Prólogo

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Sam Rouse, un chico de 23 años que toda su vida se ha dispuesto a vivir a Wonderland y trabajaba en Coffe & chocolat, una cafeteria en la avenida central de la ciudad. Es como la muñeca exótica del pueblo.

Pues su cabello blanco a causa de que era albino llamaba mucho la atención, sin hablar de las cejas pobladas y del mismo color o de sus pestañas largas y abundantes que rodeaban la figura almendrada de sus ojos, pero aquello no era todo lo que el chico poseía para ser visto así.

El color de sus ojos jugaba un papel importante, ya que, era una extraña combinación de un azul oceánico junto a un verde, que se podría decir, es fluorescente.

Y aquello no paso por desapercibido por Damien Darkmoon.

***

Damien Darkmoon, un hombre de 30 años, nuevo residente en Wonderland.  No se quejaba de lo acomodado que estaba, tenía lo que necesitaba, al menos materialmente hablando; un departamento cómodo, y un trabajo propio o eso pensó hasta que se topó con Sam.

Sam es todo lo que Damien a estado buscando. Desde que lo vio supo que las características que poseía el chico eran especialmente para formar un hermoso contraste con las de él.

A Damien nunca le gusto el blanco, ni los colores llamativos, pero en Sam aquello se veía simplemente hermoso.

A Sam nunca le llamaron la atención los colores oscuros pero en Damien aquello se veía realmente bien y no se quejaría de verlo todos los días.

Tal vez, solo tal vez ambos habían nacido para estar juntos, posiblemente un inmenso hilo rojo se fue acortando con el pasar del tiempo hasta que ambos estuvieran cara a cara.

¿Acaso la teoría del hilo rojo existía? O ¿simplemente era un mito?

Mi Destino  |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora