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Al dia siguiente, te vestiste con la ropa mas elegante pero sin piedrería que te dieron, usaste una sombrilla con este velo negro que te cubría y vestiste al pequeño bebé con la mejor ropa que los sirvientes pudieron traer, pero no te ibas a quedar así, al momento que llegaste al mercado fuiste a cada tienda posible y acabaste con estas,
¿Carpintería? Le pediste la mejor madera duradera y sin nada de astillas para crear una buena cuna y repisas.
¿Tienda de muebles?, les pediste tanto buenos sofas como mecedora cómoda, al igual que el mejor colchón para cunas que tenían.
¿Departamento de telas?, Elegiste las mejores sabanas que tenían para tu pequeño tanto para la época de frío como de calor, al igual que varios diseños que se te hacían adorables.
¿Tienda de ropa infantil? Le probaste todos los modelitos posibles al pequeño y buscaste los mejores para el, escogiendo varios al mismo tiempo, para las cuatro estaciones, y varias pijamas cómodas para el pequeño, asegurándose que la tela no sea irritante y sofocante.
¿Librería? Te llevaste todos los libros infantiles que había ahí, una copia de cada uno, ya que no hay caricaturas en esta época tenías que buscar una manera de entretener a tu pequeño y llenar su mente de maneras creativas.
¿Juguetería? Pediste todos los juguetes de infantes que había y los revisaste para comprar, nada pequeño que sea fácil de tragar y nada con Mercurio como pintura, incluso cuestionando algunos materiales de los juguetes, ya que sabías que en esta época aun no había regulaciones para los juguetes y hasta usaban pólvora y químico que han matado a varios pequeños y los que pasaron tu prueba todos los compraste.
¿Tapicería? Obviamente, tenias que reemplazar ese viejo tapiz lúgubre a uno más alegré para un bebé y asegurarte que no hubiera hongos en la habitación, para eso hay que ir con un experto.
Literalmente estabas comprando todo como si fuera buen fin y todo estuviera en descuento, a cada tienda, a cada vendedor le dijiste que la factura de sus compras era para tu esposo Lilia Vanrouge y que el pagaría todo, sirvientes fueron y vinieron con todas las compras hasta literalmente quedar solo unos pocos de tus acompañantes que los miraste.
- muy bien... Ahora que compramos lo básico tomaremos un descanso! Vayan a dejar eso a los carruajes y si quieren recorran un rato el mercado mientras ahora hago compras pequeñas con mi bebé!- dijiste sonriente y escuchaste el suspiro de alivió de todos tus acompañantes que se dirigieron a dejar todo a los carruajes que irán al palacio para dejarlo.
Ya un poco sola cargaba al pequeño que ahora abrazaba un nuevo peluche de osito con ojos de botón grandotes y moño elegante, tenía ahora sí un traje adecuado para un bebé, e incluso con un chupón nuevo que hacía juego con su traje y con la otra mano agarrando tu larga sombrilla
Se abrazaba a ti un poco adormilado pero con carita de puchero ya que parecía tener hambre, tu reiste leve al ver su carita - anda anda, vamos a buscarte comida~ - miraste por el mercado y ahí lo viste, una panadería, perfecto para encontrar algo suave para comer - vamos por pan~ andando bebé-
Llegaste a la panadería encontrando pan relleno de mermelada de frutas, perfecto para ti y tu bebé, al parecer era atendida por una pareja de ancianos que te saludaron con una amable sonrisa.
- oh señora! Que va a llevar? - dijieron los ancianos al ver que cargabas un bebé, muy seguramente, mujer casada y noble, así que te trataron con respecto desde que entraste.
- mmm voy a querer un pan de mermelada de frutilla y uno de mermelada de durazno - dijiste sonriendo y la anciana sonrió tomando los dos panes en una bolsa de papel individual para dártelo, pero luego miro a un lado tuyo.
- y usted señor de que pan va a querer? - dijo la anciana y tu te quedaste extrañada cuando escuchaste.
- mmm no tendrá un pan salado de tómate? Esque soy un fanático de la fruta - dijo una voz que reconocisté al instante así que miraste a un lado, para toparte con un Lilia pero con una forma más juvenil y de cabello corto, mirándote con una sonrisa traviesa.
