Parte 11

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-Tranquila, respira.

Vomité todo lo que tenía dentro en el retrete. A mi lado, Ginny me sujetaba el pelo.

-Ya está, ya ha pasado...

Me lavé la cara con agua y Ginny me ayudó a secarme. Me temblaban mucho las piernas. Por poco no me iba a desmayar. Maldije en voz baja mientras ella me ayudaba a sentarme.

-Tengo una mala noticia. Álvaro se ha enterado de lo que pasó en Navidad y ha roto contigo. Ha dicho que eras una...
-Ya lo sé, Ginny. No hace falta que lo digas. Se perfectamente como me ha llamado.

Al estaba en la puerta del baño, esperando. Cuando me vio, me dijo:

-Quiero de vuelta mi anillo.
-¡Toma tu maldito anillo!

Me lo saqué del dedo y se lo lancé al pecho. Él lo cogió y se fue.
McGonagall se acercó y le dijo a Ginny:

-Señorita Weasley, por órdenes de Dumbledore la señorita White estará siempre con usted. Se sentará en la mesa de Gryffindor, irá a las clases con usted y dormirá en su dormitorio. Ya hemos habilitado una cama para ella. Y bajo ningún concepto dejará que ella y el señorito Santamera mantengan una conversación o se acerquen.
-Sí, profesora McGonagall.

Me pasé el día con Ginny. Agradecí que fuer ella quien me cuidara, pues cualquier otra persona o cualquier otra casa me hubiera sentado peor.

Ver a Harry y Ginny juntos y tan felices no ayudaba, la verdad. Pero su compañía es mejor que la de cualquier otra persona. Hermione me ayuda con lo que no entiendo de la escuela. Ron, Fred y George me levantan el ánimo cuando me encuentro mal.Siento que todos mis amigos están en Gryffindor y estoy tan cómoda aquí que es como si en realidad hubiera tenido que pertenecer a Gryffindor.

Hay mucho rumores sobre mí, sobre Álvaro, sobre Rodrigo, sobre mí cambio de casa, sobre muchas cosas. Pero no me importa.

Con Al no me he vuelto a hablar, ni lo pienso hacer. Con Rodri sí que hablo pero no mucho. No porque nos llevemos mal, sino porque no hay tiempo o por los rumores. Y puede que sea una locura, pero le sigo queriendo. Creo que nunca le dejé de amar, pero su "traición" dolía. Dolía mucho. Puede que hasta le pida que sea mi novio. Sé que es una locura. Pero es que de verdad le quiero.

Dejé de sobre pensar, o al menos lo intenté. Es una costumbre muy mala, pero la llevo teniendo toda mi vida. Y deshacerse de algo así es muy complicado.

Revisé mi habitación. En un cajón encontré la carta de Rodri en la que se me declaraba y me pedía ir al baile. Al releerla sonreí. Tan solo esperaba que siguiera sintiendo lo mismo por mí. Encontré un episodio de su podcast y lo escuché en silencio. De vez en cuando me salía una sonrisa amplia.

-¿Qué te hace sonreír de esa manera?
-Rodrigo haciendo el tonto.
-¿Te lo ha mandado así tal cual?
-No, es un podcast que tiene con Al. Es muy bueno. -la expresión de Ginny cambió.
-Lily, tienes prohibido relacionarte en nada con ese chaval, órdenes de Dumbledore. -dijo muy seria.
-Bueno, voy al baño.

Me levanté y me fui al baño. Vi que en la papelera había una prueba de embarazo. Estaba en blanco. "¿Por qué no?" Pensé. "Total, no va a pasar nada".

Así que me hice la prueba. Y dió positivo. Estoy embarazada de Rodrigo.

Una Hufflepuff y un Slytherin (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora