Tu sombra por tu vida

Todo un caballero

¡Hola, hola! Como dice Lisy feliz domingo de ramos (mayor motivo para no estar aquí pero acá andamos adorando a un demonio (¿?)). Pero antes muchas gracias a todos los que me dejaron un review como a Lirio-Shikatema, MarjoriePerzAcosta, Sarasteo2, lauratavara18 y ¡por todos aquellos que votan por los caps!

Este cap es más largo que los demás así que disfruten de la lectura y espero recompensarles el tiempo de espera por actualización del Shikademonio.

Edit: Olvide la musica

The Devil is a Gentleman - Merci Raines

Focus - Elvis Drew

In the Blood - Red Rosamond

¡Que lo disfruten!

—Capítulo 18: Todo un caballero.—

Después de lograr recuperar su vehículo, transcurrieron los días y llegaron sus exámenes semestrales y cuando menos se lo esperaban las vacaciones de invierno habían llegado. La temperatura había disminuido por lo que optaba por usar más suéteres y ropa abrigadora, incluso para usar dentro de la comodidad de su departamento, mientras que las calles de la ciudad se encontraban a tope de gente buscando los regalos de navidad para sus seres queridos. Temari se encontraba dentro de su cuarto, casi mordiéndose las uñas en lo que maquinaba algo en su mente. Su sombra seguía orbitando su alrededor, pero no le dirigía la palabra desde el incidente con el arcángel. Algo que le dio más seguridad sobre si misma porque el mensaje de que le pasaría si volvía a cruzarse de la raya le había quedado muy claro. Entonces la rubia se levantó de su cama y fue a la sala donde estaba el mismo intruso de siempre, acostado en el sillón con un cojín sobre su frente, con los brazos cruzados detrás de su cabeza y sus talones cruzados entre sí. Admitía que le extrañaba que se cambiara la ropa conforme era la situación, pues estaba usando un pants negro y suéter de cuello de tortuga verde oscuro... de los cuales no tenía idea de donde los conseguía ni quería indagar en el asunto.

— Shikamaru. Quiero proponerte un trato —el demonio no se inmutó—. La siguiente semana habrá una comida en la casa de mis padres, pero tengo algo en mente. El trato es que tú me acompañes a la casa de mis padres y obedezcas todo lo que te diga ahí. No podrás hacer tus trucos, ni intentar asesinarme ni lastimar a mi familia, ¿entiendes?

— No me interesa.

— ¿Qué? —Entornó la mirada.

— Sé que me crees un imbécil, —levantó el cojín de su rostro— pero lamento decepcionarte y decirte que no lo soy. Tampoco tengo que aceptar todo lo que me propones.

— Ni siquiera has escuchado lo que te daré a cambio.

— Si por supuesto. Como la otra vez que me comporté bien y te ayudé. ¿Qué recibí a cambio? Una apuñalada del idiota emplumado de la cual todavía no me recupero completamente, no sé qué tan desesperado me crees, pero no estoy dispuesto a sufrir eso de nuevo por tu culpa. Ve a vivir tu vida, yo sigo ocupado pensando cómo vas a morir. —Volvió a colocarse el cojín en su rostro.

— Eso no hubiera ocurrido para empezar si no te me lanzarás encima cada vez que me lastimó.

— Sabes las consecuencias, también deberías de ser más cuidadosa si no quieres que vuelva a ocurrir.

— Ni siquiera fue por algo mío. A Tayuya se le zafó un tornillo diciendo... ¿Fuiste tú? —El muchacho se encogió de hombros— ¿Estaba ella en la fiesta?

— Quizás. No recuerdo bien.

— ¡Dijo que me lleve a alguien entre las piernas! —Fue al sillón más cercano, tomó un cojín y se lo arrojó—. ¡¿Qué le dijiste?!