¡Hola, hola feliz día de reyes! Ya se que ya ni se acuerdan de mi cara, pero cuando son capítulos que no se ni como comenzar ni terminar se me van las cabras (casi siempre). Si todavía recuerdan mi fic se los agradezco desde lo más profundo del cora
Antes que nada muchas gracias por sus reviews a lauratavara18, Sarasteo2, Nani_rg, AriNara32, Lirio-Shikatema (merece todo el mundo esta mujer de veras), agustina_gon_cim113, MarjoriePerzAcosta y Vanessayumiko. Espero el fic aun les guste y las atrape como siempre, y si no ya volverán y descubiran mas cositas mehehehe. Viva el culto de shikademonio. Digo... ¡disfruten!
Canción:
Worth my weigh in gold - One hope
Undone - SINACapítulo 16: Consecuencias.
"Ya no tendrás que preocuparte, no volverá a chantajearte nunca más."
Presionó enviar al mensaje sin importarle la hora que era y bloqueo su celular. Sin dejar de temblar lo dejó sobre el mueble del lavabo y apoyó sus manos sobre este. Luego levantó su vista topándose con su reflejo, uno que le mostraba como habían quedado las desastrosas salpicaduras de sangre ajena que tenía por todo su semblante. En este se notaba el shock en el cual seguía inmersa al ver el resultado de sus acciones y en modo automático empezó a quitarse lo que quedaba de su disfraz. Primero los pupilentes oscuros. Como pudo fue desenroscando la tapa del botecito transparente donde los guardaba. Al hacer tan simple tarea, ocasionaba que torciera su boca y su respiración se sincronizara con sus quejidos de agonía, todo a causa de las laceraciones que se había provocado en sus nudillos al ejercer tanta violencia sobre su objetivo. Luego, sus vibrantes dedos alcanzaron un pequeño palo que le ayudaría a quitárselos fácilmente sin tener que estar pellizcándose directamente sus pupilas para conseguirlo. Una vez hecho, los puso en un contenedor con un líquido, lo cerró y los agitó para limpiarlos antes de guardarlos en su gabinete. Después cuidadosamente se quitó su vestido y de su ropa interior, fue por su peluca y lo guardó todo dentro de una bolsa de plástico, la cual arrojó al suelo. Sus manos otra vez la hicieron quejarse. Era tanto el dolor, qué estaba al borde del llanto. Abrió la llave de la regadera y se metió al agua dejando sus manos afuera del chorro de agua. Estas ya no sangraban, su demonio personal se había encargado de succionar brutalmente hasta la más mínima gota de ellas, pero aun así las necesitaba para tallarse la sangre ajena de su rostro, su cuello y de sus brazos. Por lo que tuvo que tomar valor y las colocó bajo el agua. Siseó al instante, sin embargo, cuando abrió la boca se contuvo los gemidos de dolor que quería liberar. Para callarse apretó los labios entre sí para bañarse como debía. Tratando de evitar lo mejor que podía que los químicos de sus productos cayeran en las laceraciones de sus nudillos. Algo que le resultó casi imposible y dos lágrimas de sufrimiento escaparon, y terminaron mezclados con el agua de su regadera. Bañarse le había resultado bastante agitador por lo que se deslizó en su pijama más cómoda y se arrojó a su cama para descansar de una vez por todas.
Hasta que un zumbido la regresó de golpe a la conciencia. Extendió su brazo para alcanzar su teléfono y giró la pantalla hacia su rostro.
"¿Por qué lo dices?" decía el mensaje qué provocó el zumbido.
Sus ojos se arrastraron pesadamente hacia la hora del día. Al menos había logrado dormir profundamente un buen puñado de horas. Dejó caer su teléfono junto a ella. Sabía que necesitaba estar más despierta antes de responderle. Se talló los ojos con las palmas de sus manos con fuerza y se levantó para ir al baño, llevándose con ella su teléfono para perder el tiempo en sus redes sociales.
"No volverá a molestarte. Me asegure de eso. Nos vemos mañana en la universidad, ¿vale?"
Luego fue a la cocina para prepararse de desayunar. Se sentía como si un camión la hubiera arrollado, pues su cuerpo resentía toda la adrenalina que había sentido y todos los forcejeos que tuvo con ese sujeto empezaron a calarle. En medio de un bostezo se dispuso lavar su taza para preparase un café, abrió la llave del fregadero, la metió bajo el agua y con otra mano tomó la esponja para enjuagarla. Hasta que sus pupilas miraron sus manos se quedó congelada en su lugar. Hace unas horas sus nudillos estaban destruidos por la violencia con la que embistió el rostro del muchacho, pero ahora... solo tenía una diminuta costra en cada una de ellas. No recordaba que la habilidad de recuperarse de su cuerpo fuera tan buena. Se sintió extraña, pues justo ayer cuando se las lavó podía ver su piel abierta y su carne pulsante bajo esta. Comenzó a perturbarse. "Lo de ayer si sucedió, ¿no? ¿Qué día es hoy?", con algo de pánico giró rápidamente para tomar su teléfono. Era domingo. La fiesta fue sábado x fecha y la fecha actual coincidía como debía. "¿Entonces cómo?".
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Tu sombra por tu vida
Mystery / ThrillerUA. De pequeña sin estar consciente de ello terminó haciendo un pacto con un demonio. Con el pasar de los años cree que se trató de un sueño, pero él reaparece para reclamar lo que es suyo de una vez por todas.