Insomnio

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¡¿Qué es esto?! ¡¿otro cap?! No es el fin del mundo tranquilxs. Solo público lo que ya tenía escrito y planeado así que esto saldrá rápido hasta que vuelva a topar con pared jajjaja Porque ustedes merecen esto y más. Ame todas sus teorías, me suena interesante que su imaginación vaya hasta allá.  Muchas gracias por sus comentarios a mis fieles lectores Sarasteo2, keishika, Lirio-Shikatema, lauratavara18, AriNara32, Karinits-san y  Nani_rg. Me da mucho gusto ver que el culto de Shika-demonio va creciendo, digo grupo de amor y apoyo :) 

¡Les recuerdo que arme un playlist que hice con canciones que me inspira este fic y para este cap precisamente me inspiraron estos dos!

I Can't Sleep - Nina chuba y Sick Thoughts - Lewis Blisset

¡Espero les guste! ¡Hasta la próxima!

Capítulo 14: Insomnio

Caminó con determinación hacia la puerta principal del departamento de su desaparecida amiga. Tenía conocimiento que era seguida por su fiel sombra, pero no sabía que lo hacía meramente para demostrarle un punto. La chica se plantó de frente al ingreso, mientras que el Nara recargó su espalda contra el muro que estaba junto a la puerta. Ocultándose de esta manera de la vista de la Yamanaka en caso de que la abriera. Sus orbes aqua le tiraron una mirada de desaprobación, regresó su atención al frente y presionó con su dedo índice el interruptor del timbre. Por un minuto no tuvo respuesta, así que volvió a insistir golpeando con sus nudillos la superficie de madera.

— ¿Ino? —Preguntó consternada.

— ¿Quieres que abra su puerta? — Sugirió con una sonrisa ladeada el demonio —. Por como esta, no creo que se acuerde si le puso llave o no.

Nuevamente lo reprendió con la mirada y le ordenó que se fuera con señas.

— Ino. Soy Temari —se acercó a la puerta—. Se que estás ahí. Abre por favor.

Los segundos seguían pasando, pero escuchó un ruido como si le estuvieran quitando el seguro del otro lado de la puerta. Entonces se creó ante sus ojos una pequeña rendija de cinco centímetros entre la puerta y el marco de madera. Contempló ese vacío por un momento. Parecía que la dueña del apartamento le permitió entrar, pero no estaba de humor para recibirla personalmente. Antes de dar un paso hacia el frente, la chica de cuatro coletas sentenció con la mirada al demonio que las dejara solas. Shikamaru giró su cabeza hacia otro lado y se encogió de hombros. Temari empujó la puerta con las yemas de sus dedos, ingresó al departamento y cerró la puerta lentamente detrás de ella. Apenas pudo ver como la Yamanaka tomó asiento en uno de los sillones, alejada de la tenue luz cálida que emanaba una de sus lámparas que estaba sobre una mesita. Luego se cubrió sus piernas con una colcha que tenía ahí y tomó uno de los enormes cojines que decoraba su sillón para abrazarlo. La universitaria miró a su alrededor. Todo estaba casi en tinieblas, las cortinas estaban cerradas y el montonar de plantas que llenaban de vida su sala se veían deprimidas a causa de falta de agua. Se aproximó hacia su dirección, tomando asiento en uno de los asientos que quedaban de frente a su amiga. Ino mantenía su cabeza agachada, cubriendo una parte de su rostro con el borde superior del cojín y otra parte con su largo flequillo. También se dio cuenta que su largo cabello dorado estaba un poco enmarañado y suelto.

— Hola —trató de llamar su atención con sus palabras, pero la de orbes zafiro no se movió ni un centímetro—. Se que fue muy grosero de mi parte venir así sin avisarte, pero tenía días sin verte y me preocupé. ¿Cómo estás?

— Me siento mal, Temari —respondió en un tono muerto—. Eso es todo.

La Sabaku continuó observándola, buscó rápidamente como avanzar con su conversación sin incomodar tanto a la anfitriona.

Tu sombra por tu vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora