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Alfredo besto robot

"Chicos, chicas, tenemos un nuevo estudiante en el aula, se llama Gregory, sean amables con él y no lo molesten, porfavor"

Dijo la profesora con el niño a su lado, el cual, sintiéndose intimidado bajo las miradas de sus compañeros, bajó la mirada al suelo para evitar el contacto visual

"Bien, Gregory, siéntate en esa silla, justo al lado de Clay"

Ordenó la profesora, orden que el mencionado obedeció de inmediato. Pero en su camino para llegar a aquella silla, uno de sus compañeros le lanzó una bolita de papel con la única intención de molestarlo, y vaya que si lo molestó, quizás hasta más de la cuenta

"¡¿Y a ti qué coño te pasa, niñato mal-abortado?!"

Exclamó el chico furioso para después ir contra él y meterle el boli que usaba como cerbatana hasta la garganta, haciendo que el pobre chico comenzara a ahogarse y a toser por la falta de aire, Gregory había perdido el control nuevamente, la situación hubiese empeorado de no ser porque la maestra se entrometió a tiempo en el asunto

"¡Gregory, suelta al niño!"

Gritó la mujer, fue ahí en donde el chico tomó consciencia de lo que hacía y decidió sacarle el boli de la garganta al pobre niño

"Lo siento mucho, profesora, le prometo que no volverá a ocurrir"

Dijo el niño con obediencia mientras se ponía cabizbajo como forma de arrepentimiento, para su suerte, la profesora decidió perdonarlo con la condición de que no volviese a hacerlo nunca más. Ahora, con el objetivo de no causar más problemas, el castaño fue hasta su silla y se sentó, sintiendo la mirada fija de todos en el salón quienes lo miraban con miedo e intimidación por lo que había hecho, todos menos Clay, pues él ya había experimentado esa versión tan extraña del chico, aquella tan agresiva y salvaje. Irónicamente, el que se sentía más intimidado en esa situación era el propio Gregory, pues no le gustaba en lo absoluto ser el centro de atención de la clase y el simple hecho de tener tantas miradas encima le provocaba ansiedad, para su fortuna, unos 5 minutos después, ya nadie lo miraba pues todos estaban muy ocupados haciendo cosas como: Trabajar, charlar, jugar. E incluso algunos pocos en el fondo comenzaron a comer sin ser vistos por la profe. Las horas pasaron hasta llegar al momento favorito para todos: el recreo. Los estudiantes salieron directamente a las afueras del edificio para poder sentir el aire fresco tocando sus juveniles rostros, todo era felicidad para todos, a excepción de Gregory, el pobre niño se sentía solo en ese lugar, ser "el chico nuevo del salón" Es algo difícil y más para él, pero, como si de una obra del destino se tratase, alguien más se sentó a su lado con la intención de hablar un rato

"Madre mía, lo que le hiciste al niño antes fue demencial"

Dijo el chico mientras miraba sonriente a su compañero, aquel chico era, como no, Clay

"Me dejé llevar, no me gusta hacerle daño a otros"

Respondió el castaño sintiéndose arrepentido por lo que hizo

"Nah, no te preocupes, tampoco te voy a juzgar, pues se nota que te arrepientes de ello"

Dijo él restándole importancia, pero aquella actitud del peli rubio le producía desconfianza a Gregory, pues él recordaba que Clay tenía varios amigos con los que posiblemente se divertiría más que con un simple huérfano adoptado por una mujer que sufría de trastorno de personalidad múltiple

"Oye... ¿Por qué vienés aquí, conmigo? ¿No tenías varios amigos?"

Preguntó el chico algo desconfiado

"Pfff, ¿ellos? Sí, son mis amigos, pero sinceramente, tú me interesas más que ellos, quizás es por tu... ¿Actitud? No sabría decirte, la verdad, pero tienes algo que te hace interesante, en fin..."

Respondió el peli rubio para después cambiar de tema repentinamente

"¿Te gusta Fazbear Entertaiment? Yo AMO Fazbear Entertaiment, podría pasarme todo el día hablando sobre las leyendas urbanas que hay alrededor suyo"

Dijo Clay con emoción, contrastando por completo con su personalidad chula y rebelde que demostró hace unas horas atrás

"Pues... Yo... No tengo una buena experiencia con esa compañía"

Explicó él mientras recordaba aquella noche en la cual casi perdió la vida en múltiples ocasiones

"Oh, vaya, que curioso, mi padre tampoco tuvo una buena experiencia con Fazbear Entertaiment, de hecho, muchas veces me ha prohibido investigar sobre el pasado de la compañía y nunca me ha explicado el por qué"

Aquella situación se sentía... Rara, Clay estaba mostrando una personalidad muy diferente a la que Gregory se pensaba que tenía, parecía un chico agradable

"Oye, ¿y cual es tu animatronico favorito?"

Preguntó el peli rubio, y por primera vez, el castaño decidió mirarlo al rostro, manteniendo el contacto visual

"Freddy, ese es mi favorito"

Respondió Gregory

"Hm, muy básico a mi parecer..."

Comentó el chico, molestando al castaño, pero en el buen modo

"¿Ah, básico? ¿Y el tuyo cual es?"

Preguntó esta vez Gregory con una sonrisa

"Foxy"

Respondió él

"Ah... ¿Y eso no es básico?"

Le reprochó el castaño con ahora más confianza

"Tampoco tanto... Digo, Freddy es literalmente el líder de la banda, tenerlo como favorito sería como... No sé, como si tu personaje favorito de Nintendo fuese Mario, es algo muy normie"

Se defendió el chico, pero aquella excusa no convencía al castaño en lo más mínimo

"Sí, sí, ve a la calle y preguntale a alguien aleatorio cual es su animatronico favorito, ocho de cada 10 te dirá que es Foxy, datos CIEN-TÍ-FI-COS"

Refutó el castaño en un tono de cero seriedad

"Ya, bueno, pero... ¿Por qué Freddy es tu favorito? Eso no lo has explicado y creo que deberías razonar tu respuesta"

Dijo el chico, a lo cual, Gregory comenzó a hacer algunas estiraciones, preparándose para razonar su respuesta

*8 horas seguidas de porque Freddy Fazbear es el mejor de la banda*

"Y esa es la razón por la que Freddy es simplemente el besto animatronico, ¿alguna cosa que decir?"

Terminó por decir el castaño mientras hablaba con su amigo por el celular

"S-sí, ya me quedó claro, hasta mañana, Gregory"

Dijo el chico desde el otro lado del teléfono

"Hasta mañana"

Se despidió el chico para después colgar el teléfono y beber un poco de agua para refrescar su garganta después de haber estado hablando tanto tiempo