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Noche bella y tranquila, solo se escuchaba el crujir de la madera de la chimenea con el fuego medió encendido solo para calentar los aposentos.
El pequeño Silver se encontraba dormido en su cuna, abrazando su peluche siendo abrazado por los brazos de morfeo que lo tenía soñando plácidamente.
Hasta que una de las ventanas se abrió y mujer elegante de piel cual papel entro a la habitación, su cabellera azulada era como el brillo de una estrella, pero su vestido era como si participaba en un funeral, se hacerco a la cuna sin pasos que sonarán.
Su objetivo era claro, la muerte del infante, Silver entre abrió los ojos y se espanto al ver la mano palida de esa mujer acercarse a el t meterle el dedo en la boca obligando a abrirla sin cuidado alguno, se retorció del miedo empezando a llorar.
- Solo tres gotas y moriras - dijo la mujer sin piedad alguna, sacando un frasco con un líquido translúcido que brillaba de color azulado - uno - dejo caer una gota en la boca del bebé y este sintió como su cuerpo se relajaba.
- dos - otra gota más y Silver sintió los ojos pesados queriendo dormir nuevamente aunque aterrado estaba, pudo ver la sonrisa maquiavélica de esa mujer mientras se preparaba para la última gota.
-Tre- pero no pudo dar la última gota ya que sintió como alguien la lanzó e hizo que se estrellara en el librero.
-SILVER MI NIÑO, DESPIERTA! DESPIERTA! - dijiste mientras sacudía el cuerpo del pequeño que no reaccionaba, sentías tu sangre congelarse como un tempano de hielo y las lágrimas se empezaban a formar - no..nononono Silver, ni niño...MI NIÑO!! - lo levantaste de su cuna, lo abrazaste entre tus brazos y el mar de lágrimas se solto - MI HIJO AAAAAAAH AAAAAAAY- Y tus sollozos sonaron por todo el lugar.
Tu hijo, tu pequeño Silver... Fue maldecido por una maldición de sueño eterno, ahora solo dormirá, hasta que su cuerpo no aguante más y muera de manera agonizante, ya sea por la falta de agua o comida, o causada por las pesadillas que ahora habitaban en su mente Silver morira.
-NO MI BEBÉ, MI BEBÉ! DESPIERTA DESPIERTA! PORFAVOR Despierta, mama esta aquí, mama esta aquí! - Suplicabas, abrazando a tu hijo, pero nada funciono, Silver estaba tan profundamente dormido que parecía un muerto entre tus brazos, ya no verás sus ojos plateados, ya no escucharás su risa, ya no podrás leerle su cuento para dormir, el dolor que sentías te hacía estrujar tu corazón, creando un dolor insoportable.
- tks... Que molesta... Bueno ya que me viste, Morfeo - la mujer de cabellera azulada llamo a su bestia guardian, enorme de 6 patas y 3 pares de cuernos, sin ojos, con un pelaje siendo cubierto por sábana te miro- mandala a dormir - y con eso te apunto, la bestia se lanzó a ti que estaba más concentrada en tus lamentos, así que la bestia tenía via libre para devorarte y al fin librarse de ti... Claro sí no fuera porque la bestia paro en medió ataque -que haces morfeo? -
Carmen no sabía porque su bestia se detuvo... Hasta que con algo de horror vió como la cabeza de esta se separaba de su cuerpo y caía junto con este, dejando ver unos ojos rojos llenos de ira en la entrada de la habitación.
Lilia, tenia ya su espada desenfundada mirándo la situación con una ira que hizo temblar a Carmen, dando un paso sonoro se acercó arrastrando el filo de la espalda por el suelo creando chispa de color verde y estaba dispuesto a clavarle tal arma a la otra bestia en la habitación cuando del rabillo se dió cuenta que su ____ se desmayo y el olor de su sangre empezó a salir.
El vampiro desapareció y apareció justo a tiempo para atrapar a su esposa e hijo antes que tocarán el suelo abrazandolos con preocupación.
-Tks, de esto no te libraras maldita perra desgraciada, ni intentes huir o te ira peor - la voz de Lilia era una llena de ira y recientemente, pero desapareció con su familia en brazos, si tenía suerte, tal vez aun estaba a tiempo de salvar a Silver y también tenía que curarte, no vaya hacer que te haya herido con un veneno igual a Silver.
Pero esto no se quedará así, no, definitivamente no, el quiso ser un buen amo, no tener que ir a la violencia... Pero lo obligaron y Lilia solo era paciente, pero para nada es pieadoso.
