II.

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Sansa POV.

Lamenté mucho sus noticias, su Gracia y espero que todo en el Norte se restablezca cómo busca.

Quiero qué sepa qué a pesar de entender sus motivos, espero contar con su pronta presencia aquí en Desembarco del Rey, para reafirmar la unión entre el Norte y mis reinos.

Espero su respuesta a mi solicitud para asegurar la paz entre las casas Stark y Targaryen.

Su Gracia, Daenerys Targaryen, Reina legítima de los Siete Reinos.


Suspiro pesadamente mientras tiro aquella carta sobre el fuego ardiente de la chimenea de mi habitación. Esas letras trazadas sobre el papel que ahora se queman frente a mí, están grabadas con fuerza en mi mente porque desde que llegó el cuervo la noche anterior con ese mensaje, yo no he parado de leerla.

No sé qué pensar de las palabras de la Reina y estoy casi segura que ni siquiera son suyas realmente, porque aunque no la conozco, sé qué esa extrema cordialidad no puede ser propia de su gracia, por la ofensa deliberada que cometí al no ir a su coronación; pero esas palabras concuerdan muy bien con mi ex esposo, Tyrion, qué también es ahora la mano de la Reina Daenerys.

Y aunque no se lo había admitido a nadie, yo estaba esperando verla llegar a Invernalia sobre uno de sus dragones, para quemarme hasta las cenizas cómo hizo con Jon, por ofenderla de esa manera frente a los demás representantes de todos los reinos. Y habría esperado orgullosamente de pie mi muerte a manos de sus dragones, Drogon y Rhaegal, recibiendo mi destino por preferir enojar a su gracia antes de doblar mi rodilla ante ella, entregándole al Norte en el proceso; pero en ningún momento esperé una carta tan cordial y puede que no sean sus palabras, pero sí fueron ordenadas por ella y eso vale aún más para mí.

- ¿Qué piensas hacer, Sansa?- me pregunta mi hermana Arya detrás de mí. 

Me concentro en las ligeras cenizas frente a mí, cómo la única evidencia de la carta de la Reina totalmente quemada ahora y me cuestiono realmente lo que debo hacer. Porque ahora soy la reina del Norte, después de la muerte de mi hermano, Jon y aunque nunca pensé en tener ese título, mi amor y lealtad por el Norte, es todo lo que soy y no me gusta nada que en la carta la Reina mencione algo sobre la unión del Norte con sus reinos; porque somos un reino libre y ser subyugados por ella, definitivamente no está sobre la mesa.

- Planeo ir a ver a su Gracia.- sentencio, y me giro lentamente para encontrar la mirada seria de mi hermana menor sobre mí.

- No creo que sea conveniente, Sansa, y tampoco creo en sus palabras amables, toda su invitación podría ser una vil trampa.- señala y asiento de acuerdo con ella.

- Y yo tampoco confío en la buena voluntad que expresa la carta, y sé a todo lo que me arriesgo al ir hasta ella, ¿Pero qué más puedo hacer? Ya tenté a mi suerte una vez al no ir a su coronación y que ella no haya venido por mí cabeza, es una fortuna inmensa y no sé sí pueda tener una reacción igual de ella, sí me niego de nuevo a ir a su encuentro.- le explico, analizando cada una de mis opciones, porque por mi orgullo Stark no puedo condenar a toda mi gente y eso es lo que estaría haciendo de seguir enfadando a su Gracia.

- Sí vas allí y te niegas a doblar la rodilla por ella, podrías terminar igual qué Jon y no quiero eso.- dice apartartando su mirada pensativa de mí.

Suspiro pesadamente al pensar en esa posibilidad, pero no puedo dar marcha atrás a mi intención y menos pienso huir de Daenerys Targaryen.

The Queens.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora