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Era una noche lluviosa donde los rayos caían sin cesar, el cielo negro rugía din piedad, donde en una pequeña cabaña se encontraba una mujer, que estaba por dar a luz, su cabellera era verde como sus ojos, sufría de contracciones horribles, llorando en esa habitación, esperado que su amado llegará ya que sentía que estaba por llegar, pero quien entro esa puerta no era mas que el duque Zigvolt.
- t.. tu que haces aqui?.. EN DONDE ESTA ÁLVARO? E.. EL DIJO QUE ESTARÍA AQUI... E..el debió regresar - dijo con desesperó la mujer mirando a ese hombre de ojos verdes y mirada fría, ese hombre era su padre Sobek Zigvolt.
- Álvaro murio.... No sobrevivió a la batalla - dijo de manera sería mirando a su hija caminando llevando el casco de aquel humano que quiso probarse ante los vampiros.
- q..que ... No...non no no EL ME LO PROMETIÓ ME PROMETIÓ QUE VOLVERÍA AAAAAH - la mujer se volvió un desconsuelo, el humano que amo y por el que renunció a su familia había muerto - No, no!! Aaah -
- .... Anat te dije que era mala idea que huyeras con ese humano - dijo el padre de la chica ya hacercandose a la cama - aun puedes regresar, tus dos hijos mayores aun te ven como tu madre... -
- ... Ellos escogieron a ese hombre antes que a su madre... Sabiendo que el solo me usaba, ellos no me ven como su madre solo me ven como la incubadora de donde vinieron - dijo la mujer destrozada llorando sin consuelo alguno, el vampiro se acerco a su hija agarrándole de los hombros.
- Anat, regresa a los Zigvolt... Te dare protección a ti y a tu hijo - dijo el duque intentando convencer a su hija.
-... Si ese hombre sigue en esa casa no voy a volver... Y se que no lo expulsaras por mí, mucho menos por mi hijo ... Toda mi familia prefirió darme la espalda, mis amigos, mis hijos... Hasta tu padre ... - dijo la mujer empezando a entrar en contracciones como la fuente de ella.
- Anat! Hija!- dijo Sobek mientras tomo la mano a su hija.
- papá... Padre si aun me vez como tu hija aaahrh ... Por favor.... Júralo.... Jura que no dejarás a mi hijo con ese hombre... Lo matara lo torturara... - dijo la mujer aferrándose a su padre pidiéndole, rogándole que no se atreva a enviar a su hijo con aquel que una vez fue su marido, aquel que le quito la humanidad en su inmortalidad, aquel que hizo que sus hijos la odiaran - papá júramelo -
- ... Lo juro hija, pero concéntrate saldras de ésto, no es el primer rodeó en que estás - dijo el duque dándole ánimos a su hija para que pudiera dar a luz a su último hijo, fue una tarea desgarradora para la mujer... Tarea que le cobró mucho.
De esa mujer dió a luz un joven y tierno bebe de cabello cual menta y ojos cual jade, con grandes pulmones lloro con intensidad, la mujer solo pudo cargar a su bebé por primera y única vez -... Sebek... Sebek ..mi niño - fue lo único que pudo decir la mujer cuando su mirada perdió de vida.
- Anat? ... ANAT!! - grito el duque que sintió su corazón estrujarse como un nudo, las lágrimas salieron que creyó que ya no tenía, había perdido a su hija por orgullo y soberbia, eligió el honor antes de la familia y es algo que se arrepentirá por su eternidad.
Solo le quedaba una cosa por hacer... Cumplir la última promesa de su hija.
