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Tragaste saliva toda sonrojada llevaste tus manos a los lazos de tu vestido para jalarlos y dejar que este suelto tu ropa, bajando las mangas mostrando ya tus hombros desnudos, Malleus se había sentado en la orilla de la cama para mirar con detenimiento todo el proceso, la expresión de su rostro era tan tranquila, hacía un excelente trabajo en ocultar lo emocionado que estaba solo por volver a ver tus hombros, ya que quería ver el resto de ti de nuevo, pero en eso noto como empiezas a temblar asustada y nerviosa, esto era nuevo para ti y solo podrás repasar los finales malos del juego.
-... Por favor detente- Pidió de manera seria, casi apenada -Yo.. Lo siento, no me di cuenta de repentino que es esto para ti, una cosa es que te desnudaras en ti mi en mi forma dragón otra cosa es que lo hagas sabiendo la verdad- Analizó sintiéndose un poco mal consigo mismo, no quería que le tuvieras miedo, esta no era la manera, tú parpadeas varias veces sorprendida, el Malleus del juego no es así de considerado con Yuu ni de chiste
-Entonces... ¿Qué hago?- Preguntaste aun sorprendida, Malleus con un ligero movimiento de su mano invoco un biombo en una esquina de la habitación
-Cambiate ahi, sera mas comodo para ti- Dijo el rey esperando que con eso tu nerviosismo desapareciera
No había acabado de hablar cuando te escondiste tras el mueble, agradeciendo mentalmente que Tsunotarou te tuviera esta consideración, la verdad si tenías miedo de provocar un final malo y por eso temblabas, pero a la vez te preguntas ¿Por que esta siendo amable conmigo? no lo sabías pero no desaprovecharias el bug y al cabo de un par de minutos saliste de detrás del mueble.
-¿Cómo me veo?- Preguntaste en voz baja, haciendo que Malleus que estaba distraído mirando por la mirada se giró a mirarte, se quedó sin palabras, tu largo cabello oscuro caía libremente, el vestido estaba hecho a tu medida, mostrando tu silueta y figura, mientras la realzaba, las joyas te acompañan de maravilla y para el parecías la pieza del tesoro más hermosa de todas, el dragón no pudo evitarlo y te sonrió.
-Hermosa mi pequeña doncella- Dijo en un susurro extendiendo su mano hacia ti -Acercarte por favor, quiero admirarte de cerca- Pidió sin perder la sonrisa mientras que un sonrojo se formaba en su rostro
Tu no podías negarte, así que hiciste lo que te pidio, te acercaste tomando su mano y él rápidamente te jalo y te hizo sentar en su regazo "¿No va a tirar a la cama y empezar de una vez? Definitivamente esto no va para nada con lo que conozco del juego" Fue lo que pensaste mientras Malleus te acercaba más a él y empezó a acariciar con cariño tu rostro.
-Al fin puedo regresarte todas tus atenciones y afectos- Murmuró Malleus acercándose a tu oído sin dejar de abrazarte de la cintura y acariciar tu rostros -Siempre me mostraste tanto cariño, me morias de ganas por también demostrarte el mio-
-Es que... Bueno.. Me gustaba tu lado dragón es tierno, por eso siempre era cariñosa contigo- Dijiste con la cara toda roja por las atenciones del rey -¡No digo que no me guste tu forma actual! ¡Eres muy guapo y bueno! ¡Yo.. Es que.. Aaah!- Comenzaste a desvariar nerviosa y sintiendo el calor subir por tu cara
Malleus solo río y tomando tu barbilla beso tus labios con ternura para luego empezar a devorarlos con intensidad hasta que el aliento de los dos se acabara, sonriendo al ver tu cara sonrojada se relamió los labios -¿De verdad? ¿Soy guapo? Mmmh~ Gracias por el alago~-
-S.. Si em y..yo ah~- Y antes que pudieras decir algo más Malleus te beso nuevamente pero esta vez usando su larga lengua para explorar tu cavidad bucal, distrayendote de sus manos traviesas que usando los cortes del vestido para empezar a acariciar tus músculos hasta llegar a tu retaguardia.
El dragón no dudo apretar uno de tus glúteos y masajearlo con descaro, sintiendo a través del beso como soltabas los primeros gemidos de la noche y te aferrabas a su pecho, disfrutaba tanto de ver estas reacciones tuyas, que aprovechó para su otra mano acariciando tu cuello, hasta llegar a tu escote, que pudo bajar con facilidad y empezar a acariciar y apretar uno de tus pechos, tu solo podías estremecerse ante su toque, era brusco pero al mismo tiempo te gustaba, te hacia abrazarte más a él hasta que la falta de aire te obligó a romper con el beso de nuevo.
-Tsu.. Tsunotarou~- Lo llamaste con la respiración entrecortada y con tu cuerpo dando pequeños espasmos por las caricias del dragón
-¿Te pones así solo por unos besos y caricias?~ Eso es adorable~- Susurro cerca de tu boca, lamiendo tus labios y sin detenerse en sus manoseos -¿O será que tienes un cuerpo muy sensible?- Dijo con tono seductor bajando a tu cuello -¿Quiero ver que tan sensible es?-
Con esas palabras empezó a besar tu cuello, dejando la marca de sus labios con oscuros chupetones que te sacaban más jadeos, pero no se detuvo ahí , ya que aparte la mano de tus glúteos y ahora estaba acariciando tu flor
-¡Majestad!~ Aaah~- Exclamaste por la sorpresa pero sin querer se te escapo un gemido muy sonoro
-Parece que tienes un cuerpo muy sensible~- Comentó con tono divertido por lo roja que te ibas poniendo -Y ya te dije que me llamaras Tsunotarou con confianza, parece que te tendré que castigarte para que aprendas a ser menos formal conmigo~- Y sin previo aviso empezo a masturbarte de manera intensa, masajeando con fuerza tu clítoris y dejar apretar con fuerza tus senos.
-¡Ah!~ aaah~ l.. L. Lo siento~ ¡Majestad!~- Dijistes entre gemidos y retorciéndote de placer y dolor en regazo del dragón, pero en eso sentiste que hundió de golpe dos dedos en tu interior y los movía sin piedad, dándose cuenta de que estaba ya muy mojada -¡Ah..AAAAHHhh!~-
-Dices que lo sientes pero otra vez andas desobedeciendome~- Dijo con una sonrisa diabólica cuando te lanzo a la cama ya poniéndose entre tus dos piernas apricionandote entre sus brazos, mirándote empezó a revelar más de tu cuerpo casi deshaciéndose de su totalidad del vestido, solo dejo la gargantilla y el lazo de la cintura por que le gusta como se ve el oro en ti, eso lo exita, el también empezó a deshacerse de sus propias prendas con desesperación, había fantaseado mucho con este momento, empezando a frotar intimidades juntas, sacando mas gemidos y jadeos, no podía aguantar más y entró de una en ti.
-¡¡AAAAAAHHH!!~~ ¡¡TSU..TSUNOTAROU!!~~- Gritaste por la intensa sensación de placer y dolor a la vez, sintiendo que algo se rompió en tu interior
-¡Aah!~ Ya lo aprendiste~.. Mmm~... A llamarme con confianza por nuestros apodos~- Dijo Malleus extasiado por la sensación de tu interior tan apretado y caliente -Yo soy tu Tsunotarou y tu eres mi doncella, mi amor, mi tesoro hermoso~- Con esas palabras empezó a moverse, entrando y saliendo de ti a un ritmo rápido y profundo al mismo tiempo que otra vez se abalanzaba sobre tu cuello para dejar marcas de quién es tu dueño ahora, abrazarte de manera posesiva -Oh ____~... Mi tesoro~.. Mmh~...-
-Ah ah Ah Ts~.. aaah~ ... Tsunotarooo~ Tsunatarooo no~.. aaah no tan rápido~ no ta raaa aaaaah~- Dijiste toda sonrojada, tus gemidos eran cortados por tus jadeos y respiración entre cortada, empezaste a llorar por el dolor y placer que sentías, tu cuerpo era tan sensible que las menores de las caricias fueran diez veces, por la que el trato de Malleus era tanto una tortura como sobre estimulacion para ti
Pero el dragón ignoraba, tus pedidos de piedad, estaba tan perdido en las sensaciones, tu olor, los gemidos y jadeos que escapaban de entre tus labios, la visión de tu cara imposiblemente sonrojada y tu cuerpo sudoroso bajo el suyo, así como de tus senos rebotando con cada estocada suya, que solo pensaba en seguir, su lado más bestial era el que tenía el control en ese momento, tanto así que ni él mismo se dio cuenta en qué momento dejó libre sus alas que agitaban demostrando cual desenfrenado estaba.
Tú tampoco te quedabas atrás, al principio pedias que se detuviera por el cabo de un rato te acostumbraste a su ritmo, sentías solo placer mientras profundo llegaba en tu interior, te abrazaste a su cuello, jalando de sus cabellos y rodeaste con tus piernas su cintura buscando más cercanía entre ambos, se podría decir que tu lado más de hada estaba en control también.
Los dos sentían como llegarían al clímax, que se volverian uno al fin, Malleus no podía estar más que feliz y tu no sabias que pensar, solo quedaba una cosa que hacer... esperar al futuro y que yuu no aparezca esta vez.
