un ojo, yo también me tendría miedo.

Rió por lo bajo mirando nuevamente a Xiao Zhan, este se movió volteandose a la pared, una vez de espaldas a aquellos dos, abrió los ojos centrándose en la charla.

𝑫𝒂𝒓𝒌 𝑫𝒆𝒔𝒔𝒊𝒓𝒆𝒔 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora